5 fermentados imperdibles

Karelys Rincón
Los fermentados son ingredientes que han pasado por un proceso ancestral de conservación en el que actúan miles de bacterias buenas.

El hábito de consumir alimentos fermentados ha cobrado valor desde que la pandemia nos enseñó a eliminar, a toda costa, las bacterias de nuestro cuerpo. ¿Pero sabías que no todas son malas? De hecho, en los últimos 20 años sólo se ha descubierto el 30% de todos los microorganismos que viven dentro nuestro, y de ese total identificado el 99% es beneficioso y solo el 1% no lo es.

El problema es que al tener síntomas de alguna enfermedad o cuadro viral e ingerir antibióticos las erradicamos todas, buenas y malas.

Por eso, Catalina Vallejo, coach de salud y nutrición integrativa, sugiere incluir en nuestra dieta alimentos vivos, como los fermentados, que tienen una gran cantidad y diversidad de bacterias beneficiosas, que aportan enzimas digestivas y dan fibra prebiótica, es decir, fortalecen a esa mayoría que vive con nosotros.

¿Qué son y de dónde provienen?

Los fermentados son ingredientes que han pasado por un proceso ancestral de conservación en el que actúan miles de microorganismos, o bacterias buenas, que se encargan de realizar una pre digestión de la fibra del ingrediente y producen ácido láctico, de la bacteria Lactobacillus, que es la más común y abundante en nuestro sistema digestivo, por eso son alimentos tan amables con él.

La también especialista en alimentos fermentados nos comparte algunas opciones que añadirán sabor pero sobre todo mucho valor nutricional a tus comidas:

Kéfir de leche

Es una especie de yogurt o leche espesa, “el rey de los alimentos fermentados, el que mayor diversidad y riqueza de Lactobacillus nos aporta”, destaca la coach. Es un poco más ácido que el yogur pero tiene mucha más fibra prebiótica, es decir, ayuda a digerir mejor otros lácteos, siempre y cuando lo consumas constantemente. Además, tiene estudios científicos que demuestran que es un coadyuvante en el tratamiento para Helicobacter pylori. Si lo licúas con frutos rojos y unas gotas de stevia tendrás un smoothie rico en sabor, probióticos y antioxidantes ideal para tu desayuno.

Chucrut

Es col que pasó por un proceso de fermentación con sal pero que mantiene su crocancia y ahora genera líquido con un sabor ácido. Puede acompañar cualquier vegetal, e incluso ancestralmente se come con charcutería o carnes, ya que ayuda a digerirlas mejor y a que los nutrientes se reciban en mayor cantidad. Se recomienda ingerir dos cucharadas diarias con cualquiera de tus comidas una vez al día. Si lo usas para hacer una ensalada te aportará la parte ácida y salada, por lo que restaría ponerle un poco de aceite de oliva o aguacate.

Queso crema de kéfir

Su nombre indica su equivalente y su doble fermentación ancestral genera muchas cepas probióticas que le dan espesor, acidez y un sabor a queso totalmente natural. Tiene poquísimos ingredientes y una gran cantidad de bacterias beneficiosas vivas, “mucho mayor que cualquier otro queso crema que está desnaturalizado”, resalta la especialista. Combinado con una pizca de sal marina, albahaca, morrón y cebollín, resulta en una explosión de sabores que no te quieres perder.

Kimchi

Generalmente tiene como base nabo chino con mucho rábano, zanahoria, hierbita, perejil y manzana. Puede ser una guarnición, acompañante, o aderezo para tus vegetales. “Se come poquito, dos cucharadas y nada más”, dice Catalina Vallejo. También tiene estudios científicos que muestran cómo ayuda a metabolizar mejor los lípidos, es decir, el colesterol y las grasas, incluso favorece la pérdida de peso y ayuda a prevenir el cáncer colorrectal. Es el complemento ideal para recetas con verde, yuca y papa.

Kombucha

Es una bebida que se conoce también como hongo de té chino, pero se recomienda consumirlo de té verde o té negro, “ya que son los mejores para preparla”, según la coach nutricional. Su mayor beneficio es que en su fermentación genera una gran diversidad de ácidos orgánicos que aportan directamente al hígado, haciendo que realice su trabajo de desintoxicación más eficientemente. “Por eso es muy importante que sea ácida, una kombucha que no es ácida y solo es dulce no nos beneficia en absoluto”, añade.