Este es el trastorno contra el que Jennifer Aniston ha luchado durante décadas

Redacción Hogar

Jennifer Aniston se sinceró sobre el trastorno que padece desde hace varias décadas, mismo que le ha provocado una serie de complicaciones que impactaron en su calidad de vida, incluso, su desempeño laboral.

Durante una entrevista con People, la artista de 53 años reveló que sufre de insomnio desde los 30, situación que la llevó a caminar dormida, y a ser víctima de la ansiedad.

Jennifer Aniston en 'The Morning Show' de Apple TV +.

“Creo que comenzó en algún momento de mis 30 o incluso antes, pero no empiezas a notar los efectos de la falta de sueño cuando somos más jóvenes porque somos tan invencibles”, dijo la actriz.

Aniston, conocida como ‘la novia de América’, mencionó que sus intentos por conciliar el sueño no daban el resultado esperado, y por más que se esforzaba en descansar, terminaba observando las manecillas del reloj. Y aunque en un principio aceptó el problema, con el tiempo se dio cuenta que este afectó su trabajo, función mental, y física.

Foto: Instagram / @jenniferaniston

Pensando que la situación no debía ser una prioridad en su vida, la actriz decidió posponer la búsqueda de ayuda médica, hasta que notó que necesitaba encontrar una solución urgente. “Se convirtió en algo con lo que realmente estaba luchando”, mencionó Aniston.

La actriz de ‘Una esposa de mentiras’, afirmó que la problemática solía ser lo “último en la lista” de asuntos pendientes, pero reflexionó acerca de su estilo de vida, y como su dificultad para descansar irrumpía con los “tres pilares de la salud, que son la dieta, el ejercicio y el sueño, porque no puedes hacer ejercicio y no puedes comer bien si no has dormido bien porque tu reloj biológico está completamente alterado”.

Asimismo, señaló que, en algún punto, irse a la cama le provocaba ansiedad, puesto que mientras más pensaba en su problema, más difícil le resultaba quedarse dormida. Sin embargo, la incomodidad llegó a su fin cuando recibió ayuda profesional.

Ahora, y por recomendación médica, Jennifer tiene una hora fija para colocar su cabeza en la almohada, y para mejores resultados, deja su teléfono fuera de la habitación.