Madre ucraniana recrea el filme ‘La vida es bella’ para que su hija no sepa de la guerra

Redacción Hogar

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha viralizado cientos de historias en redes sociales, las cuales permiten dar un vistazo a lo que experimentan los civiles. En esta ocasión, el relato de una madre se esparció en la web, cuando dio a conocer que recreó la película italiana de 1997, ‘La vida es bella’, para proteger a su hija de la guerra.

Se trata de Ksenia Lunova, una mujer de 35 años que, tras la invasión rusa, tuvo que establecerse en el campo de refugiados de su edificio junto a su pequeña de 4. De acuerdo a sus declaraciones, decidió utilizar la trama del filme basado en la Segunda Guerra Mundial, para que la menor no se vea afectada por los hechos que ocurren en su país.

La producción dirigida por Roberto Benigni, y ganadora del Premio Óscar a la mejor película de habla no inglesa, muestra la historia de una familia judía reclutada a un campo de concentración nazi. Es ahí que el padre y protagonista del relato, decide crear una serie de juegos para que su hijo no sepa lo que ocurre en el lugar. Lunova empleó una estrategia similar para su niña.

“Yo le digo que jugamos a las escondidas. Y por cada situación se ganan puntos que más tarde ella podrá canjear para comprarse lo que quiera. Lo primero fue que ganaba 100 puntos si corría al refugio. Quien no llorara y no tuviera miedo, otros 100 puntos. Y así siempre”, contó para TN Noticias.

La madre mencionó que decidió poner en práctica lo presentado en el filme italiano, ya que “se ven algunos de los eventos que hoy son la realidad en nuestras vidas”. Y aseguró que, así como hay recompensas dentro de la dinámica, también hay sanciones, las cuales le permiten resguardar a la menor de los bombardeos suscitados en su entorno.

“También hay penalidades. Por ejemplo, quien se acerca a la ventana, pierde. Por las noches, hacemos un picnic en el pasillo. Nos tumbamos en el suelo bajo las sábanas y comemos chocolate”, concluyó.

La familia de Ksenia vive a 30 kilómetros de la capital de Ucrania, Kiev, que, hasta el momento, es una de las ciudades más afectadas por el conflicto.