¿Cómo será nuestra familia?

La planificación familiar es un tema prioritario para los novios. Ambos deben acordar de antemano, cómo visualizan la familia que un día formarán, cuántos hijos quisieran tener y cuándo. Es aconsejable buscar orientación adecuada con un ginecólogo.
Rosita González-Artigas

Son dos temas los que una pareja debería revisar con la ayuda de un ginecólogo, uno es la elección de un método anticonceptivo para controlar la natalidad y cuándo se quiere empezar la búsqueda de un embarazo. Conversamos con el Dr. Fernando Alcívar, ginecólogo obstetra, sobre los métodos para planificar la familia. Destacó que, actualmente, se tiene libre acceso a los métodos anticonceptivos, sin receta y sin la orientación de un médico especialista, con quien se pueden ver las necesidades particulares de cada pareja.

5 TIPOS MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS

En líneas generales existen cinco tipos de métodos anticonceptivos, que les detallamos:

1 Métodos hormonales

Los integran las pastillas y parches anticonceptivos, anillos vaginales, inyecciones e implantes hormonales. “Cualquiera de estos métodos hormonales tienen una eficacia que varían del 99.5 % al 99.7 %, generalmente ese 0.3 a 0.5 % de falla en realidad no es falla del método sino falla de la paciente en su uso”, comenta el especialista, agregando que el mecanismo de acción de todos estos métodos es primordialmente evitar la ovulación, y espesar el moco cervical de tal manera que sea impenetrable para los espermatozoides.

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Pastillas anticonceptivas: Hay dos tipos, las que se toman durante 21 días y se descansa una semana y otras que traen 28 tabletas, generalmente las últimas son placebo y por ello, al terminar la caja, se empieza una nueva, sin descansar. Las pastillas anticonceptivas traen una mezcla de dos hormonas, estrógeno y progestágeno, “están también las que solo tienen progestágeno y se utilizan sobre todo en pacientes en época de lactancia”, indica el Dr. Alcívar.

Parches anticonceptivos: En el mes, tres semanas se utiliza el parche y una se descansa para permitir que venga la menstruación. Se colocan en la piel y por vía transdérmica va pasando el estrógeno y el progestágeno.

Anillos vaginales: El anillo es flexible y de silicón, se coloca en el interior del canal vaginal, hacia el fondo y se hace el primer día de la menstruación. Se deja 21 días, para retirarlo y esperar siete días para que venga la menstruación. Pasados ese tiempo, debe ubicarse un anillo nuevo. Para la mayoría de las usuarias no produce molestias.

Inyecciones hormonales: Hay dos tipos, unas que se colocan mensualmente, resultan una alternativa cómoda y segura en cuanto a olvidos, el problema es que tiene una carga hormonal alta, pues en una sola inyección se pone toda la dosis hormonal para un mes, de tal manera que producen mayores efectos colaterales, entre ellos irregularidades menstruales, cefalea, un poco de náuseas, entre otros.

Las otras son inyecciones trimestrales, solamente tienen un tipo de progestágeno y no estrógenos, por eso están indicadas específicamente para mujeres mayores de 35 años o que ya no desean tener más hijos: “Con el uso prolongado de estas inyecciones trimestrales es posible que luego de suspenderlas, siga sin haber ovulación, puede costar la recuperación de la misma, por eso es que es indicada para aquellas pacientes que ya no desean tener más bebés”, comenta el ginecólogo.

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Implantes hormonales: Son unos depósitos de silicón, en forma de palillos, que son un reservorio hormonal y se colocan debajo de la piel, a través de un sencillo procedimiento quirúrgico, con anestesia local. Su acción puede durar alrededor de 5 años. Contienen solamente un tipo de progestágeno y no estrógenos. Generalmente, durante los primeros seis a nueve meses de utilización de este método, puede haber irregularidades en la menstruación hasta que el organismo se vaya acostumbrando.

2 Dispositivos intrauterinos Son aparatos que se colocan dentro del útero, con un tiempo de acción entre 3 y 7 años. Existen tres variedades: de silicona, con 93% eficacia; de cobre, con 98% y hormonales, con 99.5% de eficacia. Estos dispositivos impiden que se implante el óvulo ya fecundado. “Es un dispositivo que contiene un reservorio de progestágeno, hormona que se va liberando muy lentamente, en micro dosis, que espesan el moco cervical y crea un ambiente inhóspito para los espermatozoides, en el caso de que algún espermatozoide llegue a vencer la barrera del moco cervical”.

El problema general de un dispositivo intrauterino es que, aunque esta sea estéril, es algo que estará dentro de la cavidad uterina, y el cuerpo puede reaccionar y producir un proceso inflamatorio que se manifieste con dolores, molestias en las relaciones sexuales, infecciones vaginales con flujos, recurrentes o relativamente frecuentes, así como sangrados anormales. La intensidad de estos efectos colaterales puede ser variable: “Hay pacientes en quienes es algo leve y otras en la que es tan molestoso, que de repente como médico uno tiene que optar por retirar el dispositivo”.

3 De barrera: Están el preservativo masculino, el diafragma y el preservativo femenino, estos dos últimos muy poco usados. El preservativo femenino resultó muy poco práctico, pues la mujer debía ubicarlo al fondo del canal vaginal para que tape el cuello del útero, lo que era muy complicado, además ofrecía solo 90% de eficacia. La eficacia del preservativo masculino en cambio, es alrededor del 95 al 97%, destacándose que además de evitar la fecundación, evita la transmisión de enfermedades infecciosas y de transmisión sexual.

4 Naturales: En este grupo están el método del ritmo, llamado también del calendario u Ogino-Knaus, que se basa en el conteo de los días del ciclo femenino, para poder determinar el tiempo de fertilidad, en los que se da la ovulación. Mientras más regular sea la mujer, mayor eficacia, entre el 95 o 96%. Si la mujer es irregular en su ciclo, este método le resulta complicado y menos eficaz, solo entre el 89 y el 92%.

Está también el método de Billing o de ovulación, que se basa en la observación del moco cervical, que está en el cuello del útero, para determinar los periodos de fertilidad. En los primeros días del ciclo el moco es espeso, escaso, duro, blanquecino y a medida en que se van acercando los días de ovulación este moco se hace más abundante, transparente, cristalino y muy elástico, indicando que son los días potenciales de fertilidad. Este método demando un conocimiento de la mujer de su fisiología y evaluación y registro diario de su moco cervical.

Finalmente, el más nuevo y que tiene mucho auge es el método de Creighton, que se basa en el método de Billings, pero con un estudio y seguimiento más exhaustivo, pues además del moco cervical, analiza una serie de cambios cuantificables en la zona genital de la mujer, siento este un método mucho más complejo, que requiere entrenamiento especial. Hay personas que se han especializado para capacitar a quien quiera seguir este método. Por lo complejo que es tiene una eficacia del 98 y 99%.

Todos estos métodos son reversibles, es decir, que cuando la mujer deja de usarlos, más rápido o más tardíamente, puede recuperar su potencial de fertilidad.

5 quirúrgicos: Son métodos irreversibles, en el caso de la mujer es la ligadura de trompas de Falopio y para el hombre, la ligadura de los conductos espermáticos o llamada también vasectomía, con una eficacia del 99%. En el caso de la vasectomía, debe haber control de natalidad con algún método por 6 meses después de la intervención porque pueden estar espermatozoides circulando en los conductos espermáticos.