España toma el desafío de recomponer la Cumbre Iberoamericana, tras ausencias y desacuerdo en Cuenca

Casi todos los países optaron por enviar a representantes de segundo nivel, lo que desperfiló una cumbre que buscaba tratar la 'innovación, inclusión y sostenibilidad' como ejes centrales de discusión.
EFE y Redacción Vistazo
Los participantes en la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno posan para la foto de familia este viernes, en el museo Pumapungo en Cuenca.

España asumió este viernes el reto de recomponer la Cumbre Iberoamericana tras culminar una cita en Cuenca (Ecuador) marcada por registrar el número más alto de ausencias de la historia de este foro y la imposibilidad de alcanzar un consenso para adoptar una declaración final, debido a las posturas antagónicas de Argentina y Cuba, que protagonizaron un enconado intercambio de acusaciones durante la sesión plenaria.

Lea también | España y Ecuador firman acuerdo de cooperación por más de 106 millones de dólares hasta 2028

El rey de España, Felipe VI, fue el encargado de recibir el testigo para organizar en 2026 la XXX Cumbre Iberoamericana después de que la cita de Cuenca concluyese sin una declaración aprobada por los diecinueve países participantes de un total de veintidós que integran la comunidad iberoamericana.

Y es que por primera vez en la historia de las cumbres, que se organizan desde 1991, hubo tres sillas vacías correspondientes a México, Nicaragua y Venezuela, los tres países que rompieron relaciones este año con Ecuador, cuyo presidente, Daniel Noboa, fue el único presidente de América Latina en la cita, en otro hecho sin precedentes.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa (i), habla con el presidente de Portugal Marcelo Nuno Duarte Rebelo, antes de la foto de familia de la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

Además del monarca español, los únicos jefes de Estado o de Gobierno que llegaron a la cita en la ciudad andina fueron el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot.

Los demás países optaron por enviar a representantes de segundo nivel o de incluso menor rango, lo que desperfiló una cumbre que buscaba tratar la 'innovación, inclusión y sostenibilidad' como ejes centrales de una discusión que proponía como soluciones fomentar el empleo y una mayor integración en materia de educación.

Sin embargo, el documento final se encontró con la negativa del Gobierno del presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, a apoyar acciones encaminadas a avanzar en los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y en la Agenda 2030, especialmente en materia de equidad de género y lucha contra el cambio climático.

El rey Felipe VI se despide al final de la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno este viernes.

Además, la delegación de Argentina también quiso eliminar la condena al embargo de Estados Unidos a Cuba, cuyo representante rechazó aprobar cualquier documento que no incluyera la histórica demanda del Gobierno cubano.

Esta tensión quedó completamente al descubierto en la sesión plenaria de la Cumbre, en la que los representantes de Argentina y Cuba se enzarzaron en un intenso y duro intercambio de acusaciones.

Lea también | Encuentro clave entre Joe Biden y Xi Jinping en Perú en la cumbre Asia-Pacífico; marcado por el regreso de la era Trump

El delegado de Cuba, Rodolfo Benítez, aseguró que Argentina llegó a Cuenca con discursos de odio para reventar la Cumbre, pero advirtió de que fracasó en ese propósito al quedar aislada de una declaración especial que firmaron el resto de participantes menos el representante del Gobierno de Milei, al que acusó de mostrar "absoluta sumisión" a Washington.

El cubano señaló que la Cumbre Iberoamericana "no puede convertirse en rehén de posturas aislacionistas que buscan hacer retroceder en la concertación de posiciones conseguidas durante más de tres décadas". "Se pone en riesgo la relevancia futura y la existencia de este foro", sostuvo Benítez".

De su lado, el embajador Eduardo Acevedo, en su calidad de delegado de Argentina, señaló que su país "no puede permanecer ni indiferente ante las violaciones al Estado de Derecho y a los derechos humanos", y cuestionó el "silencio" en relación con las situaciones de derechos y libertades en Cuba, Venezuela y Nicaragua.

"A consideración del Gobierno argentino es Cuba quien tiene que recuperar la democracia y respetar los derechos humanos y libertades de sus habitantes", dijo el representante argentino.

Asimismo, se preguntó cuáles son las acciones que la comunidad iberoamericana, formada por veintidós países, está tomando al respecto.

El delegado argentino también aseveró que gobernar es priorizar y que las prioridades de la región "no se encuentran en la ejecución de agendas supranacionales de dudosa legitimidad". "La autoridad central e insustituible de nuestros países -dijo- es la de preservar la democracia, la seguridad, la paz, la libertad y la integridad territorial".

Así, el borrador de la declaración adoptada por los otros dieciocho países, a la que tuvo acceso EFE, incluye una condena al embargo contra Cuba y un "compromiso con la igualdad de género, como pilar fundamental para la construcción de sociedades más justas, igualitarias, pacíficas e inclusivas con la promoción y protección de los derechos humanos de las mujeres".

Además, contempla "aumentar la producción y el uso de fuentes de energía limpias y renovables" e "incrementar, asimismo, los esfuerzos de mitigación, adaptación y resiliencia al cambio climático".

Como principal resultado oficial de la Cumbre está la adopción por parte de los ministros de Relaciones Exteriores de Iberoamérica de un Plan de Acción para trabajar en empleo juvenil, movilidad estudiantil y avanzar en derechos digitales y ambientales.