Rudy Cordero: “el arte no es de vagos”
Rudy Cordero encontró arte entre los metales. La joven escultora descubrió su talento para crear e innovar desde muy pequeña, y aunque en un inicio sus habilidades no eran tomadas en serio, con el tiempo, estas se convirtieron en su forma de vida. Partes de autos, tuercas, entre otros materiales que pasaron por las manos de Cordero, se han transformado en obras únicas cuyo atractivo se ha ganado un espacio en diversas exposiciones.
Cuando Rudy era una niña, la plastilina, cartón, hojas y papel corrugado se posicionaron como sus herramientas predilectas para empezar a explorar sus destrezas en los trabajos manuales. Con el tiempo y tras estudiar en un colegio de bellas artes, descubrió que su creatividad destacaba entre el resto de alumnos, y es que, los dibujos que realizaba en como tarea escolar, sorprendían hasta a su propia maestra, tanto que la enviaba a la oficina de la directora solo para mostrar el talento que había plasmado sobre el papel.
En la misma institución tuvo su primer acercamiento a la escultura, cuando una profesora le solicitó realizar una obra. Cordero decidió emplear tenedores, trinches, entre otros elementos metálicos básicos para formar su primera creación, a la que nombró como “Los bailarines”, y representaba a una pareja moviéndose al ritmo de la música.
Desde aquel entonces, la joven descubrió que esa sería su profesión. En la universidad supo que era capaz de trabajar con piezas de autos, entre otros elementos similares que le permitían dejar fluir su creatividad. “Cuando hago una escultura no me gusta que la obra sea regida, sino que tenga movimiento, no me gusta nada las cosas rectas o toscas, no. Me gusta la sinuosidad, la silueta. Si puedo hacer que una obra gire, lo hago, busco las piezas”, dijo en una conversación con Revista Hogar para el segmento ‘Chicas Reales.
Pronto convirtió su pasión en un trabajo, y realizaba diferentes obras para sus clientes. Sin embargo, los comentarios negativos no tardaron en llegar. “La gente me decía: ‘¿por qué no te pones a trabajar en algo más serio?, eso es de vagos’. El arte no es de vagos, soy dedicada y disciplinada. Me gusta hacer las cosas bien, cada pedido lo hago como si fuera para mí”.
Rudy no pone objeciones a la hora de dar con las piezas ideales para traer a la realidad sus obras; no le importa ensuciarse de grasa o rebuscar entre los materiales metálicos para encontrar los elementos que se acoplen a los diseños que viven en su cabeza, y es que, son pocas las veces que traza sus ideas en un papel, generalmente, estas pasan directamente desde su mente hacia el proceso de construcción.
Cordero no solo ha recibido críticas por dedicarse al arte, sino que también por centrarse en una rama que, para los de pensamiento cerrado, “pertenece solo a hombres”. Sin embargo, su objetivo es demostrar que en su profesión existen campos de creatividad diferentes al yeso o el barro, y que las mujeres también pueden destacar en sectores como el que ella eligió. “Mi mensaje para aquellas mujeres que están destacando en una actividad en especial, es que no se dejen llevar por las críticas (...). Yo les digo que sigan adelante, que se esfuercen en sus proyectos, en aquello que ustedes aman y que confían”.