Estudio de animación japonés abraza el talento de artistas autistas en una iniciativa innovadora

Redacción Hogar y AFP

En un esfuerzo por abordar las dificultades que enfrentan las personas con autismo en el mercado laboral japonés, una iniciativa pionera está marcando la diferencia al ofrecer formación especializada y un entorno laboral adaptado a las necesidades de este grupo.

Una de las beneficiarias de esta iniciativa es Shoko Sakuma, diagnosticada con autismo, quien experimentó dificultades en el campo de la contabilidad debido a su condición. Sin embargo, encontró un nuevo camino para expresar su pasión por el dibujo al unirse a un estudio de animación en Japón.

"Perdía cosas (...) Cosas de los clientes que eran muy importantes", compartió Sakuma, quien ahora trabaja en el estudio de anime Shake Hands en Kioto, donde se dedica a añadir efectos digitales a fotogramas de animación.

La historia de Sakuma refleja la experiencia de muchas personas con autismo en Japón, donde el entorno laboral a menudo se caracteriza por altos niveles de estrés y largas jornadas. Sin embargo, iniciativas como Shake Hands están cambiando esta realidad al brindar un espacio donde los empleados pueden prosperar y sentirse valorados.

La instructora Yuki Kawai, quien también fue diagnosticada con TDAH, destaca que los obstáculos que enfrentan las personas con autismo en otros campos pueden convertirse en ventajas en la industria de la animación. "Una película de anime se construye sobre una hoja de tiempo, un plano que ordena cada movimiento de los personajes", explicó Kawai.

Shake Hands, lanzado el año pasado, se ha convertido en un ejemplo inspirador de inclusión laboral en Japón. Con un equipo de cerca de 10 empleados, el estudio ofrece un ambiente tranquilo y flexible, donde se fomenta el descanso regular y se utiliza la comunicación por chat para aquellos que se sienten más cómodos de esa manera.