Ecuador entrega 12.000 granadas a Perú para enfrentar protestas; habían sido prestadas a Lenin Moreno
Las protestas en Perú en reclamo de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte se profundizan para presionar al Congreso que se vuelva a tratar un adelanto de las elecciones.
Las seis semanas de protestas están dejando pérdidas por más de 500 millones de dólares en la mayoría de actividades económicas del país por los bloqueos y paros impuestos por los manifestantes y sin que se vislumbre aún una salida a la grave crisis política y social en la nación andina.
Además, empieza a escasear el material antidisturbios utilizado por los uniformados para controlar los incidentes.
Por lo que, la Policía Nacional del Perú solicitó a Ecuador la devolución de un lote de 12.000 granadas lacrimógenas, que recibió en préstamo durante el 2020 luego de que el expresidente Lenin Moreno lanzara un paquete de medidas económicas.
Según publicó el medio peruano La República, ante la carencia de material debido a las sucesivas protestas contra el gobierno de Boluarte, la PNP resolvió dirigirse a la Policía Nacional de Ecuador (PNE) para que le retorne las granadas lacrimógenas que le había confiado en un contexto de emergencia.
El lote que devolvió la policía ecuatoriana consiste en lo siguiente:
-4.400 granadas lacrimógenas calibre de 37 mm.
-granadas lacrimógenas calibre 37 mm.
-5.000 cartuchos de 12 mm.
-1.000 granadas de mano.
El medio también señaló que, según fuentes del Ministerio del Interior, el lote de granadas fue recibido por la Policía Nacional del Perú en la frontera con Ecuador. Luego el cargamento fue trasladado al aeropuerto de Tumbes, desde donde una aeronave de la Aviación Policial hizo el traslado hacia Lima.
Cuando los actores económicos pensaban que la salida del izquierdista Pedro Castillo de la Presidencia, por un intento fallido de golpe de Estado, traería mejoras a las expectativas macroeconómicas del país, las protestas recrudecieron y demandaron también la renuncia de su sucesora Dina Boluarte.
Las manifestaciones de rechazo a Boluarte empezaron en el sur del país en cuanto asumió el cargo, el pasado 7 de diciembre, y se fueron extendiendo a casi todo el territorio, después de que se produjeron las primeras muertes por la represión policial, que ahora superan los 60 decesos.