Wikileaks pide a Australia poner como condición a EE.UU. retirar cargos contra Assange para "futura cooperación"
El redactor jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, pidió este miércoles una "solución política" para liberar a Julian Assange, coincidiendo con una concentración en Londres para conmemorar el quinto aniversario de su detención.
"Cinco años es tan excesivo y brutal", declaró Hrafnsson a AFP, refiriéndose al tiempo que el fundador de Wikileaks lleva en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres.
El australiano, de 52 años, está a la espera de saber si puede presentar un último recurso contra su extradición a Estados Unidos.
La justicia estadounidense persigue a Julian Assange por la filtración masiva de documentos confidenciales sobre actividades militares y diplomáticas de Estados Unidos, especialmente en Irak y Afganistán.
"Este es un caso que nunca tendría que haber comenzado", afirmó Hrafnsson. "La solución en este caso, en el que nos enfrentamos a una persecución política, es una solución política", indicó, añadiendo que "cada día que pasa, corremos el riesgo de que Julian muera en prisión".
Australia no debe descartar nada, según el redactor jefe de Wikileaks. "Deberían vincular este caso a acuerdos comerciales y a la futura cooperación" entre Canberra y Washington, agregó, citando la alianza militar Aukus,
"Deberían ser osados y decir "no tenemos nada de qué hablar a menos que retiren los cargos contra Julian Assange, para que pueda salir y volver a Australia", insistió.
El 11 de abril de 2019, Julian Assange fue detenido tras pasar siete años en la embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia, donde se enfrentaba a cargos de violación que ya han sido retirados, pero sobre todo a Estados Unidos, que le acusaba de piratería informática.
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La justicia estadounidense acusó posteriormente a Assange en virtud de leyes contra el espionaje que se remontan a 1917.
El 26 de marzo, la justicia británica pidió a Estados Unidos nuevas garantías sobre el trato que recibiría el fundador de Wikileaks en caso de ser extraditado. Sin esas garantías, Reino Unido le permitiría apelar su extradición.