Así boicotean los medios rusos a la dolarización en el Ecuador
Al menos eso es lo que ha intentado posicionar el canal ruso RT y otros medios que aprovecharon la coyuntura narcoterrorista en Ecuador para cuestionar la dolarización. Y no es un tema reciente: estos discursos siempre han estado presentes en ciertos actores para responsabilizar a esta medida de las crisis económicas y sociales. Ahora, si bien los expertos siempre han señalado a la dolarización como una variable importante en el fenómeno del narcotráfico, esta relación no es como la vende Rusia, ni la principal ni la única.
“Los países dolarizados atraen al narcotráfico como la miel a las moscas, algo que está comprobando actualmente Ecuador. Y por las malas...”. Son las palabras de apertura del presentador argentino Mirko Casale, quien hace el programa de “humor político” “Ahí les va”, reproducido por la cadena rusa RT a través de sus redes sociales. En este capítulo dedicado a Ecuador tras los hechos de violencia de inicios de enero, en medio de una declaratoria de conflicto interno armado, intenta situar a la dolarización como la causa del auge de las bandas criminales. “¿Qué nexos existen entre dolarización y narcotráfico? ¿Es posible salir de él una vez que el engranaje comienza a girar? ¿Qué lecciones pueden extraerse del caso ecuatoriano?”, se pregunta Casale, quizá haciendo un guiño a la Argentina de Milei que no ha descartado su idea de dolarizar el país.
El argumento principal es que los narcos se evitan “dolores de cabeza” en Ecuador al momento de hacer sus negocios, porque traen los dólares, se llevan la droga, y esos dólares inmediatamente entran al sistema financiero, sin pasar por un cambio de divisa, que haría saltar las alarmas. Al final, Casale contrargumenta que la dolarización por sí sola no explica el narcotráfico, que hay otros factores, como el descontrol estatal en fronteras y puertos, además de la crisis económica y situación de los jóvenes que, a falta de oportunidades, ven un camino en las bandas criminales. Pero ya dejó su tesis en el programa: ¿’Narcodolarización’? El caso ecuatoriano.
El capítulo que “Ahí les va” le dedicó al problema ecuatoriano el 16 enero no solo fue coyuntural, sino que ya traía cola. Unos días antes, RT destacaba en un titular: “Dolarización y narcotráfico: el vínculo por detrás del conflicto interno en Ecuador”. Un mes antes, en diciembre de 2023, RT titulaba “La crisis de seguridad de Ecuador inició con la dolarización hace más de 20 años”, en la que el economista ecuatoriano Ludwig Álvarez Rengifo dice que esa es la razón para que, 23 años después, Ecuador sea “sede logística” para tráficos ilegales “de armas, de blancas, también todo lo que es los dineros producto de peculado, cohecho, concusión, enriquecimiento ilícito...”
Mirando más atrás, en agosto de 2023, cuando fue asesinado el candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio, la cadena rusa decía que: “La dolarización de Ecuador lo ha convertido en el centro de operaciones de las mafias”. Pero ¿es la dolarización la causante de todos los males habidos y por haber?
Lea también: Canal RT amplifica ataques de Correa contra la Fiscal
Más allá del discurso
Bajo la teoría de que la dolarización atrae al narcotráfico, Panamá, que adoptó esta moneda hace 120 años y tiene frontera con Colombia, ya se habría “narcotizado” mucho antes que Ecuador. Los expertos coinciden en que el tema tiene muchas explicaciones. Una de ellas es que el control militar que se desplegó con el Plan Colombia hizo que ciertas actividades se desplacen hacia Ecuador, aprovechando sus puertos en las costas del Pacífico.
El Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), ubica a la década del 2000 como el inicio de la expansión del crimen organizado, cuando la banda de Los Choneros logra alianzas con organizaciones extranjeras como el Cartel de Sinaloa y las disidencias de las FARC. Una segunda etapa llegaría entre 2010 y 2015, cuando Los Choneros se hacen con el monopolio criminal, tras la salida de escena de las pandillas Latin Kings y Ñetas, que empezaron un proceso de pacificación.
