La historia de Colombia se reescribe
Con un 45 % de abstención, Colombia acudió a las urnas y la historia del país cambiará por siempre.
El muy controversial exguerrillero del M19, exsenador y exalcalde depuesto de Bogotá Gustavo Petro, pasa como bien lo supieron vaticinar las encuestas, de primero a la segunda vuelta electoral. La gran sorpresa la dio quien llega de contendor en segundo lugar, hablamos del exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, se hace llamar “Ingeniero” pero lo único cierto es que este septuagenario y millonario empresario es un verdadero tiro al aire.
Algunas de las declaraciones y actuaciones de Hernández, además de controversiales, son retrógradas. Solo para ejemplificar, destaco cuando públicamente abofeteó a un concejal opositor en 2018, o cuando confesó en una entrevista ser seguidor de un pensador alemán, Adolfo Hitler, o cuando afirma que por supuesto que está muy bien que el rol de la mujer sea la casa.
El hecho cierto es que queda claro que existe un gran y profundo descontento social, que ganó un voto protesta que termina así con 20 años de influencia y gobierno del Uribismo y con casi 100 años de status quo en donde los partidos tradicionales se turnaron el poder.
Se vienen ahora tres semanas para de una campaña en donde el denominador común será exaltar al populismo caudillista en extremo, en donde la tónica será terminar de sembrar el miedo a que por primera vez llegue y gobierne la extrema izquierda en ese país y por el otro lado, un candidato del que finalmente si bien se conocen sus exabruptos, no se puede decir lo mismo sobre su propuesta de plan de Gobierno, ya que decidió no acudir a los debates previos (algo que le resultó) y se dedicó, en su lugar, a posicionarse como un candidato anti-establishment exclusivamente en redes sociales.
Este 19 de junio Colombia se juega mucho. Un país extremadamente rico y desigual, marcado por la guerra interna que busca encontrarse y lograr zanjar yagas aún muy abiertas, como lo son el proceso de paz con las disidencias guerrilleras, la falta de oportunidades y la muy anhelada reactivación económica post pandemia.
Finalmente, todo parece indicar que el Ecuador se quedará solo ideológicamente en la región, como una única isla en donde gobierna la centro derecha en un nuevo mar en donde la izquierda y la izquierda radical se han hecho con el poder. Todo un reto en sí mismo para la diplomacia del encuentro, propuesta por el presidente Guillermo Lasso.