NOOS: Cómo el papel reciclado se transforma en una planta viva en Ecuador

Karelys Rincón
Una vez que la planta sembrada con papel semilla crece, es tiempo de trasplantarla, como se ve en la foto.

Hasta hace unos años hablar del papel semilla en Ecuador era extraño, pues se conocía poco o nada de su existencia y funcionalidad, pero gracias al ingenio y pasión por el medio ambiente de artesanos locales la papelería ecológica en nuestro país esto ya es un hecho.

Su nombre es Mayra Hidalgo, tiene 32 años y estudió arte en la universidad. Fue al final de su carrera cuando estaba realizando su proyecto de tesis enfocado en arte y sustentabilidad, que no pudo pasar por alto las muchas veces que se encontró con el término “papel semilla” o “papel plantable” en las referencias académicas internacionales.

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Tras largas jornadas de investigación finalmente descubrió que sí era posible darle un nuevo uso al papel reciclado, y que ese nuevo producto tampoco debía acabar en el tacho de la basura sino que al sembrarse podría germinar una planta, una nueva vida.

Mayri y Esteban con láminas de papel semilla en la planta de producción.

Así creó NOOS Papel Semilla, una solución innovadora a la problemática del desperdicio de papel, hoy nos cuenta con emoción cómo han sido estos seis años de fabricar papel reciclado con semillas. “Me pareció algo maravilloso porque juntaba tanto las manualidades, que a mí me encantan, con algo artesanal y muy único, y con el reciclaje, esta parte ecológica que además tiene vida.”

Sobre el nombre “NOOS” y sus inicios

Mayri, como la llama su equipo de trabajo, nos relata que el término NOOS viene de la teoría que explica que así como se conoce la geosfera que es la parte sólida de la tierra, y la biosfera donde se desarrolla la vida, existe también la noosfera que es la etapa de conocimiento y vida inteligente donde cada ser se comporta de manera responsable con el espacio que habita. “Y es a lo que queremos aportar, a que haya una evolución de la conciencia desde el pensar en el material de posconsumo, en este caso el papel, para que no generemos más residuos, sino que vuelva a la tierra como nueva vida”, añade.

Esta amante de la artesanía ecológica reconoce que iniciar fue duro, pues al no contar con escuelas donde enseñen a hacer papel semilla el camino fue muy empírico, semanas enteras de prueba y error, “pero ha sido muy lindo en realidad...experimentar un montón hasta tener un papel que sea fino, elegante y que además aporte”.

Aquí se muestra el proceso de ponerle semillas al papel que está en remojo.

En ese caminar se sumó “el Estebitan”, como Mayri le llama, su compañero de trabajo en la planta que tienen en Patate, Tungurahua, donde él se encarga de la producción de cada papel y quien ha sido clave en el desarrollo del proyecto.

De lo experimental a las ventas

Cuando pensamos en papel artesanal “se espera que sea rugoso y muy rústico, y para mí no era una opción, tenía que ser un papel muy fino”, asegura Mayri. Y aunque comenta que le tomó mucho tiempo investigar y probar qué semillas funcionaban, finalmente con mucho esfuerzo y persistencia logró perfeccionarlo hasta tener un papel listo para empezar a comercializar.

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“Las primeras veces que vendíamos yo no estaba 100% segura pero a la gente le llamaba la atención el trasfondo que tiene y lo que se logra a través de él. Empecé a soltar un poquito la prioridad de que fuera perfecto y me enfoqué en lograr que tuviera un propósito más allá”, explica.

Una mirada al proceso

Todo empieza cuando el papel llega a la planta de producción. “Actualmente tenemos un convenio con el municipio de Tungurahua y con algunas instituciones educativas, de manera que todo ese papel lo recibimos como donación”, comenta. Al recibirlo, se realizan tres clasificaciones: los blancos impresos o usados, el papel de colores, y las cubetas de huevos o papel que tenga algún recubrimiento tipo barniz.

Planta germinando producto de sembrar papel semilla en envase reciclado.

En este punto es importante contarte que por ahora el papel semilla que se comercializa sólo se produce con la clasificación de blancos, ya que con los demás se realizan procesos para obtener otros artículos de papelería reciclada.

Una vez separados los blancos, pasan por limpieza, remojo y licuado con agua, “no utilizamos ningún tipo de químico blanqueador ni tóxico por dos razones: porque vamos a poner semillas y no queremos que eso las afecte, y porque cuando construimos nuestro taller decidimos que todo el agua que sea un excedente que no se desperdicie en el alcantarillado, sino que también riegue las huertas que tenemos”, detalla Mayri.

Luego de licuar todo, se coloca la mezcla en una tina y usan unos marcos o bastidores para obtener cada una de las láminas de papel, en este paso se ponen las semillas, cuando todavía todo está húmedo, y lo que se necesita es que todo se vaya secando lo más rápido posible para que las semillas no empiecen a germinar ahí mismo en el papel.

Kit de sembrado de NOOS Papel Semilla.

Después las láminas pasan a prensado, secado y una vez que ya están secas las envían a las oficinas de NOOS en Quito, donde se refila todo y se imprime de acuerdo a la personalización que solicite el cliente.

Las semillas en el papel

Hasta la fecha cuentan con más de 10 semillas probadas, y el stock es de acuerdo a la temporada. “Actualmente tenemos papel de albahaca, de lechuga, de pimiento y de ají...utilizamos semillas pequeñitas que han pasado por un proceso de prueba...y las que más funcionan generalmente son de hortalizas y de flores...sabemos que el papel semilla puede llegar a personas que tal vez nunca han sembrado, entonces queremos que no sea una decepción, sino que germine rápido y fácil”, nos dice esta artesana.

Estos es el procedimiento que debes seguir para sembrar el papel semilla.

El futuro de NOOS

Mayri nos confiesa que compartir este conocimiento con más personas, adolescentes y niños es algo que quieren seguir haciendo, a través de talleres y cursos presenciales y online.

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Otro siguiente gran paso es la industrialización del papel semilla, “iniciamos haciendo papeles muy pequeñitos y actualmente hacemos láminas más grandes que A3, antes hacíamos unos 30 papeles semanales y ahora a diario logramos hacer hasta 100 papeles”.

También se proyectan hacia la producción de empaques hechos con material reciclado que luego se puedan sembrar, considerando que un objetivo para ellos es la reducción de costos, de manera que el papel plantable pueda ser más accesible para todos.

Esta artesana ecológica comparte consejos para emprendedores.