El futuro de la moda se teje con ética
El diseño de moda se transforma y revalúa sus procesos, nuestra investigación pone en escena a creativos ecuatorianos que están evolucionando en la sustentabilidad, la innovación ancestral en 3D y la bioingeniería de textiles.
Cada año se producen 62 millones de toneladas de prendas de ropa en el planeta y se estima que nuestro consumo se ha elevado a un 400 % más que hace dos décadas. Por ello, la moda representa un mercado financiero en constante aumento; sin embargo, el exceso de producción de ropa rápida o desechable “Fast Fashion” ha colocado a la fabricación textil en el segundo lugar de las industrias más contaminantes del planeta. Esto se debe a la cantidad de agua que necesita esta industria para su manufacturación, además de los millones de toneladas de microfibras sintéticas (plásticos) que se liberan en el océano, y las altas emisiones de CO2 en su fabricación.
La pandemia ha esclarecido muchos errores de esta actividad, desarrollando cambios positivos hacia el consumo responsable de indumentaria más consciente. En esta transición, la tecnología propicia la aparición de nuevos modelos de negocio disruptivos que transforman la manera de producir moda, relacionados con la durabilidad de un diseño atemporal y sostenible. Estos procesos marcan un antes y después en la moda global, del ideal a lo real, y en esta evolución, una nueva generación de diseñadores ecuatorianos se adelanta al futuro.
De la alta costura digital, la biología y la sustentabilidad
En esta fusión ecofuturista de la moda surge un prometedor exponente; Felipe Fiallo, diseñador industrial quiteño, que luego de 10 años de trabajar en el diseño de interiores con su estudio ´Reino Studios´, realizó una maestría en Diseño de accesorios de lujo (Luxury Accesories Design and Management) en el Instituto Marangoni de Italia en el 2018.
Su desempeño académico y de investigación textil lo hicieron acreedor a una beca de Adidas para especializarse en Sustentabilidad y fabricación digital en Fabricademy, programa de Innovación Textil del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En el 2019 fue seleccionado finalista del concurso “Digital Made”, y presentó sus primeras dos colecciones de calzado y accesorios en la pasarela de AltaRoma Fashion Week. A principios de este año el Museo del FIT (Fashion Institute of Technology) en Nueva York, compró su primera colección de accesorios de Upcycling y de fabricación digital.
Actualmente es finalista del concurso ITS Contest 2020, una de las plataformas de moda más reconocidas del mundo que cada año selecciona a la nueva generación de jóvenes talentos para representar la moda global, este año con enfoque en la sustentabilidad.
De los 23 seleccionados, el ecuatoriano fue el único participante de nuestro continente y representante de las academias de moda italiana, hecho que fue anunciado por las revistas Vogue y Fashion Network. Su marca “Felipe Fiallo” busca redefinir el lujo desde la sustentabilidad y el uso inteligente de los materiales.
Su actual colección, Fall/Winter 2022 "WE GO FAR", es el resultado de un proceso de investigación que fusiona la alta costura digital, la biología y la sustentabilidad, creando una estética innovadora y eco-futurista que asegura una movilidad responsable, sofisticada y confortable. La colección está construida con materiales biodegradables y está inspirada en tres ecosistemas: las montañas, la selva y el océano.
Entre sus materiales figuran: las algas marinas para la construcción de calzado biodegradable que tiene un tiempo de vida de 365 días y posteriormente se convierte en comida de peces; ´Growing Material´, basado en el ´Micelio´ que es el conjunto de filamentos que forman la parte vegetativa de los hongos; y ´Digital Python´, que se aproxima a la sustentabilidad a partir del reciclaje de los descartes de pieles provenientes de la industria de accesorios de lujo y mediante la digitalización de la piel animal, modulación y tejido a mano de las piezas recicladas.
Felipe se estableció en Ecuador desde hace seis meses a causa de la pandemia, construyó una pequeña Bio-Fab Lab en la casa de sus padres, cerca de Ibarra, y empezó a producir su nueva colección desde su laboratorio en confinamiento. A la par, durante su proceso de investigación conoció a Vicente Buestán, un empresario y visionario del calzado ecuatoriano que le ofreció su apoyo en el desarrollo de los prototipos para su participación en el concurso ITS Contest. Actualmente, Felipe y el equipo de supervisores de producción de calzados Buestán, trabajan en un proyecto de innovación para la oferta de productos y gestión empresarial de la tradicional marca local.
El diseñador regresará a Europa en enero para abrir su estudio en Milán. Además, expandirá su trabajo en Asia con la finalidad de llevar el nombre de Ecuador y de Latinoamérica hacia el escenario de la moda global.
HERA y su conexión con la Madre Tierra
La armonía del color, la naturaleza textil y las composiciones estéticas atemporales, son algunas de las características de la marca de moda ética Hera. Un diseño comprometido con el impacto positivo del planeta donde la estética, el arte y la conciencia, coexisten de manera equilibrada.
Esta propuesta está dirigida por la creativa quiteña Isabel Pérez, que luego de estudiar y trabajar en Arquitectura e Historia del Arte, decidió emprender en el diseño de prendas con fibras y tintes naturales, creando desde hace un año su marca. Con ella, ha logrado fusionar su propia estética y cromática, basada en el arte, la autenticidad y la naturaleza; diseñando piezas perdurables con estilos atemporales, donde el mensaje e identidad de la marca es contado a través de los materiales, las siluetas y las personas que crean las prendas.
