Carmen Tiupul fue sentenciada a dos años de prisión por las protestas de octubre de 2019

El fallo también incluye el pago de una multa de siete salarios básicos unificados.
Redacción Vistazo
La Conaie califica la sentencia como persecución política.

Un Tribunal de Garantías Penales de Chimborazo declaró culpable Carmen Tiupul, vicepresidenta de la Confederación del Movimiento Indígena del Chimborazo (Comich), y la sentenció a dos años de prisión por el delito de paralización de servicio público.

Esto porque participó en la toma del edificio de la Gobernación de Chimborazo y su paralización durante las protestas de octubre de 2019.

El fallo también incluye el pago de una multa de siete salarios básicos unificados y una reparación integral de 5.000 dólares.

En la audiencia de juicio, el fiscal del caso, Mauricio Yánez, presentó más de veintiocho pruebas que demostraron la materialidad y la responsabilidad de Carmen.

Entre las principales constan: las pericias técnicas de audio, video y afines, informes de identidad humana y morfológica, identificación de voces extraídas de grabaciones de medios de comunicación locales y cámaras de seguridad.

Según Fiscalía, Tiupul encabezó la denominada “Asamblea Popular de Chimborazo”, que se tomó durante seis días consecutivos el edificio de la Gobernación provincial, entre el 8 y el 14 de octubre de 2019.

La toma del edificio significó la paralización de servicios públicos como la Intendencia General de Policía, la Comisaría Nacional y el Instituto de Patrimonio Cultural del Ecuador-Regional.

El delito de paralización de servicios públicos está tipificado en el artículo 346 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) calificó la sentencia de “persecución política y criminalización de la protesta social”. Además, informan que la defensa apelará la sentencia.

Así mismo, Tiupul mostró su indignación en su página de Facebook, donde escribió: “No puedo describir la indignación que siento, la injusticia, la desigualdad, la violación de derechos, el racismo, el machismo, la cobardía, la persecución a inocentes, las traiciones”.

Agregó que intentan apagar el fuego que lleva en su ser, “ese fuego que se alimenta de amor y principios heredados de mis abuelos, un fuego que resistió y resiste para existir. No acepto más humillaciones, no más imposición de injusticias”.