“The Good Doctor” traspasa la pantalla. Una doctora brasileña autista se convierte en directora de hospital a los 26 años

Nadia Zamora Freire
“The Good Doctor” traspasa la pantalla. Una doctora brasileña autista se convierte en directora de hospital a los 26 años

La serie estadounidense “The Good Doctor”, donde se plantea que un joven médico cirujano, con trastorno de autismo y superinteligencia destaca por ser el mejor, no está fuera de la realidad, para muestra está Larissa Rodríguez, una doctora brasileña de 26 años que se ha convertido en directora de un hospital y se encuentra dentro del espectro. 
 
Larissa desde muy joven fue el blanco de bullying debido a su autismo, y es que sus pocas habilidades sociales, el no mirar a los ojos y su dificultad de empatizar con el dolor de las personas es algo sobre lo que esta brillante medico ha tenido que trabajar.
 
Ella labora en el Hospital Leste Campanha en Porto Velho y realiza turnos de hasta 80 horas semanales y es que su condición nunca le ha impedido estar 100% dedicada a sus pacientes. Razón por la que por su destacada labor obtuviese recompensas, como por ejemplo ascender a un cargo directivo, pero su edad y ser diagnosticada con el trastorno de espectro autista ha causado controversia.
 
UNA MEDICO SOBRECALIFICADA
Al igual que en la serie de la cadena ABC, donde el personaje Shaun Murphy es juzgado, esta joven también ha sufrido el peso de su autismo, por ello tuvo que aprender a hacer contacto con los ojos de sus pacientes y demostrar su capacidad. Fue su talento y dedicación lo que permitió se ganase la confianza de sus colegas que le dieron más responsabilidades.
 
Según el medio brasileño Tab Uol, quien pudo entrevistarla, Larissa tiene un posgrado en Neurociencias de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, donde se graduó con honores. En Brasil ella fue solicitada por diferentes instituciones, pero ante la pandemia fue el Ministerio de salud el que vio la eficiencia de Larissa y le propusieron la dirección del hospital Leste Campanha.
 
La doctora en sus propias palabras se considera “demasiado nerd” y piensa que su personalidad relacionada a la fijación por las cosas que le gustan le ha permitido convertirse en “la buena doctora”.