Pía Salazar, la mejor chef pastelera del mundo
El certamen The World´s 50 Best 2023 acaba de reconocer a Pía Salazar como la mejor chef pastelera del mundo. Este renombrado título le llega hace un poco más de 6 meses después de haber sido nombrada como la Mejor Chef Pastelera de América Latina 2022.
Ella y su esposo, el chef Alejandro Chamorro, son los mentalizadores del innovador Restaurante Nuema, también distinguido como el primero en Ecuador en formar parte de las listas 1-50 y 51-100 entre los 50 y 100 mejores restaurantes de Latinoamérica y del mundo, desde 2022.
El premio al Mejor Pastelero del Mundo es votado por más de mil expertos de 26 regiones del planeta, que agrupa a chefs y restauradores, escritores gastronómicos, además de viajeros gourmet.
La chef no niega que se llevó una gran sorpresa al haber sido favorecida con este premio ya que en la lista vio nombres de otros compañeros referentes en la pastelería mundial: “Fue un momento increíble, un encuentro de emociones, no entendía lo que decían, ni lo que pasaba... ya de regreso al ver el video nuevamente lo asimilé”.
La esencia de Pía
Es una mujer de mirada bondadosa, amplia sonrisa, dueña de un carácter tierno y a la vez de férrea voluntad para asumir riesgos y conquistar metas. Confiesa sin dudar que la cocina estuvo presente en su vida desde siempre, recuerda con cariño a su Cuenca natal como cuna de sus inicios en el arte culinario, “sé que desde niña fue mi sueño el ser cocinera, tuve el ejemplo de mi mamá, mi abuela materna y mis tías. Nos reuníamos para celebrar festividades como bautizos, carnavales, Corpus Christi y el cocinar era toda una ceremonia. Desde las más pequeñas que hacíamos cosas básicas, hasta las mayores que las perfeccionaban con las recetas...”. Pía reconoce que también le gustaba la medicina, ya que por el lado paterno, tanto su abuelo, como su padre y tíos eran médicos por lo que la vida de ella y de sus dos hermanos, uno mayor que ella y otra menor, giró en torno a esa ciencia.
Con el tiempo escogió la gastronomía, completó sus estudios en Quito y en la Ciudad de México. Adquirió experiencia en varias pastelerías, trabajó en el renombrado restaurante Astrid y Gastón, donde, de la mano de Astrid Gutsche, aprendió a valorar los productos locales y a sentirse orgullosa de su profesión.
Al preguntarle de dónde nace su afición por la elaboración de postres, responde con una sonrisa cómplice que siempre se cuestionaba la razón por la que los comensales no se los terminaban si eran el broche de oro de la comida... Sus observaciones la llevaron a la conclusión de que no lo hacían porque eran muy dulces. Este episodio la condujo a investigar y experimentar en elaborar los postres más equilibrados, es decir, utilizar algunos ingredientes de la cocina de sal en la de dulce, ciertos vegetales y varias hierbas. Es así que nacen los reconocidos: Alga, coco, ajo negro y levadura; manzana, alverja y moringa o puerro con hierba luisa y haba tonka, por mencionar algunos postres icónicos del Restaurante Nuema.
La chef no descarta como ingredientes a la oca, el apio, algas de diferentes variedades, la chonta y hasta algunos insectos (tienen mucha proteína). “Prefiero no utilizar más de 3 o 4 productos, lo ideal es que sea un plato sano, equilibrado, no quiero perder la esencia del producto”, explica.
En familia
Su historia de amor con Alejandro empieza cuando Pía ya trabajaba en Astrid & Gastón hacía algunos años y él se iniciaba como practicante de cocina, “Al principio no me simpatizaba mucho, lo pusieron a mi cargo y yo era muy exigente. Cuando no hacía algo bien, no necesitaba repetirlo, él lo sabía. Creo que fue un tema de destino... poco a poco fuimos amigos, nos fuimos conociendo y llegamos a tener una relación muy bonita”. Juntos han sobrellevado buenos y malos momentos, ella sabe que cuenta con su apoyo incondicional, lo describe como “una persona maravillosa, un artista en la cocina y un gran papá”. La pareja forma su familia con Nuria Rafaela, Emilio José (mellizos de 12 años) y con Martín de 19, sus iniciales dan el nombre al restaurante.
De sus inicios en este mundo de la cocina recuerda que su primera apuesta ubicada en el centro norte de Quito fue muy difícil ya que desconocían el negocio. Su sueño por salir adelante fue más fuerte que las finanzas en contra y continúan con el restaurante en otra ubicación, como parte de un hotel en el centro de la ciudad. Allí nace el famoso “menú degustación” por primera vez utilizando productos del día.
A pesar de que se iba conociendo su gastronomía, los dos sentían la necesidad de tener un espacio propio hasta que finalmente esta meta se vuelve una realidad hace unos meses cuando terminan la remodelación y abren nuevamente Nuema. La chef confiesa que “los sueños y metas sí se cumplen con perseverancia”. Pía explica que no es solo el negocio de su familia, sino también su casa, “nuestros hijos pasan con nosotros, todos compartimos, hay ocasiones que salimos a la 1 de la mañana... ellos entienden que es el comienzo de algo que puede ser más grande”.
Recetas de vida:
- Siempre aprender a valorar de dónde vienes, quererte y aceptarte.
- Tener junto a ti los valores de la persistencia y perseverancia para salir adelante.
- Los caminos y experiencias duras son los mejores aprendizajes de vida.
Sus pasatiempos...
- Disfruta de las terapias holísticas como un tiempo para compartir y al mismo tiempo para escucharse a sí misma.
- Nos cuenta que le encantaba bordar y tejer, ahora le gusta boxear ya que le ayuda con el estrés.
- En su día libre, confiesa que muchas veces sale sola a almorzar o tomar un café, disfruta de sus momentos de soledad.
- Para terminar, le pregunto, ¿cómo ves tú a la cocina ecuatoriana en este momento?
Realmente estamos creciendo a pasos agigantados, la cocina ecuatoriana está evolucionando, ha sido un proceso de unos 10 años por lo menos para que nos regresen a ver. Somos un país pequeño, pero al mismo tiempo somos muy grandes por lo que tenemos para ofrecer al mundo, una megadiversidad maravillosa por nuestra ubicación cerca de la costa y de sus corrientes, la presencia de la cordillera de los Andes y del oriente. Ser reconocidos con premios es solo un inicio para cosas más grandes, es el momento de mostrar los productos, la magia, la gastronomía del país, compartir con nuestros compañeros para todos salir adelante... Tenemos que seguir trabajando, investigando, buscando productos que todavía no conocemos, es nuestra responsabilidad continuar enamorándonos de nuestro país, de nuestra tierra, llevar al mundo nuestra cocina para ser reconocidos como un destino gastronómico.