La prevención también aplica a la salud mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente 1 de cada 8 personas en el mundo padece un trastorno mental, esos son mil millones de personas en el mundo, comenta el doctor Octavio Corral Pazos, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de la Rioja, quien intervino en el encuentro académico “Construyendo Bienestar: educación, intervención y prevención en salud mental”, realizado en Quito el 17 de septiembre.
El especialista, quien es coautor de un estudio en España que examinó 20 años de ingresos hospitalarios de adolescentes, indicó que de los más de 2 millones de ingresos hospitalarios el 6% corresponden a enfermedades mentales, siendo las mujeres las más afectadas. Además, los diagnósticos psiquiátricos aumentaron desde un 4% en el año 2000 a casi un 10% en el 2021, tras la pandemia.
En Ecuador datos de la Organización Panamericana de la Salud indican que las enfermedades categorizadas en las siglas MNSS (mental, neurológico, sustancias y suicidio) representan entre un tercio y un cuarto de toda la carga sanitaria del país y que las edades van entre los 10 y 45 años. El doctor Corral explica que aunque son datos muy grandes, si dejan ver los problemas de salud mental a los que nos enfrentamos tanto en el país como en el mundo. Por ello este experto señala: “Yo creo que estamos asistiendo a una pandemia mundial de salud mental, pospandemia del Covid”.
Salud mental: "es mejor prevenir que curar"
“Yo soy médico y en medicina siempre decimos que más vale prevenir que curar”, asegura este médico y catedrático de la UNIR. ¿Pero cómo hacerlo? el doctor Corral nos dice que lo primero es fomentar hábitos de vida saludable y nos dice cuáles son las claves para cuidar de la salud mental de una forma natural.
El ejercicio físico regular libera endorfinas, las moléculas que ayudan en la regulación del estado de ánimo, la respuesta al estrés y la percepción del dolor. La actividad puede ser una caminata, ejercicios funcionales u otros deportes.
Buenos hábitos de sueño ayudan a que el cuerpo se repare, además que la falta de sueño está vinculada a la depresión.
Una alimentación adecuada con nutrientes ricos en vitaminas, minerales, ácidos grasos, como el Omega 3 favorecen el funcionamiento del cerebro.
Practicar técnicas del manejo del estrés como mindfulness, meditación y respiración profunda pueden ayudar con la prevención del estrés crónico, la ansiedad y la depresión.
El médico indica que esto puede ayudar con la “resiliencia emocional”, es decir buscar ser flexible mentalmente para evitar romperse, lo que implica tener capacidad para afrontar y superar situaciones difíciles.
Y es que hay muchas personas que son muy rígidas consigo mismas. Por ello es necesario desarrollar habilidades blandas, en los que la mentalidad positiva, la resolución de problemas, el mantener una perspectiva optimista puede ser de gran ayuda.
En el caso de los niños y adolescentes promover el bienestar y educación emocional también es necesario para que desde pequeños puedan aprender a gestionar el estrés. También es importante que ellos sientan una red de apoyo familiar, así como tener una crianza positiva en donde las emociones y sentimientos sean validados y no pasados por alto.
Y para finalizar el doctor Corral señala que así como vamos al médico general para hacer estudios preventivos de enfermedades, ir al psicólogo para revisar cómo está nuestra salud mental puede ser una gran herramienta y un paso fundamental para cuidarnos, pues “un especialista sabe pautar exactamente cuando hay un problema y determinar cuántas revisiones tiene que realizarse”.