¿Quién es Federico X, el nuevo rey de Dinamarca tras la abdicación de la monarca Margarita II?
Federico X se convirtió este domingo en nuevo rey de Dinamarca tras la histórica abdicación de Margarita II, la monarca viva con más tiempo en el trono, en una jornada en la que Copenhague registró la mayor afluencia popular en tiempos recientes.
La sucesión se hizo efectiva en un Consejo de Estado celebrado en el castillo de Christiansborg, sede del Parlamento, una vez que Margarita II firmó el decreto de abdicación después de más de medio siglo en el trono, aunque la proclamación de Federico no se produjo hasta casi una hora después.
Siguiendo la tradición danesa desde la conversión a monarquía constitucional en 1849, que no incluye ceremonia de coronación ni invitados de otras casas reales, fue la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, la encargada de proclamar rey a Federico, de 55 años, desde el balcón de Christiansborg.
"Su majestad Margarita II ha abdicado. Larga vida a su majestad el rey Federico X", repitió tres veces Frederiksen.
El nuevo monarca, quien se refirió a su madre como "una regente fuera de lo usual", señaló que necesitará el apoyo de "mi amada esposa, mi familia y eso que es más grande que todos nosotros".
"Mi madre ha sido, como pocos, una con su reino. Espero ser un rey unificador", dijo en un breve discurso.
Nacido en 1968, Federico es el primer hijo de Margarita y su difunto marido, el príncipe Enrique, fallecido en 2018.
El flamante monarca es extremadamente popular en todo el país y el 82% de la población cree que desempeñará bien su función.
Fue un adolescente solitario y atormentado, que reprochaba a sus padres que lo descuidaran para cumplir con sus obligaciones. En los años 90 le apasionaban los coches, la velocidad y los clubes nocturnos y se lo consideraba como un príncipe mimado.
También es un apasionado de la causa climática. Habla francés por su padre, el diplomático francés Henri de Monpezat, y también inglés y alemán.
Se graduó en ciencias políticas por la Universidad de Aarhus y tuvo formación militar, lo que le ganó el favor de sus futuros súbditos. También se distinguió por participar en una expedición de esquí en Groenlandia, donde recorrió 3.500 km en cuatro meses.
En 2004 se casó con Mary, una plebeya australiana a quien había conocido en un bar de Sídney durante los Juegos Olímpicos de 2000. la pareja tiene cuatro hijos, de entre 11 y 18 años.
María y Federico, deportistas, amantes de la música pop y del arte, son una pareja moderna, según el historiador Sebastian Olden-Jorgensen, y trataron de dar a sus cuatro hijos una educación lo más normal posible, enviándolos a escuelas públicas.
CASI 900 AÑOS DESDE LA ÚLTIMA ABDICACIÓN
Desde que Dinamarca se convirtió en monarquía hereditaria en 1660, ningún rey o reina había abdicado y el último precedente se remonta a 1146, cuando Erico III abandonó el trono para retirarse a un monasterio.
De ahí que el inesperado anuncio realizado por Margarita II en su tradicional discurso de Fin de Año -no se lo dijo a sus hijos hasta tres días antes, según ha confirmado la Casa Real- tomara por sorpresa a todo el país, aunque la decisión ha recibido un amplio respaldo.
La reina, que en repetidas ocasiones había reiterado que su trabajo era "de por vida", apeló a su edad (83 años), a los problemas derivados de una complicada operación de espalda y a la necesidad de dar paso a la nueva generación.
La elección de la fecha no fue casual: otro 14 de enero, pero de 1972, la entonces princesa heredera, gracias a la abolición de la ley sálica 19 años antes, era proclamada reina desde el balcón de Christiansborg tras la muerte horas antes de su padre, Federico IX.
En Dinamarca, el papel del monarca, jefe de Estado, es sobre todo representativo y protocolario. Sin embargo, firma las leyes y preside formalmente la formación del gobierno con el que se reúne de manera periódica.