Dos atletas olímpicos prefirieron la amistad que el oro: renunciaron a ser el mejor del mundo
Una increíble final olímpica de salto de altura en Tokyo 2020 terminó con Mutaz Essa Barshim, de Qatar y Gianmarco Tamberi, de Italia obteniendo medallas de oro.
Después de una competencia agotadora de dos horas, ambos quedaron empatados. Pero en un momento de nobleza competitiva, acordaron compartir el título, lo que provocó grandes celebraciones.
Tanto Barshim, de 30 años, como Tamberi, de 29, finalizaron con saltos de 2,37 metros y no tuvieron intentos fallidos hasta que quisieron superar los 2,39.Después de tres fracasos cada uno a esa altura, un oficial olímpico primero les ofreció un desempate para decidir el ganador.
"¿Podemos tener dos oros?", preguntaron al juez después de hablarlo entre ellos. El oficial asintió e inmediatamente los dos dieron saltos de alegría. Un día después, durante la ceremonia de entrega de medallas han multiplicado sus gestos de amistad, abrazándose y elevando al cielo el brazo del otro en señal de reconocimiento mutuo, en presencia del bielorruso Maksim Nedasekau, medallista de bronce.
HISTÓRICO
Hay ocasiones en las que la ventaja es clara y no hay objeción entre el primer, segundo y tercer lugar o hay otras en las que las competencias son cerradas y un medallista se queda muy cerca del siguiente puesto, pero las posiciones en el podio se dividen en tres.
Sin embargo, existen competencias en las que dos atletas pueden ser igual de buenos y es difícil extender el evento para decidir un ganador, por lo que tiene que haber un empate. Es raro que la situación de empate ocurra en los Juegos Olímpicos, pero dos atletas de salto de altura compartieron la medalla de oro por primera vez en 113 años.
Un oficial de los Juegos Olímpicos se acercó a los atletas a explicar la continuación del evento y las reglas de desempate; sin embargo, antes de que el juez pudiera continuar, Mutaz Essa Barshim se adelantó y preguntó si era posible tener dos medallistas de oro. El funcionario respondió que era posible y los atletas celebraron con un abrazo histórico por compartir el primer lugar en el podio sin necesidad de demostrar que uno era mejor que el otro.
MEDALLAS COMPARTIDAS
Las medallas de oro compartidas se han dado hasta en 30 ocasiones en los juegos de verano, aunque la mayoría de los casos se ha producido en competiciones de gimnasia, no de atletismo. En los juegos de Estocolmo de 1912 se produjo una situación particular que, con el paso de los años, dejó las competiciones de decatlón y pentatlón de esos Juegos Olímpicos con medallas doradas compartidas, aunque la solución tardó en llegar 70 años.
El atleta estadounidense Jim Thorpe había ganado el oro en ambas competiciones con relativa facilidad. Su destreza deportiva era tan significativa que hasta el rey de Suecia, Gustav V, describió a Thorpe como el mejor atleta del mundo.
Pero la gloria del deportista se vio ensombrecida cuando se supo que había recibido dinero a cambio de jugar béisbol en su juventud.