Simplicidad armónica
“Desde que la pandemia nos obligó a estar en casa y trabajar desde ahí, nos hizo replantear los espacios en nuestros hogares para que estos nos transmitan buena vibra, sean acogedores y productivos”, nos dice la diseñadora de interiores Valentina Abedrabbo, quien cuenta con una maestría en Interiorismo en el Instituto Europeo di Design en Madrid.
En esta ocasión nos presenta una casa en la que la selección cromática fue fundamental para recrear el ambiente deseado, ya que se buscaba un lugar donde la inspiración fluya desde el primer momento en el que cruzas el umbral. “Me encanta crear espacios que inspiren. Uno de mis objetivos principales al momento de diseñar es lograr conectar. Los espacios siempre me hablan, aún antes de tener un diseño final puedo sentir la energía que transmiten”.
Interiorismo que combina tres estilos fusionados, evocando un concepto moderno clásico, pero también austero por su materialidad y naturalidad cromática.
Texturas como la madera de laurel, característica por sus vetas marcadas y el mimbre aportan calidez y conexión con esta idea austera y natural.
Los panelados en las paredes de color neutro son un must para lograr espacios con carácter pero que siempre sigan una línea armoniosa.
El uso de espejos es muy trascendental porque crean sensaciones de espacialidad y hacen vibrar a los ambientes, son excelentes elementos decorativos y combinados con luz pueden crear magia.