Señales de una relación incompatible, ¿cómo reconocerlas?
La idea de tener una relación que aporte bienestar, respeto, comunicación, valía y que genere un espacio de compartir mutuo debería ser el ideal de todos, sin embargo, no siempre se cumple.
Últimamente la palabra “tóxico” se ha puesto de moda para definir cualquier clase de acción difícil o dañina. En cuanto a las parejas, cuando más se usa este término es para referirse a una relación que, aunque está dañada o rota por alguna razón, los involucrados siguen estando juntos o dándose segundas oportunidades una y otra vez sin ver ninguna mejoría.
La verdad es que ya sea por costumbre, miedo o inseguridad, a veces es difícil darse cuenta de que eres incompatible con alguien después de invertir meses o años en la relación y la idea de terminarla simplemente te desanima. Por ello, el especialista en psicoterapia de parejas, Juan Pablo Mazón, menciona que es importante reconocer esas señales y saber qué te dicen exactamente.
¿Cómo reconocer las señales?
Existen patrones de relación que podrían evidenciar incompatibilidad, acorde al psicólogo, una de las más frecuentes es poseer expectativas distintas en torno a las metas de relación, es decir, que prime la individualidad por sobre la construcción de la vida en pareja. Otra, sin duda, es la construcción desde las familias de donde venimos, es decir: “las tradiciones propias y las cuales son contrarias a las de mi pareja”, apunta.
Además, menciona 3 aristas importantes, desde el punto de vista de los académicos, en el mantenimiento y consolidación de las parejas: intimidad, compromiso y pasión. “El grado de intimidad es referente a cuánto me dejo conocer por mi compañero, esa parte emocional de sueños y metas que logro compartirle. El compromiso como ese querer estar y hacer algo por la relación, y la pasión como los encuentros sexuales”, describe el psicoterapeuta. Estas deberían estar de la mano para una buena relación: “cuando se carece de una de ellas en las relaciones, es usual que se generen problemas y se vea incompatibilidad relacional”.
Expectativas distintas
El especialista menciona que cuando en la relación se evidencia un distanciamiento debido a que los caminos se separan, no se va hacia un mismo objetivo. Cuando el “creo y pienso que estoy mejor solo, no se tiene la expectativa de construir algo con en pareja. Si deseas que tu relación sea una prioridad y tu pareja prioriza otros espacios (sociales, profesionales, entre otros), es una señal clara”.
Valores y creencias distintas
Desde lo social se ha escuchado mucho que “los polos opuestos se atraen”, lo cual, indica el experto, es una falencia grave, debido a que existen teorías que mencionan que se atrae lo que somos. Una de esas teorías (Bowen) menciona que elegimos pareja desde nuestro grado de diferenciación familiar, es decir, mientras más parecidos somos en valores, creencias, formas de ser y actuar a nuestras familias de origen, poco diferenciados estamos, por ello escogeremos a personas similares en grados de diferenciación, en otras palabras, buscamos en las relaciones de pareja replicar quienes somos, explica Mazón.
El miedo a terminar
Tal como se dijo al principio, el miedo a terminar una relación ha hecho que muchos se desanimen a dar un paso que, aunque difícil, es necesario para mejorar. Sin embargo, el psicólogo indica que un gran avance para ellos es identificar a qué se tiene miedo; “si es a la soledad, a dejar las expectativas planteadas con la pareja, al miedo a no conseguir alguien más, la dependencia emocional, económica o relacional”. El temor siempre va estar presente, es ilógico que alguien salga ileso y sin el temor a lo desconocido, pero ante la decisión debe primar la salud mental y el bienestar que causa el alejamiento de una mala relación.
En muchos casos, y por no decir en la mayoría de feminicidios, el no tomar acciones, cuando aún hay tiempo, tiene graves consecuencias. “Si nos enfocamos en las relaciones de tipo disfuncional, nos exponemos a sentimientos de culpa, deterioro de la autoestima, alejamiento de redes de apoyo, malestar constante, sentirnos aprisionados, con la angustia de hacer o decir... que, a la larga deriva en ansiedad, tristeza permanente, frustración, violencia hacia el otro y autoinflingida”, detalla el experto en parejas.
Las segundas oportunidades
Pero qué pasa cuándo se decide dar una segunda oportunidad y aportar por la relación que lleva problemas. El psicólogo responde que no sucede nada, “las relaciones merecen segundas oportunidades, los seres humanos podemos cambiar y modificarnos”. No obstante, recalca que en las segundas oportunidades es básico dos componentes: compromiso de querer estar y acción, que las palabras sean acompañadas con actos. “Si no existen estos dos componentes no hay avance. Simplemente se retoma una relación que seguirá estancada y problemática”.
“Cuando la relación ayuda a trascender, cuando nos mejora, cuando nos sentimos libres y realizados, cuando no hay una exigencia de cambio y hay un ceder mutuo, cuando se siente un ambiente de confianza y empatía, cuando existe respeto y confirmación constante, y cuando existen encuentros sexuales de mutuo disfrute”, dice el terapeuta, se habla de una relación compatible y es a lo que todos debemos apuntar.
Recuerda que...
La pareja que elegimos dice mucho de quiénes somos, por eso, deberíamos hacer un análisis muy propio de lo que concebimos como relaciones y que es lo que buscamos en ellas. El experto aconseja asistir a profesionales del área, que siempre es, una ayuda importante, ya que nos brinda una perspectiva nueva de quiénes somos y a quiénes elegimos.