Aceleran construcción de variantes para restablecer producción petrolera, afectada por erosión
Con el objetivo de recuperar la normalidad en la actividad petrolera tras la erosión regresiva en el río Piedra Fina en la provincia de Napo, el Gobierno informó, este jueves 16 de diciembre, que se aceleran los trabajos de construcción de las variantes en la zona, para restablecer el transporte de crudo.
Según informó la EP Petroecuador, la séptima variante del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), ubicada en el sector de San Luis, registra un avance del 73% y estará concluida en 17 días, para retomar las operaciones de transporte de crudo, desde la Amazonía ecuatoriana hasta la provincia de Esmeraldas, a partir del 29 de diciembre.
Por su parte, el Oleoducto de Crudos Pesados, OCP Ecuador, construye su variante temporal, la cual tendrá el mismo trazado que la séptima variante del SOTE. Se encuentra al 40% de avance y estará concluida la primera semana de 2022.
En el Poliducto Shushufindi – Quito, que transporta Nafta y GLP, la quinta variante de 2,5 km se encuentra al 81% y estará operativa desde el 19 de diciembre de 2021.
"Los trabajos para la construcción de las variantes se realizan en jornadas extendidas de 24 horas para cumplir con los plazos previstos y se desarrollan bajo condiciones climáticas adversas, ya que en el sector las lluvias son constantes", recoge un comunicado del Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables.
Y agrega que con estas acciones se normalizarán las operaciones del sector petrolero nacional, evitando mayores impactos económicos, mismos que al momento se calculan en cerca de 600 millones de dólares.
La cartera de Estado también ratificó que el abastecimiento de combustibles está garantizado a escala nacional.
Para enfrentar los efectos del fenómeno natural, se implementaron medidas de prevención como: monitoreo permanente, alertas tempranas, suspensión de bombeo del SOTE, OCP y Poliducto y el drenaje de los hidrocarburos existentes en la tubería, con lo cual se evitaron afectaciones ambientales en la zona.
No obstante, la erosión regresiva del río Coca ha afectado la producción petrolera del país con un descenso de alrededor del 53 % en los últimos días, según datos de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables.
El lunes se produjeron 229.336,45 barriles, frente a los alrededor de 486.000 diarios de promedio durante la semana pasada.
El problema de la erosión del río Coca comenzó en febrero de 2020 con el desplome de la cascada de San Rafael y, desde entonces, se han desarrollado varios trabajos en la zona para evitar la afectación a los oleoductos en ese sector: el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE, privado) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP-privado).