Ortodoncia invisible
2021/02/2507:34H.
Aunque la ortodoncia parezca que es una especialidad de la odontología ligada a la estética de los dientes, la verdad es que esta rama dental va mucho más allá de una linda y perfecta sonrisa. El odontólogo Emilio Jalkh nos informa que la funcionalidad de la ortodoncia permite que se pueda masticar de una manera correcta, previniendo problemas posteriores, como desgaste en los dientes, pérdida de sus tejidos de soporte como encías o huesos y alteraciones articulares.
Uno de los tratamientos tradicionales, y que seguramente acompañaron a muchos de nosotros durante la adolescencia, son los brackets que están en la cara frontal de los dientes. “Es muy común ver a los jóvenes usar brackets metálicos con ligas de colores según su preferencia para hacer más divertido el proceso”, comenta el especialista. Sin embargo, a medida que crecemos, y si los dientes vuelven a moverse, dejamos de tomar este proceso a la ligera y buscamos tratamientos más estéticos que disimulen u oculten la ortodoncia en los dientes.
Las nuevas opciones
Ya sea por vergüenza, por incomodidad, o simplemente por tener una vida social y profesional sin miedo a sonreír, las exigencias estéticas actuales han desarrollado nuevos métodos para aquellos pacientes que necesitan ortodoncia y se niegan a usarla. Se trata de la ortodoncia invisible, una técnica que puede tratar los dientes sin ser notorio. “Existen dos tipos de tratamientos que pueden ser llamados invisibles: la ortodoncia lingual y los alineadores invisibles”, así nos indica el odontólogo Jalkh y los detalla a continuación:
Ortodoncia lingual: Se llama así porque los brackets están colocados en la cara trasera de los dientes, lo cual permite que en el momento de hablar y sonreír no sean visibles. Es el más estético de todos los sistemas, aunque requiere de mayor cuidado en la higiene. “Los pacientes suelen tener miedo de las lesiones que podría generar en su lengua, pero la realidad es otra, todo inicio de tratamiento requiere de un proceso de adaptación con cualquier sistema de ortodoncia, después de este procedimiento, las ventajas estéticas predominan”, añade el médico.
Alineadores invisibles: “Son acetatos transparentes que el paciente puede usarlos, retirarlos e irlos cambiando de manera progresiva para que realicen los movimientos deseados en la dentadura”, señala el especialista. La desventaja principal de este sistema es que requiere la colaboración total del paciente, ya que si tiende a quitarse los acetatos demasiadas veces al día, probablemente el tratamiento se puede alargar o no funcionar como se espera. “A veces es necesario colocar unos agregados de resina, llamados “attachments”, en la cara anterior de los dientes para facilitar el movimiento de los mismos, aunque pueden terminar siendo no tan estéticos”, comenta el galeno.
¿Cómo escoger la mejor opción?
Según el odontólogo, “existen casos en los que la imagen del paciente es parte de su trabajo, por lo que se aconseja el sistema de ortodoncia lingual para que pueda tener tranquilidad durante todo su tratamiento. También hay casos en los que solo es necesario mover un diente, y ahí se podrían utilizar alineadores invisibles para corregir en un tiempo muy corto la posición del diente”. No obstante, todo depende de la evaluación del paciente, de la complejidad del caso, la conducta de la persona y la respuesta fisiológica de los tejidos.
Cada técnica requiere diferentes periodos entre cada cita de control, lo importante está en respetar el tiempo que tarda en repararse el tejido al rededor del diente para producir el movimiento, “siempre se aconsejan fuerzas ligeras y se puede complementar los tratamientos de ortodoncia con láser, lo cual ayuda a la recuperación del tejido permitiendo que los movimientos dentales sean más rápidos y disminuyendo el dolor”, dice Jalkh.
Con los nuevos sistemas estéticos es posible tratar a aquellos pacientes que nunca consideraron utilizar ortodoncia por las desventajas estéticas, “ahora es posible dar ese confort que desean, con un tratamiento de ortodoncia invisible podemos diseñar una sonrisa y de esta manera, incluso, se podría evitar la utilización de carillas”.
¿Cómo nos afecta una mala dentadura?
Tener una mordida correcta previene anomalías en la forma, posición, relación y función de los dientes y los maxilares, la cara y los trastornos funcionales de la masticación. Además, aporta a una correcta limpieza de los dientes y evita las caries y enfermedades en las encías, previniendo así la pérdida de piezas dentales.
Una mala mordida puede generar malformaciones sobre los músculos de la masticación, por ende, la ortodoncia elimina la tensión añadida a estas malformaciones, que pueden producir dolor en cuello, mandíbula, oído y la cabeza en general. En ese sentido, la ortodoncia cumple un rol fundamental en la buena salud dental.