Aprendizaje continuo y personal

Melisa Spurrier

“El PLE es la posibilidad que nos da el Internet de tomar un conjunto de herramientas gratuitas, recursos y fuentes de información y de hacer contacto con un conjunto de personas para aprender y desarrollarnos profesionalmente”. Jordi Adell

En la actualidad, nueva información se produce a diario. Es muy probable que si usted se graduó hace cinco o 10 años, mucho de lo que aprendió ya esté obsoleto. Por tanto, la capacitación continua es actualmente una necesidad. Hay distintas formas de capacitarse, por un lado, se puede asistir a cursos tradicionales, donde un grupo de aprendices se reúnen en un lugar físico y asisten a una conferencia o participan en talleres de una temática particular. Las metodologías son variadas: o centradas en el docente, donde el facilitador dirige y explica en detalle el tema a tratar, o centrados en los aprendices, donde los asistentes participan activamente resolviendo un caso o problema, individual o grupalmente, bajo la supervisión de un experto.

Por otro lado, está la formación virtual. De esta última, hay de distintos tipos. Por una parte, uno puede inscribirse en un curso en línea, que sigue un programa determinado, donde los participantes acceden a un aula virtual y realizan actividades varias diseñadas por el docente. En ciertos casos, puede ser combinada con ciertas clases presenciales (modalidad semipresencial) o ser puramente en línea. Para este tipo de cursos, el profesor crea una plataforma en donde incluye lecturas asignadas, diapositivas, conferencias pregrabadas, videos, foros de discusión, tareas a desarrollar, juegos e incluso pruebas en línea. Recientemente tomé un curso titulado “Competencias digitales para el aprendizaje”, con modalidad semipresencial, en que las docentes utilizaron varios programas que gratuitamente se pueden encontrar en Internet para apoyar el proceso formativo. Por ejemplo, utilizaron Blogger cuando quisieron que reflexionemos sobre nuestras experiencias en clase, CmapTools para que organicemos ciertas ideas en un mapa conceptual, Piktochart para que elaboremos una infografía, Pixton para que desarrolláramos un cómic, Kahoot y Socrative para que contestemos pruebas de conocimientos en línea, Evernote para almacenar documentos de nuestro interés, Twitter para intercambiar ideas con nuestros compañeros del curso, entre otros.

Además de la formación virtual dirigida, está la formación online personal. En esta modalidad, uno mismo plantea sus propios objetivos de aprendizaje y utiliza los distintos recursos en línea para cumplirlos. En esta modalidad no hay programa, ni profesor, ni examen, ni diploma. Es decir no existe temario preestablecido desde fuera, más bien es construido por el propio aprendiz, en base a sus intereses. Para ello sirve el PLE, entorno personal de aprendizaje o “personal learningenvironment”. Según Jordi Adell, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación: “El PLE es la posibilidad que nos da el Internet de tomar un conjunto de herramientas gratuitas, recursos y fuentes de información y de hacer contacto con un conjunto de personas para aprender y desarrollarnos profesionalmente”. Contar con un PLE no implica solo leer y consumir lo que otros producen, sino también producir y compartir nuestras propias elaboraciones.

Para concluir, vivimos en una sociedad que nos exige formarnos continuamente, pero a la vez, existen una serie de espacios –reales y virtuales– que nos permiten seguir capacitándonos para intentar estar al día con los avances de cada una de las disciplinas. La falta de recursos económicos no es excusa, pues el Internet ofrece una serie de herramientas gratuitas, que nos permiten acceder a mucha información y a personas dispuestas a compartir e incluso a aprender lo que estemos dispuestos a producir.

Fuentes: 
Sobre PLE: Jordi Adell
Dolores Zambrano y Yidda Marcial,
Universidad Casa Grande.