Entre el 2015 y 2020, aterrizan en Ecuador otros actores criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación, la mafia albanesa y otros grupos disidentes de las FARC. Y es asesinado alias “Rasquiña”, quien comandaba a Los Choneros. Para el 2020 se habría abierto una fase de atomización con la emancipación de las bandas satélites de Los Choneros, situación que parece haberse consolidado para 2024, cuando el gobierno del presidente Daniel Noboa identificó 22 bandas a las que calificó de terroristas.
Durante todo este tiempo hubo narcotráfico y lavado de dinero en Ecuador, pero a criterio de Freddy Rivera, consultor de temas de seguridad e inteligencia y académico de Flacso, el lavado se intensificó desde 2018. No solo por el ascenso y disputa de las bandas criminales, sino también por tres medidas del gobierno de entonces que considera erradas: la eliminación del Ministerio de Justicia, la reestructuración de sistema de inteligencia y el debilitamiento de la Unidad de Análisis Financiero (UAFE).
“Eso deja sin datos para hacer inteligencia criminal, inteligencia estratégica e inteligencia económica”, dice Rivera. “La dolarización no es la causa, es un ingrediente más, que es aprovechado por el crimen gracias a la falta de control de Estado”. Refuerza este argumento con el caso Metástasis que explotó a finales de diciembre y salpicó a un general, ex director de antinarcóticos y ex director del SNAI en el gobierno de Guillermo Lasso, a un exasambleísta afín al correísmo, y hasta al expresidente del Consejo de la Judicatura. El caso también salpicó el proceso de selección de Superintendente de Bancos. Aunque Ecuador es un país poco bancarizado y muchas transacciones se hacen en efectivo, es justamente el sistema financiero por donde pasa gran cantidad del lavado.
Un estudio de CELAG estimó que en 2021 se lavaron unos 3.500 millones de dólares, lo que representa un 3 por ciento del PIB. De allí, por ejemplo, que un análisis de InSight Crime destaque tres variables que inciden en el lavado: el rol del Ecuador como país de tránsito, el dólar como moneda en curso, y la permeabilidad del sistema bancario. De hecho, el ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, dijo que había encontrado “desmantelada” a la UAFE, lo que impide investigaciones y cruces de información.
Si bien, los análisis y expertos consultados por la cadena rusa aciertan en que parte del problema es la falta de control del sistema bancario, se equivocan al afirmar que el lavado es tan sencillo como pagar la droga en dólares y que esos dólares circulen en la economía ecuatoriana.
Una de las dinámicas y explicaciones de la violencia, explica Fernando Carrión, experto en seguridad, es que a los cárteles se les hacía difícil traer los dólares. Eso hizo que desde hace tiempo atrás empezaran a pagar a las bandas locales con parte de la droga. Eso a su vez hizo que las bandas empezaran a vender el producto en las calles y a pelearse por el territorio, consecuentemente, las bandas cada vez se hacen más poderosas. Por eso, Carrión considera que gran parte de ese lavado corresponde a recursos locales generados por las bandas. Esos 3.500 millones de dólares que se estarían lavando en el país, representan una suma muy alta dentro en la economía ecuatoriana, pero relativamente pequeña dentro de todo el tráfico internacional. “La dolarización sí, es un factor, pero decir que la droga depende de la dolarización o que la droga es un paraíso con la dolarización, hay una gran distancia.”
Lea también: Así funciona el plan propagandístico de Rusia en Latinoamérica: ¿Qué gana Putin con la desinformación?
La agenda de la dolarización
A medida que la droga proveniente de Ecuador siga ganando mercado en Europa y otras zonas, en lugar de Estados Unidos, se comprobará si esas transacciones se hacen en euros, dólares u otras monedas. Pero, además, los analistas dicen que las incautaciones de armas están demostrando que los carteles no solo están pagando a las bandas locales con droga, sino con armas y tecnologías, como drones y equipos de comunicación, lo que les ha permitido dedicarse a otras actividades delincuenciales como la extorsión y minería ilegal, por ejemplo. Las dinámicas de la violencia y el lavado de dinero, sus causas y efectos van más allá de si el país está dolarizado o no.
