Curar el cuerpo sanando el alma
Claudia Echeverri, coach y mentora de desarrollo personal, lleva más de 18 años explorando y estudiando este camino. Esta travesía la ha llevado a experimentar diferentes formas de sanación, terapias y talleres para curarse ella y ayudar a otros. Durante su más reciente viaje a la India aprendió sobre profundización al despertar de la conciencia y actualmente está cursando un profesorado del Sistema de Respiración Ovárica y Alquimia Femenina. Es autora del libro “Ámate y vive sin miedo”, creadora de cursos, conferencias y retiros.
La experta explica que la conexión cuerpo, mente y conciencia es un hecho que incluso se ha demostrado en el plano científico. “El cuerpo es el vehículo a través del cual nos movemos, experimentamos la vida y es donde se albergan las memorias de todas las acciones, pensamientos y emociones reprimidas que arrastramos por la vida. Por tal razón, es fácil entender que si no sabemos canalizar nuestras emociones, el cuerpo empezará a guardarlas en sus diferentes órganos y sistemas, dando como resultado todo tipo de dolencias físicas como ciertas enfermedades, rigidez, inflamaciones, dolores e incluso hasta accidentes”.
Buscando respuestas
Claudia asegura que el cuerpo es perfecto porque es una creación divina y que todo el tiempo trabaja para mantener la armonía, “Todas las noches realiza un proceso de desintoxicación y cada vez que nota cuerpos extraños, trata de expulsarlos... pero los humanos nos hemos desconectado del cuerpo por estar habitando solo en la mente, en la parte intelectual, sin darnos cuenta del daño ocasionado. Nos alimentamos mal, hacemos del sedentarismo parte de nuestro día a día, pensamos negativamente y reprimimos las emociones. Esta represión es lo que más nos afecta, y aunque nuestro cuerpo trate de volver al equilibrio (homeostasis), el desorden en la rutina diaria y la falta de canalizar lo que sentimos nos lleva a vivir problemas serios físicamente”.
En cuanto a soluciones se refiere, la profesional explica que tenemos algunas. Lo importante es empezar inmediatamente con el cambio, ya que mientras más crónico se vuelva el problema corporal, más tiempo llevará el sanarlo, “Lo primero es modificar nuestros malos hábitos poco a poco y el aprender a liberar las emociones de forma adecuada. Existen muchos métodos para hacerlo, el que yo utilizo está basado en la respiración, movimiento y energía. Los tres, bajo la supervisión de un profesional que te guie adecuadamente, hacen que liberes tus memorias pasadas aliviando tu presente. Este sistema consiste en permitirse entrar en el cuerpo sin mente, sin espacio y sin tiempo y se logra uniendo la respiración rápida con diversos movimientos del cuerpo”.
Consejos prácticos
A continuación, Claudia nos ayuda con algunos ejercicios que pueden ser realizados en casa.
- Recomiendo te permitas experimentar las emociones cada vez que alguna situación te afecte. Es importante hacerlo de forma consciente, intencional y a solas para liberar ya sea tristeza, rabia o frustración. Mueve tu cuerpo, golpea un cojín, grita y llora si es necesario para sentir paz. No uses la mente, solo el cuerpo y al final de este proceso descansa y relájate.
- Para liberar energía estancada y emociones reprimidas en el cuerpo necesitamos usar movimientos circulares: Mueve tus caderas, tu pecho, tus brazos y danza mientras respiras por la nariz y exhalas por la boca. Permítete sentir, vibrar y hacer sonidos. Hazlo durante 15 minutos diariamente, déjate ser, aleja tus temores y culpas.
- Acepta la guía de expertos en desarrollo personal, lo esencial es tratar la raíz del problema ya que los síntomas del cuerpo son solo eso, síntomas.
- Aprende a perdonar. Es uno de los pasos más difíciles... este tiempo es el mejor tiempo para dejar ir, renovarnos y compartir lo más bello que hay en cada uno de nosotros.