Dolarizar sí, pero ¿cómo?
Sabemos los beneficios de dolarizar para acabar con el secuestro del dinero por parte de los políticos argentinos, que provoca que el dinero pierda poder de compra cada día. Ahora, la pregunta más importante es ¿Cómo dolarizar? Aquí te lo explico.
PASO 1- Dinamitar la impresora de billetes: Implica poner fin a la expansión monetaria (la impresión irresponsable de billetes), la fuerza motriz de la inflación.
PASO 2- Liberar el tipo de cambio: Argentina tiene infinidad de tipos de cambio para cada actividad productiva. Estos se convierten en maneras de robar a los ciudadanos aplicándoles un precio distinto dependiendo de su actividad. Hay que eliminar todos los tipos de cambio administrados y permitir la libre flotación. Luego de fluctuaciones iniciales, la cotización del dólar se estabilizará, y pronto empezará a descender como consecuencia de haber puesto fin a la expansión monetaria (Paso 1)
PASO 3- Fijar un tipo de cambio legal para dolarizar: Cuando la cotización del dólar empieza a caer, es el momento de dolarizar. Implica fijar un tipo de cambio legal para el intercambio de pesos por dólares. La paridad legal debe partir de un tipo de cambio de mercado, al cual sea indiferente transar en dólares o pesos. Así se evitan costosas distorsiones al dolarizar a un tipo de cambio ficticio (sobrevalorado o subvalorado)
PASO 4- Liberar flujos de capitales y comercio internacional: Esto genera confianza en los mercados y elimina cualquier desequilibrio en la balanza comercial y de pagos. Sin manipulación monetaria, los flujos internacionales dependerán de la cantidad real de dólares en la economía.
Hasta ahí los pasos para dolarizar. Pero no olvidemos que la dolarización es solo un cimiento sólido para construir una economía sana. Esto significa que todavía hay que solucionar el resto de graves problemas de la economía argentina. Enfrentar la crisis fiscal implica renegociar todas las deudas locales e internacionales y reducir el exceso de gasto, priorizando en la población más vulnerable. Con la dolarización, el gobierno ya no podrá financiar déficits imprimiendo billetes.
Para revitalizar la producción, es esencial deshacer las nacionalizaciones, liberar el comercio exterior y eliminar trabas regulatorias a la inversión privada. El resultado será que los argentinos recuperarán la soberanía sobre su dinero y sus vidas, liberándose del intervencionismo y manipulación monetaria impuesta por políticos gastadores. Finalmente, los argentinos deberán evitar los errores del Ecuador: no haber eliminado el Banco Central y seguir utilizando precios políticos que destruyen competitividad.