Siempre ha habido un estigma sobre la dolarización de parte de ciertos políticos, dice Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF). Explica que los sistemas dolarizados implican una férrea disciplina fiscal de los países, es decir, que no se debe gastar más de lo que se tiene, y eso resulta ser una camisa de fuerza para los populismos y la demagogia. Por el contrario, en sistemas de moneda propia se pueden hacer devaluaciones. Esto quiere decir que, si un gobierno ya se acabó todo el dinero, recurre al Banco Central para imprimir más billetes, llámense sucre, pesos, bolívares, etc. Eso sirve para pagar los sueldos del sector público, pero al día siguiente, cuando esa persona va a comprar algo, como hay más billetes en circulación, las cosas son más caras.
Eso se llama inflación: “crecen los billetes, pero no crece la economía”, señala Carrera. Justamente Venezuela y Argentina, que han sido países que recurren a la devaluación, muestran inflaciones astronómicas, que han llevado a pensar en la dolarización. No obstante, en esas economías muchos sectores se manejan dólares para resguardar el valor del dinero. Así que las respuestas al narcotráfico o la hiperinflación no están en si un país es dolarizado o no, porque hay ejemplos para todo.
Carrera dice que la dolarización facilita el lavado de dinero, pero solo cuando el Estado es débil y no puede controlar las actividades ilícitas. Por eso, los analistas consultados coinciden en que para salir de esta crisis el país requiere institucionalidad. Primero, institucionalidad para impedir la permeabilidad del narcotráfico en la Justicia, las fuerzas del orden y la política. Segundo: reforzar sus sistemas de inteligencia estratégica e inteligencia financiera para detectar las transacciones que provienen de actividades criminales. Y tercero: crear las condiciones para una economía más formal y con mejores oportunidades para su población. Sin eso, todo el despliegue militar del último mes, no servirá de nada.
Salir o no de la dolarización solo es una pregunta que se hace RT. Incluso ha puesto a discutir a expresidentes: fue uno de los temas abordados en el programa que Rafael Correa tiene en la cadena rusa llamado “Conversando con Correa”, en el que invitó al expresidente de Colombia Ernesto Samper y los dos coincidieron en que la dolarización es una de las causas de la desglobalización en América Latina, ya que el dólar impone sus reglas. La desglobalización se refiere a una disminución de la actividad económica de los países.
De hecho, uno de los principales temas de la geopolítica rusa es la creación de una moneda común para los BRICS y también el apoyo para una moneda regional en América Latina. Varios medios satélites de RT, como Sputnik, o en misma línea de Rusia, como Página 12, sobre todo en Argentina, donde el presidente Javier Milei ofreció dolarizar el país, replicaron el discurso de la dolarización y el narcotráfico cuando Ecuador vivía los peores días de violencia durante la segunda semana de enero.
Una búsqueda rápida sobre lo que han publicado otros medios internacionales sobre la dolarización, como BBC Mundo, France24, DWNoticias, El País, muestran un abordaje a los retos económicos que implica para Ecuador o para una potencial medida en Argentina, pero ninguno ha fijado la tesis de una relación directa con el incremento del narcotráfico y la violencia como lo ha hecho RT.
El investigador estadounidense Douglas Farah, quien escribió el informe “Campañas de influencia rusa en América Latina, junto al español Román Ortiz, dice que a través de estos discursos Rusia intenta posicionarse en América Latina y lo está logrando. “Lo que buscan es quitar, redefinir lo que ha definido o tratado de definir Estados Unidos y la Unión Europea desde la guerra fría. El discurso es “necesitamos un mundo multipolar, Estados Unidos maneja un mundo unipolar”. Lo que ellos entienden es que no pueden quedar mensajes muy pro rusos, no están diciendo “Rusia es lo mejor”, sino: “Somos una alternativa a Estados Unidos”.