Mitos y verdades sobre el uso del protector solar
Los altos niveles de radiación ultravioleta (UV) pueden significar un riesgo significativo para la piel y traer consecuencias fatales si no se toman las debidas precauciones. De hecho, según los últimos datos del Registro Nacional de Tumores de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca), en Ecuador la tasa de casos nuevos de cáncer en la piel en mujeres es del 38,2% por cada 100.000 habitantes, y del 43,7% en hombres.
“Existen varios riesgos a los cuales se expone la piel en épocas de sol intenso como las que estamos viviendo en el país, siendo las más comunes las quemaduras solares; sin embargo la sobreexposición puede traer consecuencias a largo plazo como envejecimiento, manchas e incluso cáncer de piel”, señala el doctor Gregory Celis, director médico de Laboratorios Bagó.
La mayoría de estas afecciones pueden prevenirse de la mano del protector solar, que actúa como un escudo ante los daños de la radiación. A pesar de ello, todavía existe mucha información errónea o distorsionada sobre el uso de este producto, por lo cual, el experto aclara algunos mitos y verdades a continuación:
Todas las pieles pueden usar el mismo protector solar - MITO
Al contrario de lo que se suele creer, los bloqueadores solares tienen distintas propiedades e ingredientes que se adaptan a cada tipo de piel. Según el especialista, “las pieles sensibles y más claras requieren una mayor protección, por lo cual, es esencial que opten por un bloqueador con mayor protección UV, y que apliquen el producto con mayor frecuencia que otras pieles”. Es decir que el tono de la piel y su sensibilidad ante factores externos determinará el tipo de producto que se debe usar.
El protector debe aplicarse varias veces al día - VERDAD
Según la Organización Mundial de la Salud, el bloqueador solar tiene una duración limitada en la piel, y su efecto se va degradando de a poco debido a la exposición al sol, el sudor y/o contacto con la ropa. “Por eso se recomienda aplicarlo al menos cada dos horas para mantener su efectividad y evitar los daños de los rayos UV”, puntualiza el doctor Celis. Agrega que esta periodicidad debe aumentar si la zona fue expuesta al agua o fue manipulada de alguna forma.
Si no hay sol, no se necesita bloqueador solar - MITO
Aunque no sea perceptible, los rayos UV están siempre presentes en el ambiente. “Si el día se ve nublado, no significa que la radiación haya disminuido en el ambiente, especialmente en Ecuador, que al encontrarse en plena línea ecuatorial y un punto tan cercano al sol, está expuesto a que los rayos UV caigan de forma perpendicular, causando una exposición extra a los mismos”, explica el Dr. Celis. Asimismo, las luces blancas y pantallas emiten esta radiación, pudiendo quemar la piel y traer complicaciones; por eso, el especialista sugiere usar protector incluso en espacios interiores.
Su uso previene el cáncer de piel - VERDAD
Acorde a los datos de la OMS, la exposición prolongada e intensa a la radiación ultravioleta (UV) del sol es un factor de riesgo importante para el desarrollo de cáncer de piel. En ese sentido, el bloqueador solar, es una medida eficaz para reducir la exposición de la piel, pues absorben o dispersan los rayos UV antes de que penetren en la pie (OMS, 2019). Según el experto “el uso adecuado del protector y su aplicación periódica ayudan a reducir este riesgo, minimizando la cantidad de radiación dañina que llega a la piel”. Adicionalmente, aplicar protector previene quemaduras de piel y sarpullidos, si se complementa con el uso de ropa protectora, preferentemente de materiales ligeros y de colores claros.
El protector solar a prueba de agua dura todo el día - MITO
Todo bloqueador solar necesita reaplicarse, incluso aquellos a prueba de agua, que aunque suelen tener componentes que los vuelven más resistentes para quienes lo usan antes de nadar o sudar, luego de estas actividades las personas deben volver a aplicarlo.
La aplicación debe hacerse 30 minutos antes de exponerse al sol - VERDAD
Efectivamente, el bloqueador solar debe aplicarse al menos 30 minutos antes de exponerse al sol, debido a que algunos de sus ingredientes requieren un tiempo para activarse y formar una capa protectora sobre la piel. “Al aplicar el protector con anticipación, se asegura que la piel esté adecuadamente resguardada desde el inicio de la exposición al sol” señala el experto, quien enfatiza que aplicarlo justo antes de salir no proporcionará la misma protección efectiva.