¿Está el Ecuador preparado para los efectos de la guerra?
Estamos a un día de entrar a la segunda semana del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, el cual sigue escalando de forma alarmante. Sus efectos inmediatos ya se empiezan a sentir en las economías a nivel internacional y el Ecuador no está exento a ello. Desde la visión del Gobierno expresada por el Ministro de Producción, Julio José Prado, la guerra podría poner en riesgo alrededor de USD 1.000 millones este año, fruto de la posible afectación a las exportaciones desde el país hacia Rusia, en productos como el banano, camarón, flores, pesca y cacao.
Las complicaciones en el corto plazo no se quedan ahí. Según Rodrigo Gómez de la Torre, analista agropecuario, también podríamos enfrentar la escasez de productos imprescindibles para el sector agrícola, como la urea, puesto que Rusia es el principal exportador de este químico utilizado por todos los agricultores y ganaderos a nivel nacional para fortalecer la productividad del suelo. Además, existe un súbito incremento en el valor de varios productos primarios como el trigo. El resultado de estas variaciones puede terminar siendo el incremento de los costos de producción, encareciendo los precios de varios productos de la canasta básica.
Dicho aumento se sumaría a la actual tendencia: según el último reporte del INEC de este mes, los precios en el Ecuador ya están subiendo, lo cual se refleja en la tasa de inflación más elevada de los últimos 7 años, que ya bordea el 2.71%. La tendencia al alta puede seguirse agravando, puesto que el precio internacional del barril de petróleo, que ha llegado a niveles históricos y sigue en alza, se traduce en mayor costo de los combustibles y este a su vez tiene incidencia directa en los rubros del transporte de bienes y servicios. El Gobierno nacional sostuvo en ocasiones anteriores que los precios de los combustibles no deberían afectar a los ecuatorianos, sin embargo, en el mismo reporte del INEC, se puede observar que el incremento en la categoría de transporte es el de mayor incidencia en la actual inflación de la economía ecuatoriana.
El shock externo producto del conflicto bélico puede golpear principalmente a los estratos más populares del país. Según el economista Byron Villacís, los incrementos de los precios afectan mayoritariamente a las familias de estratos medios y populares, quienes en proporción pueden terminar gastando hasta un 43% de sus ingresos en categorías que sufrirán subida de costos como la alimentación y el transporte.
A los efectos para el Ecuador, producto de esta guerra, hay que sumarle la difícil realidad del país: por más que el Gobierno intente imponer su discurso de la recuperación económica, indicadores claves como son el empleo informal o la pobreza, le demuestran todo lo contrario. Según el INEC, para enero del 2022, el 53.1% de las personas se encuentra en el sector informal de la economía, aumentando en 2.5 puntos porcentuales comparado con el mes anterior, mientras que la tasa de pobreza multidimensional alcanzó en diciembre del 2021 un 39.2% a nivel nacional, con un 24.3% repartida en el área urbana y un 70.7% en el sector rural.
A todo esto, se debe sumar el componente político. Para el Gobierno según las declaraciones del presidente en su último programa de los martes, los costos de la guerra deben ser asumidos por el sector empresarial, el cual cada vez se va alejando más de las posturas del Ejecutivo. Por otra parte, la Asamblea Nacional se encuentra en su guerra interna, que incluso según analistas políticos cercanos al Gobierno dicen, puede terminar en una muerte cruzada. Cada vez se vuelve más evidente que la ruptura con el partido Social Cristiano no le vino bien al Gobierno y fue el inicio de un Ecuador del desencuentro político.
No hay lugar a dudas, a la fecha, el Ecuador no está preparado para los efectos de la guerra en Ucrania. Al Gobierno no le vendría mal un baño de realidad para poder enfrentar lo que se viene.