Viviana Salame: “¡No me digan TikToker, soy actriz!”
Desde los 13 años quería ser actriz, nos confiesa Viviana Salame, la joven guayaquileña que a sus 26 debutó en televisión nacional en la telenovela de Ecuavisa “Los García” y aunque ella se dio a conocer durante la pandemia a través del Tik Tok con un video cómico que se hizo viral, nos asegura que se ha venido preparando desde joven en su camino actoral.
Se graduó en la Universidad de las Artes, en Creación Teatral, y en su familia hay cantantes y actores, por lo que se podría decir que esa vena artística está en sus genes. “Tengo un primo, Fernando García, él también es actor y de pequeña lo iba a ver a sus obras... verlo convertido en otros personajes y ver su talento fue lo que me dio la idea y ganas de poder hacer lo mismo”, nos confiesa esta amante de las tablas.
“Me di cuenta de que lo mío es estar en el escenario y que amo actuar. Si me ponen a elegir entre redes sociales, cine, etc., yo digo teatro. Para mí el teatro es lo que me hace sentir viva y lo que yo amo”, asegura.
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Empezaron a llegar los seguidores...
Desde niña estuvo en el coro y obras del colegio, hizo recitales. “Donde hubiera podio y cámara, yo ahí estaba enfrente. No sabía qué estaba haciendo, pero me sentía muy cómoda, era como algo involuntario” destaca la actriz.
Y aunque a sus padres les costó aceptarlo por el típico estereotipo del “de qué vas a vivir”, fue su mamá quien buscando no dejar morir su sueño la llevó a los talleres teatrales con Lucho Aguirre. “Él fue mi primer profesor, el que me mostró la primera vitrina de lo que es la actuación y de que sí se podía vivir de ello”, recuerda.
Luego empezó la universidad y el encierro de la pandemia le hizo abrir su cuenta de Tik Tok. El video que llegó a los dos millones de visualizaciones fue un lipsynch (mímicas musicales) y eso le dio cinco mil seguidores en un mes, en ese momento solo tenía 21 años.
“De ahí poco a poco fui fusionando las redes a mi profesión que es ser actriz. Ya que me daba la vitrina para que la gente conociera esa parte de mi vida”, señala.
Hoy dedica su TikTok, donde tiene más de más 763 mil seguidores, para sus scketches del día a día, mientras que en su Instagram (333 mil seguidores) muestra una imagen más formal, con todo lo más destacado de su portafolio, de manera que puede mostrar a las agencias su versatilidad.
Por supuesto, ella no desliga que fue su trabajo de creadora de contenido lo que le ayudó a despuntar y llegar a los espacios deseados, primero al microteatro y luego a obras más extensas y relevantes.
Del teatro al podcast y la TV
Su primera obra fue para el microteatro de Pop Up y fue del ‘Día de amor y la amistad’, y poco a poco fue escalando, hasta llegar al Teatro Sánchez Aguilar, donde debutó con la obra: “Cartas a una desconocida”.
A esto se sumaron otras obras musicales. “Jaime Tamariz me llamó para hacer "Charlie y la fabrica de chocolates", ‘El ogro, el hada y el libro perdido’, etc.; son piezas con las que he ganado experiencia, pero sé que aún me falta bastante por aprender en el tablado”, reconoce.
En pandemia recuerda que actuó en una serie digital para la cadena Tía, su primer proyecto online, en la que compartió pantalla con el cantante Diego ‘Dicapo’ Chiang.
Su entrada al mundo del podcast se da con Suerte TV, quien la invitó a un casting donde señala que literalmente la pusieron a conversar. “Al inicio conté algo de mi vida y creí que se había acabado, pero nos llamaron para hacer programas piloto, y nos armaban por grupos como para ver quién tenía más química con quién”, nos dice Viviana, quien en “Sorbito de opinión” comparte micrófono con Luciana Guschmer, Alex Vizuete y Daniel Reinoso.
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La joven bromea con que desde el primer capítulo ella se despidió de sus compañeros, ya que dudaba que un podcast así fuera a tener éxito en Ecuador, porque aunque este formato ya era muy popular en otros países no se había probado con la audiencia nacional. “Nos arriesgamos”, nos dice y ha sido un éxito, el programa lleva más de 43 episodios. “La gente se sentía conectada con lo que hacíamos y no entendíamos el por qué. Luego vimos que un grupo de amigos sentados en una mesa hablando de la vida y de los difícil del día a día, así como de lo divertido, hace que la gente se identifique”, manifiesta.
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Pronto llegaría su oportunidad para la televisión. “Nunca he sido de sentarme y quedarme en lo cómodo, siempre busco hacer algo que no sea rutinario, algo nuevo. Siento que a mis 26 años se me va el tiempo rápido y aun así con todo lo que ha pasado de bueno, a veces siento ansiedad, angustia, nervios, a pesar de que me ven en redes siempre sonriendo, siempre está la incomodidad, el no saber qué viene después, está además el síndrome del impostor, son sentimientos normales”, define Viviana.
