Daniel Noboa dice que su objetivo es reducir la violencia y convertir el progreso "en una costumbre"
Con un llamado a la unidad, el presidente constitucional de Ecuador, Daniel Noboa, pidió dejar viejos esquemas políticos en el pasado, para sacar al país adelante y enfrentar grandes retos, como el desempleo y la creciente violencia.
Tras asumir el mando del Gobierno, el empresario, de 35 años de edad, resaltó en su primer discurso oficial la fuerza de la juventud para realizar los cambios que necesita de manera urgente el país.
"Muchos buscan encasillar al nuevo Gobierno en viejos paradigmas políticos o ideológicos, pero nosotros nos concentramos en el cambio y en el futuro", puntualizó el primer mandatario.
Según Noboa, esta elección evidencia que aquellos que ven la política como una realidad de extremos y revanchas no tendrán el respaldo popular. En ese sentido, acotó que la política del nuevo Ecuador se compone de personas libres y pragmáticas que, con empatía, buscamos mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos.
Pese a asegurar que su familia ha sido perseguida políticamente en el pasado y no haber olvidado "los malos ratos vividos", Noboa, quien se autocalificó como un hombre libre y pragmático, reiteró que se debe romper el ciclo de revanchas.
Recordó que, creció junto al servicio social de su madre, la doctora en medicina, Annabella Azin, y la lucha política de su padre, el cinco veces candidato a la Presidencia, Álvaro Noboa, con quienes recorrió el país.
También insistió que su proyecto es "proEcuador" y "antinada", pues los "anti" tienen techo y los "pro" son infinitos.
Sobre su principal objetivo en su Gobierno, dijo que es reducir la violencia y convertir el progreso en una costumbre. "Muchos creen que la juventud es sinónimo de ingenuidad, para mí es sinónimo de fuerza, fuerza para vencer los retos que se nos imponen, porque eso es lo que el Ecuador necesita", enfatizó.
"Siempre he sido una persona de pocas palabras, pero siempre he sido un joven de acción como lo son la mayoría de las ecuatorianas y ecuatorianos, que lo único que piden, es una oportunidad", afirmó Noboa, al invitar a todos a trabajar en conjunto para acabar con el enemigo común: la violencia y la miseria.
Al final, el primer mandatario señaló que el éxito no es haber alcanzado la Presidencia, sino que cuando la deje tenga el respeto y cariño de la mayoría de los ecuatorianos. "Manos a la obra y a trabajar", concluyó en su discurso.