Para el diseño de sus productos utiliza fibras naturales como: lino, algodón orgánico, lana, yute y principalmente el cáñamo (fibra que se obtiene del cannabis). Estos son materiales que al descomponerse se vuelven biodegradables. Además, utiliza textiles vintage de los años 50, 60 y 70 que se encuentren en perfectas condiciones, rediseñando estas texturas para convertirlas en ropa Upcycled.
La composición y calidez de los colores de la marca son logrados a través de la experimentación y exploración del teñido natural que desarrolla la creativa, donde sus principales tonos se pintan con remolacha, cochinilla, col morada, cúrcuma, logwood o campeche, achiote y pepas de aguacate. Las fuentes naturales que más utiliza para la creación de sus pigmentos son: la cúrcuma para el color amarillo, el achiote para el color naranja, la col morada y el logwood para el color lila, la remolacha y la cochinilla para el color rosado, y las pepas de aguacate para los tonos rosados pasteles. Luego del teñido, utiliza un fijador para que el pigmento dure más tiempo en el textil, aunque con las lavadas de la prenda el color varía como cualquier otro traje de nuestro clóset, la ventaja de los tintes naturales es que no contaminan.
“Mi deseo de utilizar tintes naturales nació porque en Ecuador no hay tanta variedad de telas, ni de colores. Buscando alternativas, me acordé que cuando mi mamá cocinaba con achiote me hacía cambiar de ropa porque este posee un pigmento que mancha, fue entonces que empecé a investigar sobre el teñido natural. Nunca imaginé que con tantos elementos de la naturaleza se podía crear una gran variedad de tonos y aunque no siempre sale el color que se espera, aprendí que esa es la belleza del pigmento natural; es impredecible y se transforma”, señala.
Otro de los valores de la marca recae en su mensaje enfocado en las siluetas y cuerpos reales, donde su imagen es protagonizada por mujeres que comparten el ADN de Hera. Una identidad basada en las prácticas éticas y el pago justo de quienes conforman su cadena productiva. Trabajan con pequeños talleres con el objetivo de mantener viva la artesanía y los productos hechos a mano. A partir de noviembre, la marca sustentable ecuatoriana estará expuesta en tiendas multimarca de Tokio y posteriormente en Hong Kong.
Tradición ancestral en 3D
Desde Catamayo, Valle del Eterno Sol, provincia de Loja, la visión hacia una moda global de la joven diseñadora Ninoska Merchán, hace eco en su experimentación textil, impresión 3D y “wearables” (piezas usables). Realizó sus estudios de Diseño textil y moda en la Universidad del Azuay, donde redefiniendo sus procesos como creativa se encaminó hacia la investigación, desarrollo e innovación de materiales y técnicas que hoy aplica en su marca, ‘Nino’.
La creciente necesidad de transformarse y adaptarse a esta nueva era digitalizada la inspiró a llevar el diseño a través de la tecnología hacia nuevos procesos de innovación, desde la producción textil hasta la morfología de cada pieza, los cuales integran diversos dispositivos electrónicos, convirtiendo a la indumentaria en una estructura inteligente, flexible y portable, que más allá de cumplir la función básica de cubrirnos, su propósito esencial será conectarnos.
En el campo del diseño y textiles, la impresión 3D está ganando terreno debido a que reconstruye la manera tradicional de crear prendas, aportando nuevos métodos de creación de tejidos, sin tener que limitarse a formas o patrones preestablecidos. Este proceso permite desarrollar productos inteligentes que cumplen una función específica; desde indumentaria capaz de monitorear los signos vitales en el área de la salud hasta ropa o accesorios que cambian de color, responden a estímulos internos o externos, emiten sonidos y generan movimientos. “Con este proceso, planteamos un nuevo tipo de tejeduría digital que hace referencia al entrelazamiento de formas a través de una interfaz ejecutada desde un ordenador, creando una trama textil que se convertirá en un tejido o tela, sin contaminar o desperdiciar”, resalta.
Ninoska y los también diseñadores Silvia Zeas, creativa cuencana que trabaja con fibras naturales resaltando la cultura ecuatoriana, e Ismael Jiménez, diseñador gualaceño de la firma de moda Streetwear ‘Original IKAT’ que lleva la herencia de la técnica ancestral del tejido Ikat (Técnica utilizada para el tejido de macana y declarada Patrimonio Cultural Inmmaterial del Ecuador en el 2015), han creado la colección “Runakay”, cuyo objetivo es revalorizar la técnica del Ikat a través de la intervención de nuevas tecnologías como la impresión 3D, fusionándola con el tejido de punto y fibras naturales. Esta colección demostrará que la incorporación de los procesos tecnológicos es amigable con la elaboración artesanal, permitiendo a la artesanía realzar sus características y llegar a otro tipo de usuarios, además de difundir esta técnica ancestral a las nuevas generaciones.
Runakay, que significa ´Humanidad´ en kichwa, se expondrá a principios de diciembre y estará conformada por 12 prendas y accesorios con una visión en la innovación de la identidad y tradición textil. Su inspiración recae en la transformación que ha hecho la humanidad en toda su historia, impulsando una moda que trasciende, rompe barreras y evoluciona en la experimentación textil.
Estos procesos evidencian la variedad de alternativas que existen actualmente para desarrollar una moda consciente; donde la investigación textil, el desarrollo de producto y la responsabilidad socio-ambiental de diseñadores comprometidos, ha redefinido el concepto y propósito de sus marcas. La nueva generación del diseño global es portavoz de una cultura de cambio, saber que jóvenes creativos ecuatorianos están alineados con la tecnología y la innovación de materiales sustentables, representa un alentador avance para la industria local que nos invita a crear y consumir con responsabilidad.