Entre el “hate” y lo que ama
Con respecto al “hate” (mensajes negativos) que recibe tras dar opiniones, busca no tomárselos personal, algo en lo que la ha ayudado ir a terapia, pues aunque no se desee termina afectando. “Una está tan expuesta que pueden agarrar una línea tuya y tergiversarla, ‘que Viviana es una malcriada’, ‘que Viviana no es humilde’, por un microsegundo de vídeo te categorizan y eso no es así, pero la gente habla porque puede”, nos dice y asegura que “todo el tiempo del ‘hate’ vas aprendiendo. Hay personas que no conocen mi background y se preguntan qué hago en “Los García”, por lo que siempre trato de destacar que, aunque para muchos soy Viviana la TikToker, la verdad es que soy Viviana la actriz”.
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Reconoce que su sueño frustrado es poder ser maquilladora y que si no hubiese hecho videos de comedia hubiesen sido de maquillaje, e incluso nos cuenta que mientras estudiaba también trabajaba haciendo maquillaje social. “Aprendí empíricamente y me compré todos mis utensilios e iba a maquillar en las bodas a las damas... me decía que si no funcionaba mi vida artística, el maquillaje sería mi segunda opción para poder vivir”.
Una mujer camaleónica
El otro día le decía a una amiga, que, si al final esto de las redes pasa de moda, la gente ya no consume Suerte TV y me quedo sin trabajo, literal me voy a abrir mi gabinete. Me encanta maquillar, arreglarles el cabello, yo a mis amigas las maquillo todo el tiempo”, nos cuenta entre risas.
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El mundo de la moda y la cosmética es algo que también le atrae mucho, supone que tiene relación con la actuación y el crear personajes, por ello asegura que le gusta ser camaleónica incluso con sus looks, en los que innova constantemente, ya sea con el pelo rojo, rubio, o pelirrojo.
Su personalidad es vibrante y llena de energía quizás por eso se le dio muy natural su personaje de Sofía en la telenovela de Ecuavisa, aunque resalta que “mi personaje es totalmente diferente a mí en la vida real, es una chica de alma libre, de corazón libre, le encantan los hombres, les gustan las aplicaciones de citas, le encanta probar de todo un poco, ella no se compromete, no cree en el amor, ella cree en los bombones y en probárselos todos. A mí en cambio me dan miedo los hombres, veo un hombre y corro, pero ella está ahí... Creo que la gente la ve a Sofía y piensa que soy así, pero para nada”, destaca.
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Hablando de amor
Viviana reconoce que sí cree en el amor, aunque ahora estar en una relación lo ve difícil, quiere darse un tiempo. “He tenido varias relaciones largas, pero ahora en esta etapa en la que estoy bien profesionalmente, estoy mejor soltera. Siento que el amor si va a llegar, va a llegar sin que lo fuerces. Ahora llevo siete meses soltera, pero obvio a futuro espero casarme, tener un hogar, una familia, hijos, o sea lo quiero todo, pero por ahora necesito enfocarme en mi trabajo en el que me está yendo muy bien”, asegura Viviana.
Si llegase ese compañero de vida, Viviana espera de él cualidades como la fidelidad, el respeto, que entienda su mundo, lo que conlleva estar con una persona que está expuesta a redes sociales, y que sepa dividir entre su trabajo y la persona.
“Ya he tenido problemas por mi trabajo. Como que al inicio lo entienden, pero luego se tornan muy personales las cosas. A veces hay cometarios que hago en podcast de una experiencia pasada y la inseguridad de mi pareja lo lleva a pensar que no estoy siendo lo sufrientemente respetuosa y que me tengo que guardar cosas y es como que te pusieran un freno. A mí me toca contar cosas de mi pasado para poder dar un consejo, dar un contenido de valor, por ello quien me toque debe ser una persona muy segura de sí misma, cero insegura, aparte en el ámbito actoral también, imagínate que en la novela me beso con todos los chicos, entonces como que sepa que es un trabajo y que no es nada en serio”, resalta.
Hablando sobre esas experiencias que le cuenta al público, ella asegura que todas son difíciles de mencionar, pero las dice llevándolas hacia una moraleja, una enseñanza. “Obvio he guardado algunas partes de mi vida que son mías. Sí me siento libre de poder hablar porque son cosas que cuento con mis compañeros, pero si hay casos en los que llego a mi casa y me pongo a pensar si valió o no la pena haberlo contado. Espero que lo tomen bien. Al final no pasa nada, la comunidad que tenemos es bastante buena”, asegura la actriz.
Y hablando sobre lo que nunca contaría, asegura que esos serían los problemas familiares. “Las cosas que no logro sanar no las contaría ya que no sé, por impotencia, por ignorancia, por enojo, puedo lastimar a alguien así que siento que mejor no lo digo. Cosas que no he sanado internamente como traumas no las contaría porque no me siento lista para decirlas abiertamente”, finaliza sabiamente.
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