El hígado: un órgano silencioso y resiliente
Este órgano vital trabaja y cumple sus funciones, pero cuando enferma puede afectar varios órganos. Un experto nos habla de los factores de riesgo y cuál es el método más efectivo para sanarlo.
Una alimentación poco saludable, el consumo de alcohol y hasta el sedentarismo pueden hacer que tu cuerpo se deteriore rápidamente y uno de los órganos que más lo siente es el hígado, y aunque puede ser silencioso, pues posiblemente sientas molestias a través de otros órganos y no de este, la buena noticia es que puedes recuperarte.
No es sencillo, toma tiempo y no se trata de tomar un medicamento, sino de dar un giro a tu estilo de vida, ya que regenerar al resiliente hígado no es cosa de un solo día.
El doctor Dr. Federico Esteso, médico Oncólogo y sub jefe de Área Tumores Digestivos del Instituto Alexander Fleming de Buenos Aires, Argentina explica que este órgano puede verse afectado por malos hábitos de la vida diaria, así como por problemas adyacentes como la obesidad, enfermedades cardiacas, diabetes mal controlada, pero también por la hepatitis B, la que se puede combatir con la vacunación.
Pero ¿qué puede pasar cuando descuidamos el hígado? Pues que aparecen las enfermedades hepáticas, las que si se dejan avanzar y escalar pueden llegar a convertirse en problemas mayores, por eso hablar de carcinoma hepatocelular (cáncer de hígado) no es tan descabellado, pues en la actualidad es el sexto cáncer más común en el mundo, el tercer más mortal y es ocho veces más común en hombres que en mujeres.
¿Y el hígado graso?
Tener hígado graso siempre responde a alguna causa de alteraciones metabólicas y es una consecuencia de un trastorno previo, explica el experto, por lo que afirma que no es que exista un tratamiento en si para este problema.
Y por ello es importante detectar los factores que están generando este problema, como algún trastorno de lípidos, triglicéridos, sobrepeso, mala alimentación, ingesta de alcohol... Lo que resalta el especialista es que tener hígado graso no necesariamente es uno de los pasos que pueden llevar a un cáncer de este órgano, pero si explica que es importante evitar este problema porque puede ser un factor de riesgo para desarrollar otras afecciones, entre ellas las enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo combatir el hígado graso?
El especialista explica que el cuidado de este órgano puede empezar desde la infancia, evitando el sobrepeso y el sedentarismo, y llevando una dieta equilibrada.
Pero, para saber cómo tratarlo es importante conocer que el hígado es aquel que regula los químicos de la sangre y excreta la bilis que ayuda en la descomposición de las grasas preparando su digestión y absorción. Por eso cuando este órgano vital falla puede afectar a los riñones, genera cambios de presión, dilata las venas, enferma el corazón y aumenta la manera en que circula la sangre en la zona abdominal.
“Y es que este órgano es tan noble que hasta que no se ve muy afectado en sus funciones no repercute en síntomas”, señala el experto.
Se puede regenerar
“Aunque parece que caigamos en recomendaciones de vida genéricas, los hábitos de vida saludable hacen la diferencia”, manifiesta el experto. Quien nos dice que el sobrepeso, la obesidad, el consumo de alcohol y el tabaquismo son los principales factores de riesgo.
También algo que debes saber es que este órgano se puede regenerar, y para ello no es necesario consumir hepatoprotectores, que según señala el especialista no hay ningún estudio que avale que este tipo de productos sean los que favorecen la recuperación del hígado, ya que lo que va a funcionar principalmente es una dieta saludable (cantidad y calidad de lo que se come) y a la actividad física.
5 recomendaciones para sanar tu hígado
Si tienes sobrepeso u obesidad, el bajar de peso es una gran oportunidad para sanar, pero hazlo de forma saludable, es decir de la mano de un experto en nutrición.
Evita los productos procesados y acoge lo orgánico.
No excedas el consumo de grasas, ni carbohidratos y agrega a tu dieta de 3 a 5 porciones de frutas y verduras al día.
Evita por completo el consumo de alcohol.
Realiza actividad física a diario.