Expertos contradicen la teoría de “sabotaje” del Gobierno sobre los apagones
“Dejaron correr el agua. Se abrieron las compuertas”, fue la declaración del secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, al referirse a la crisis energética que ha provocado apagones de más de ocho horas en todo el país y que tendría como epicentro la falta de agua en la hidroeléctrica Mazar. Esta infraestructura es parte del complejo Paute, en el austro ecuatoriano, de donde sale en 38 por ciento de la energía eléctrica para el país.
Según la tesis del gobierno de Daniel Noboa, 21 funcionarios y exfuncionarios del sector eléctrico habrían ocultado información sobre la situación crítica de las hidroeléctricas. Y estas personas son quienes habrían abierto las compuertas de Mazar para vaciar el embalse. Todo esto en medio de la campaña por la consulta popular del domingo 21 de abril.
Contra ellos ahora hay una investigación a cargo de Fiscalía, incluida la exministra Andrea Arrobo, elegida por el propio Noboa para liderar el Ministerio de Energía y Minas y ahora separada de su cargo por supuesto sabotaje y traición a la patria.
Sin embargo, según expertos del sector eléctrico que han dado entrevistas en medios de comunicación, esa tesis se derrumba por tres motivos: Uno, las alertas de la crisis energética se venían dando desde semanas atrás. Dos, Mazar es parte del complejo Paute con varios embalses en cascada, así que, si se vacía el embalse de Mazar, el agua baja a Amaluza. Y tres, y lo más curioso, Mazar no tiene compuertas.
CRITERIO DE EXPERTOS
Ayer, el presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Pichincha, Marco Acuña, en una entrevista con Ecuavisa, alertaba que desde hace algunas semanas los profesionales del sector ya habían advertido del riesgo. El embalse de Mazar necesita que el agua esté a una altura sobre los 2.115 metros sobre el nivel de mar, pero bajó hasta 2.107.
“Ese tema nos ha sorprendido y nos cuestiona como profesionales del sector. Cuando, de diferentes lados, de CENACE, de Celec, de las empresas eléctricas, los profesionales del sector habíamos estado advirtiendo todo lo que estaba pasando y todo lo que podía venirse y las autoridades no han prestado oídos a eso. Entonces no se puede decir (que hubo) un sabotaje de esa manera”, dijo Acuña.
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Por su parte, hoy el consultor en temas de Energía, José Luis Hidalgo, explicó que, en caso de que se haya vaciado el embalse de Mazar, esa agua debería haber llenado el siguiente embalse que es Amaluza. Y así hasta la hidroeléctrica Sopladora, porque son embalses en cascada a la largo de río Paute. Sin embargo, dijo que el Gobierno tendrá más información para justificar su acusación.
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De todos modos, refirió las causas de la crisis: “Estamos viviendo una sequía prolongada. Estamos viviendo una situación similar a la de Colombia. Yo creería que, si hay algo por investigar, por ejemplo, investigaría por qué no salió la licitación del Campo Amistad, que es lo que requerimos de urgencia para la producción de gas para termoeléctricas”. Esto permitiría generar mayor electricidad sin depender de las lluvias.
Pero al final de este día, fue José Gómez, gerente de Celec Sur, quien saldó la polémica de las compuertas. Un equipo de televisión se trasladó hasta Mazar a entrevistarlo y el respondió: “Desafortunadamente ha circulado información que no es la adecuada. Como ustedes podrán ver en las tomas de la represa, (esta) no tiene compuertas en donde pueda haber una actuación inadecuada. Además, toda la programación de niveles está o lo hace el Operador Nacional de Electricidad, que es el CENACE, y nosotros solamente cumplimos con las disposiciones.”
Explicó que no es posible vaciar el embalse de Mazar: “La bajada del embalse es un proceso de algunos meses. La disminución del nivel del embalse es una disminución controlada en función de una programación nacional.”
Hasta ahora, ni el Ministerio de Energía ni la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) han emitido un pronunciamiento al respecto.