Agotamiento excesivo y depresión en médicos ecuatorianos que tratan covid-19
Trastorno por estrés postraumático, síndrome de burnout y depresión son algunas de las enfermedades que se presentan en profesionales de la salud que tratan pacientes con coronavirus. Y es que tras más de un año de pandemia, el trabajo no ha parado y el agotamiento persiste.
Los médicos no solo deben afrontar el estrés que genera las largas jornadas de trabajo, sino también el miedo constante de contagiarse y transmitir el virus a los miembros de sus familias.
Carla León, jefa de terapia respiratoria del Hospital Teodoro Maldonado Carbo en Guayaquil, comenta que pese a que ya se contagió, el temor sigue latente, “cada día me encomiendo a Dios, para seguir luchando en esta dura batalla”.
León trabaja en una de las áreas más críticas de la hospitalización, porque establecen el dispositivo de oxígeno correcto para cada paciente y tienen contacto directo con las secreciones.
“Hacemos guardias de 24 horas, pero nosotros tenemos esa vocación de servicio, nos formamos para ayudar a los enfermos no solo de coronavirus, sino de todas las dolencias”.
A pesar de las ganas de seguir ayudando a los pacientes, los médicos tienen momentos de quiebre, “se nos salen las lágrimas porque a veces no sabemos qué hacer, hay mucho personal que tiene miedo, me dicen ya no quiero estar en tal área, es deprimente”.
Ecuador vive una segunda ola de contagios por covid-19, lo que nuevamente ha llevado al sistema de salud a su máximo límite, incluso ha sobrepasado los meses más críticos del año pasado.
Pese a que desde el 23 de abril se aplica un estado de excepción para 16 provincias, que entre otras incluye, confinamiento total los fines de semana; las casas de salud siguen llenas especialmente en Quito y Guayaquil.
“La gente se confió mucho, hubo un tiempo donde la curva de contagios estaba aplanandose, pero siguieron las aglomeraciones y con la llegada de la vacuna pensaron que todo se solucionaría”, dijo la doctora.
DESILUSIÓN Y CANSANCIO
Las aglomeraciones e incumpliento de las restricciones han sido dos de los factores determinantes para que los contagios en Ecuador aumenten. De hecho, la Policía Nacional ha detectado más de dos mil aglomeraciones en toque de queda desde el 23 de abril, así mismo, se identificaron más de mil fiestas clandestinas.
Al inicio de la pandemia, los médicos percibían estas situaciones con molestia, pero “eventualmente es una sensación de desilusión, la gente no acaba de entender la severidad de la enfermedad”, mencionó Manuel Jibaja, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo.
Jibaja comenta que al igual que todo el personal de salud tiene cansancio crónico, “dormimos muy poco ya sea porque no hay tiempo o por la preocupación”, aunque han existido épocas de bajones emocionales que afectan en el trabajo, “en la práctica nos hemos autoimpulsado para seguir trabajando”.
Las condiciones laborales para los médicos no han cambiado, siguen trabajando sin descanso, “hay días en que se puede comer en horas adecuadas, otros a cualquier hora, hubo un tiempo donde disminuyó la cantidad de casos, pero nunca a un nivel para estar tranquilos”.
A esto hay que añadir las condiciones críticas en las que trabajan, este martes, trabajadores del Hospital Eugenio Espejo aseguraron que no hay medicamentos, insumos ni personal necesario para atender a los pacientes.
“La situación en insumos es tremendamente complicada porque hay carencia de medicamentos básicos para el manejo del paciente de cuidados intensivos, sobre todo respiradores, además, hay escasez de sedantes y analgésicos. Estamos trabajando con problemas quizás mayores que al inicio, porque ahí disponíamos de todas estas medicinas”, denunció Jibaja.
TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
El personal de salud se enfrenta diariamente a altos niveles de estrés, lo que puede provocar depresión y ansiedad durante largos periodos de tiempo.
Así lo confirma, la psicóloga clínica, Daniela Ziritt, quien señala que esto no solo sucede por las responsabilidades del personal sino también por las dificultades que enfrentan, los estigmas sociales en las familias o barrios y el miedo constante de contagiar.
Ziritt explicó que el principal impacto psicológico que atraviesan los médicos es el trastorno por estrés postraumático, que se presenta cuando una persona vive una experiencia traumática por un largo periodo de tiempo. Usualmente quienes más lo padecen son individuos que han estado en guerras civiles o víctimas de desplazamientos forzados.
“El personal médico está en constante incertidumbre y peligro. Esto puede llevar a que las situaciones que vivan, sean tomadas con estrés constante o un trauma que generará falta de motivación”, indicó la psicóloga.
Otro problema constante es el síndrome de burnout, agotamiento mental que se da por una carga laboral extrema, esto se puede evidenciar mientras las personas se encuentran trabajando, mientras otras enfermedades como la depresión o la ansiedad llegan luego del trabajo.
¿PUEDEN GENERARSE IDEAS SUICIDAS?
“La idea suicida no siempre está presente con la depresión, pero sí se puede presentarse sobre todo en este tipo de situaciones, el personal médico se enfrenta a una gran cantidad de muertes, por lo que pueden sentirse responsables o que no han logrado cumplir con su trabajo”, dijo la psicóloga clínica, Daniela Ziritt.
De hecho, una pareja de médicos fue encontrada muerta el 12 de abril del 2021 en Guayaquil, ambos trataban pacientes con covid-19 y uno de ellos padecía de depresión. La hipótesis que manejan las autoridades es que fue un doble suicidio.
Para Ziritt, docente de la Universidad San Francisco de Quito, es esencial que el personal de salud tenga constantemente ayuda psicológica.
“También contar con trabajadores sociales que puedan tener una evaluación de cómo viven, porque estas personas tienen responsabilidades en su trabajo y hogar, esa sobrecarga les lleva a no tener las horas de sueño suficiente”.
Agrega que es importante la percepción que ellos tienen sobre el Gobierno y la sociedad, “el sentir que todo lo que hacen y todo el esfuerzo no tiene un impacto a nivel social porque siguen llegando pacientes”.
MENSAJE DE LOS MÉDICOS
“A las personas que tomen todas las precauciones, que no minimicen el virus. Nosotros seguimos en pie de lucha, nuestro compromiso está intacto, pero necesitamos su ayuda”, Carla León, responsable de terapia respiratoria del Hospital Teodoro Maldonado Carbo en Guayaquil.
“El equipo médico que trabaja en cuidados intensivos a la fecha se encuentra desilusionado de un sector de la comunidad frente a la gravedad de esta enfermedad y parece ser que no hay ningún llamado de atención que funcione. Hago un llamado para que se haga conciencia”, Manuel Jibaja, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo.