Las tres "batallas" que Guillermo Lasso afirma haber afrontado para sostener su Gobierno

EFE
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, en el Palacio de Carondelet.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aseguró este miércoles que ha enfrentado "tres batallas contra la democracia" que pusieron en jaque a su Gobierno, acontecidas casi de manera simultánea en semanas pasadas.

Lasso se refirió así a la moción de destitución presidencial que no logró los votos suficientes en la Asamblea Nacional (Parlamento), a las protestas lideradas por el movimiento indígena que paralizaron buena parte del país durante 18 días y a una iniciativa para convocar una "revocatoria" del mandato, un plebiscito sobre su continuidad.

El mandatario hizo estas aseveraciones durante la presentación de la estrategia nacional anticorrupción que pondrá en práctica su Gobierno.

En la Asamblea, el grupo parlamentario Unión por la Esperanza (Unes), afín al expresidente Rafael Correa, impulsó en medio de las protestas que sacudían al país una moción para destituir a Lasso por la causal de "grave conmoción interna y crisis política", contemplada en la Constitución.

La moción tuvo 80 votos a favor de los 137 escaños que integran la Asamblea, pero necesitaba 92 para salir adelante, por lo que Lasso mantuvo su cargo.

"No es posible utilizar la Constitución para destruir la democracia. Lo que consta en la Constitución es para fortalecer la democracia, no para destruirla", aseveró Lasso sobre esta "batalla" de la que, según dijo, "salimos victoriosos no como presidente o como Gobierno, sino como país".

CRÍTICA A LAS PROTESTAS

Sobre las protestas contra la política económica de su Gobierno por la carestía de la vida, el gobernante afirmó que "tenían el objetivo similar de destruir la democracia", cuando "el diálogo es la mejor manera" para resolver las diferencias.

Las protestas se desarrollaron entre el 13 y 30 de junio con episodios de violencia callejera y fuerte represión policial que se saldaron con seis fallecidos, entre ellos un militar, y alrededor de medio millar de heridos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

La movilización terminó cuando el Gobierno aceptó parcialmente las demandas del movimiento indígena y campesino al reducir en 15 centavos de dólar los precios de los combustibles subsidiados y derogar un decreto que promovía la actividad petrolera, especialmente en la Amazonía.

DIÁLOGO ENTRE RECLAMOS

Asimismo, el Ejecutivo se comprometió a formar mesas técnicas para tratar los diez puntos del pliego de demandas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y de las demás organizaciones que convocaron a las protestas.

Esas mesas comenzaron a desarrollarse este miércoles centradas en la focalización de los subsidios a los combustibles y en la moratoria a familias campesinas de créditos vencidos de hasta 10.000 dólares.

"Solo cuando les falló la estrategia en la Asamblea Nacional, aceptaron sentarse a negociar y dialogar las mesas de diálogo, que ojalá den sus frutos", sostuvo Lasso, quien en días anteriores protagonizó unas polémicas declaraciones al afirmar que las protestas estaban financiadas con dinero del narcotráfico, lo que niega la Conaie.

Por último, Lasso se refirió a los pedidos presentados ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para reunir las firmas necesarias que activasen el proceso de revocatoria, una consulta popular sobre la continuidad del jefe de Estado, algo que fue negado.

Estas solicitudes argumentaban su pedido en que el presidente no ha cumplido con el plan de trabajo prometido al asumir la Presidencia, a lo que Lasso alegó que se tratan de objetivos para sus cuatro años de mandato y no para alcanzarlos en solo un año que lleva en el poder.