Nuevo estudio vincula el aumento del autismo en niños con la exposición a microplásticos

Redacción Hogar

Un reciente estudio llevado a cabo por científicos de la Escuela de Medicina Osteopática Rowan-Virtua y la Escuela de Medicina de la Universidad Rutgers ha revelado una preocupante conexión entre la exposición al bisfenol A (BPA) y un aumento en la incidencia de trastornos del neurodesarrollo, como el trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). El BPA, un aditivo plástico omnipresente en productos de uso cotidiano como cosméticos, envases de alimentos y productos de higiene, lleva tiempo bajo escrutinio por sus posibles riesgos para la salud.

El estudio encontró que los niños con TEA y TDAH tienen una capacidad reducida para eliminar el BPA de su organismo, lo que provoca una acumulación mayor de esta sustancia en sus cuerpos. Este hallazgo es significativo, ya que la exposición prolongada al BPA en concentraciones elevadas podría ser un factor contribuyente en el desarrollo o exacerbación de estos trastornos. La investigación sugiere que la eficiencia en el proceso de eliminación del BPA, conocido como glucuronidación, está comprometida en estos niños, debido a factores genéticos que dificultan la desintoxicación efectiva.

Este estudio amplía el creciente cuerpo de evidencia que asocia la exposición al BPA con efectos adversos en la salud.

Este proceso de glucuronidación, crucial para la eliminación de toxinas, consiste en la adición de una molécula de azúcar al BPA, volviéndolo soluble en agua y permitiendo su expulsión del cuerpo a través de la orina. Sin embargo, en los niños con TEA, la capacidad de realizar este proceso es aproximadamente un 10% menor en comparación con los niños sin autismo. En aquellos con TDAH, la capacidad es un 17% menor. Estos resultados subrayan la importancia de considerar la genética como un factor clave en la exposición y susceptibilidad al BPA.

Los investigadores evaluaron a 149 niños, incluidos 66 con autismo, 46 con TDAH y 37 niños sanos, todos seleccionados en clínicas de la Facultad de Medicina de Rutgers-Nueva Jersey. Los hallazgos, publicados en la revista PLOS ONE, sugieren que el BPA podría desempeñar un papel más significativo en la salud infantil de lo que se pensaba anteriormente, especialmente en poblaciones vulnerables con predisposiciones genéticas a una menor eliminación de toxinas.

El BPA, un aditivo plástico omnipresente en productos de uso cotidiano como cosméticos, envases de alimentos y productos de higiene, lleva tiempo bajo escrutinio por sus posibles riesgos para la salud.

Este estudio amplía el creciente cuerpo de evidencia que asocia la exposición al BPA con efectos adversos en la salud, y plantea la necesidad urgente de reconsiderar el uso de esta sustancia en productos de uso diario, especialmente aquellos dirigidos a niños. La identificación de factores genéticos que influyen en la eliminación del BPA podría ser clave para desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas para los trastornos del neurodesarrollo.