Bromas y alardeo entre los líderes del G20 en Roma
Los líderes de las mayores economías del mundo, reunidos en Roma para enfrentar la pandemia y el calentamiento global, han dejado sus diferencias de lado para bromear y alardear amablemente en los pasillos de la cumbre.
"No me has felicitado por el triunfo de Argentina en la Copa América", le dijo el presidente Alberto Fernández a su homólogo brasileño Jair Bolsonaro, al referirse a la final con Brasil.
El fútbol fue el tema durante el ingreso al recinto para la foto de grupo pocos antes de la apertura oficial de la cumbre del G20, la primera presencial tras la aparición de la pandemia de coronavirus.
Fernández alardeó con Bolsonaro ya que el mandatario brasileño, con el que mantiene fuertes diferencias ideológicas, había augurado el triunfo de Brasil por nada menos que 5 a 0.
El presidente argentino tampoco perdió la ocasión para saludar su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, y manifestarle el "mucho interés" que tenía por conocerlo.
"Ayer estuve con un argentino muy amigo tuyo", le respondió por su parte Biden, al referirse a su largo encuentro en el Vaticano con el papa Francisco, según revelaron a la prensa miembros de las comitivas presentes.
"¡Hola, Joe!", saludó el primer ministro británico, Boris Johnson, con tono muy informal al presidente estadounidense, tras llegar un poco tarde y fingir que empujaba al dirigente francés, Emmanuel Macron.
Por primera vez, en la foto de grupo del G20 participaron médicos y bomberos, quienes estuvieron en primera línea en la batalla contra la pandemia, una "idea maravillosa", según la canciller alemana Angela Merkel.
La reconciliación entre Estados Unidos y Francia tras la crisis de los submarinos, plasmada la víspera en un encuentro entre ambos líderes en la embajada de Francia ante la Santa Sede, resultaba evidente este sábado.
A Biden se le vio sentado junto a Macron conversando amablemente.
Paralelamente, sus respectivas esposas, Jill, y Brigitte, recorrieron Roma para un paseo turístico junto con otros invitados especiales, que incluía el Coliseo y también la Capilla Sixtina.
Los líderes han sido invitados a una suntuosa cena en la sede de la presidencia italiana, el Palacio del Quirinale, cuyo menú será un festín de la gastronomía italiana: risotto de calabaza, alcachofas rellenas y naturalmente mucho vino.