Salud y propósito para el nuevo año

¿Qué pasaría si decidimos afrontamos este cambio de año con una mentalidad diferente?
Vistazo
Cómo afrontar los contrastes típicos de fin e inicio de año desde una perspectiva de salud y bienestar con un enfoque equilibrado, flexible y consciente.

Llegó diciembre y también entramos en enero, final e inicios de año... meses de muchos contrastes. En el ámbito de la salud y la nutrición sucede algo similar, algunos disfrutan las fiestas al máximo, ignorando las consecuencias, mientras que otros, por cuidar su físico, sacrifican el disfrute y terminan sintiéndose mal. En ambos casos, los extremos pueden dejar impactos negativos.

¿Qué pasaría si decidimos afrontamos este cambio de año con una mentalidad diferente? ¿Y si este mes se convierte en una extensión de los buenos hábitos que hemos cultivado durante los meses anteriores? Mejor aún, ¿y si lo usamos como un terreno fértil para preparar un comienzo positivo?

No estoy aquí para decirte cómo debes vivir este mes ni cómo empezar el próximo año, pero si buscas disfrutar de forma equilibrada, flexible y sin comprometer tu salud, aquí te comparto algunos consejos:

1. Haz del ejercicio una prioridad

Así como reservamos tiempo para reuniones sociales, es esencial apartar un espacio para movernos. Nuestro cuerpo está diseñado para estar activo, y la ciencia respalda que la actividad diaria mejora el estado de ánimo, la concentración, previene la depresión y nos ayuda a vivir más y mejor. Si no logras dedicarle una hora completa, hazlo por menos tiempo. Lo importante es mantener la constancia. El ejercicio no es negociable.

Lee también: La Navidad de 1998

2. Evita el efecto bola de nieve

Este efecto ocurre cuando, después de una comida no planificada, tomamos decisiones futuras poco alineadas con nuestros objetivos, sintiendo que “ya todo está perdido”. Recuerda: cada comida es independiente. No dejes que un momento de indulgencia defina todo tu día. Cada oportunidad para comer es una nueva ocasión para nutrirte, tanto física como emocionalmente.

3. Escucha a tu cuerpo

Este punto puede ser desafiante, pero es clave. Si estás cansado, prioriza descansar. Si estás lleno, no sientas la obligación de comer todo lo que te ofrecen. Por otro lado, si tienes hambre, come, y si algo te provoca, disfrútalo sin culpa. Aprender a escuchar las señales de tu cuerpo es uno de los actos más importantes de cuidado personal.

4. Modera el consumo de alcohol

Aunque el alcohol suele ser el protagonista de muchas celebraciones, no olvidemos que es una sustancia tóxica para el organismo, especialmente para el hígado y el cerebro. Si decides tomar, hazlo de manera consciente: reduce la cantidad o la frecuencia. Por ejemplo, si normalmente tomas cinco tragos, bájalos a cuatro e intercala cada uno con un vaso de agua.

5. Escanea antes de servirte

Antes de armar tu plato, observa las opciones disponibles. Elige lo que realmente te apetece y lo que se alinea con tus objetivos. Esto evita que termines comiendo algo solo porque ya está en tu plato. Comer de manera consciente es la clave para disfrutar sin excesos.

6. Incluye siempre vegetales

Los vegetales son grandes aliados en esta época del año. La fibra nutre la microbiota intestinal, mejora la digestión, regula el colesterol y la glucosa, y aporta saciedad. Asegúrate de incluirlos en todas tus comidas. Otras fuentes de fibra como frutas, semillas, frutos secos y granos integrales.

Lee también: ¿Eres amable contigo misma?

7. Cuida tu salud muscular

El músculo es un pilar fundamental para la salud general. Una buena masa muscular contribuye a mantener el metabolismo activo, reducir la grasa visceral (relacionada con enfermedades crónicas), retrasa el envejecimiento y te brinda energía y vitalidad. Para cuidarlo, es esencial realizar ejercicios de fuerza y consumir proteínas en cada comida, ya sea de origen animal o vegetal.