María Cecilia Armijos: las claves de la atención temprana
Vive con la curiosidad de entender el desarrollo humano. Ella asegura que muchas de las cosas que pasan hoy en día y que nos preocupan, como humanidad o sociedad, parten de la infancia. Es por eso que esta es la etapa que más la ha inquietado y en su día a día busca entender qué sucede en este periodo tan especial del desarrollo.
Maricé, como muchos la conocen, comenzó en el área de la salud por medio de la Fisioterapia, pero el camino dio un giro y la fue llevando hacia su verdadera vocación, el Desarrollo Infantil. Desde esa base partió para luego especializarse en Barcelona, España, con una maestría en Atención Temprana. “Muchas veces la gente no suele entender qué es la atención temprana y yo les puedo explicar que es atender lo más tempranamente posible cualquier situación del desarrollo de un niño que pueda salirse de lo esperado. Entonces, lo que buscamos es justamente poder detectar a tiempo, y si hay algo que detectar, pues luego actuar”, afirma la especialista, quien también cuenta con una maestría en Detección temprana de autismo.
En su búsqueda, hace 10 años fundó 2 Latidos, un espacio de prevención, desarrollo y crianza, donde se realiza valoración preventiva del desarrollo, sesiones grupales de estimulación temprana y donde también realiza formación de profesionales en atención temprana. “Realmente le doy la importancia, principalmente, al aspecto preventivo y a la detección. Estas dos palabras para mí son muy importantes”. La experta nos explica que cuando se habla de prevención se trata de anticipar situaciones del desarrollo de los niños que más adelante pueden notarse, de esa manera se prepara a la madre, al vínculo con su bebé, y poder acompañar a la familia en ese proceso. Por otro lado, la detección implica identificar a tiempo cualquier situación del desarrollo del niño que tiene que ver con todo el componente humano, con los vínculos, las interacciones, con que el niño pueda explorar.
“Yo confío mucho que cuando cambiamos el inicio de la historia, cuando damos buenas bases al inicio de la historia de un ser humano, hay grandes posibilidades de que ese ser humano brille en todo su esplendor y se vaya por un buen camino”, comenta Maricé, quien nos explica que hablar de atención temprana es más global que hablar solo de estimulación. “Yo he trabajado mucho para que la gente se familiarice mucho más con el término de 'atención temprana´, porque es un término mucho más global. Es un término que está mucho más manejado en espacios como Europa o en Estados Unidos, que buscan dar un apoyo a la crianza, que buscan atender, no solo al niño y su dificultad concreta, sino al niño y toda la globalidad. Es decir, el niño, como parte de una familia y esa familia como parte de una sociedad”.
Cuando le preguntamos por el desarrollo infantil en niños con discapacidad, la especialista comenta: “El mundo de la atención temprana acoge, dentro de su campo, a la discapacidad. Y una de las cosas en las que hemos hecho mucho énfasis es en la inclusión... si bien en 2 Latidos recibimos muchos niños que presentan condiciones desde el nacimiento como podría ser patologías, síndromes, prematuros; el hecho de abordarlos desde una edad tan temprana nos permite trabajar en conjunto con la familia, primero, para sostener emocionalmente a esa mamá que requiere de un apoyo y de un acompañamiento, además de mucha información y de una guía. Poder ir sosteniéndolos en el desarrollo de su hijo”.
LOS PADRES: PARTICIPACIÓN PRIMORDIAL
Esta especialista explica que los padres son eje fundamental en este trabajo. Ella considera que ya quedó atrás la mirada de una estimulación temprana vista solo como el ejercicio puntual que se le hace al niño. En ese sentido, nos explica que es muy importante ofrecer al niño un espacio de juego, de interacción con otros niños, con sus abuelos y cuidadores; los niños necesitan aire libre, no tanta exposición a la pantalla. “Si enriquecemos esos entornos, entonces estamos dando la posibilidad de que esos niños crezcan con una buena salud emocional y mental”, afirma.
Sobre el día a día y el ritmo de los padres con sus hijos, Maricé considera que solemos quitarle importancia a la cotidianidad y realmente es ahí donde hay grandes oportunidades de interacción, vinculación, relación y juego... “Todos los días nuestros hijos comen, se bañan, se van a acostar, y son esos momentos que podemos enriquecer con situaciones cotidianas como leerle el cuento antes de dormir, preguntarle cómo estuvo en el colegio, llegar del trabajo y dejar el teléfono apagado porque voy a dedicarle solo esos 45 minutos a una hora que tendré con mi hijo antes de que se acueste a dormir...” ella aconseja: “regalémosles esa última hora que nos queda de tiempo antes de que ellos se acuesten a dormir, para hacer la cena, el baño y la hora de acostarse un momento significativo; sin teléfonos y con nuestra presencia plena. Con ese tiempo, el niño lo va a valorar, y lo va a poder instaurar en su corazón como un recuerdo de ´mi mamá cuando me acostaba en las noches´, ´mi papá cuando me leía el cuento´, entonces esos detalles suman, porque ocurren todos los días. Ahí es donde digo que la cantidad de tiempo diaria, que aunque sea en estos pequeños momentos, es importante para los niños.