Así era la Navidad de Pablo Escobar: insólitos rituales y excéntricas celebraciones
Rezos, una bolsa roja para la buena suerte y exorbitantes regalos, son algunas tradiciones que hacía todas las navidades el sanguinario narcotraficante Pablo Escobar. Esto con el propósito de seguir en la cima de sus cuestionables negocios y evitar que sus numerosos enemigos lo maten.
‘El patrón del mal’, como era conocido, también aprovechaba estas fechas para enaltecer su imagen ante la gente. En barrios de Medellín regalaba casas, canchas de fútbol y árboles de navidad. Pero, ¿a qué costo?
Realmente esas excentricidades estaban teñidas de sangre. Detrás, de las costumbres y acciones que hacía para su gente, había muchas familias destruidas por la imparable violencia de aquella época.
Fueron alrededor de 15 mil personas las que fallecieron en el tiempo en el que Escobar lideraba las redes del narcotráfico. En su lucha contra el Gobierno, afectó incluso a personas inocentes, según menciona un reporte de El Tiempo.
Una vez aclarado este punto, le contaremos las extrañas costumbres que Pablo Escobar hacía en Navidad y Fin de Año.
REZOS
Por alguna inexplicable razón, varios narcotraficantes tienen presente a la religión en sus vidas. En el caso de Escobar, era devoto del Niño Jesús de Atocha, a quien le prendía velas blancas y le rezaba con la oración del Arcángel San Miguel. Esto con el objetivo de que lo cuide de sus enemigos.
La figura infantil es una de las más reconocidas de Centroamérica y México y se caracteriza por llevar una capa, sombrero, bastón y una canasta para el pan. De hecho, hay una iglesia en su honor en la comunidad mexicana de Fresnillo.
BOLSA ROJA
Luego de rezar, ponía en el árbol de Navidad unos amuletos guardados en una bolsa roja de terciopelo con un cordón dorado, así lo reveló hace algún tiempo Laura Escobar, sobrina del sanguinario, en entrevista con Telemundo.
Dentro de la bolsa había cuatro elementos: un ojo turco, una moneda de oro, un pedazo de piedra y algo dorado. Estos objetos representaban la salud, abundancia, prosperidad, amor y gratitud.
Escobar regalaba a sus familiares y amigos cercanos estos paquetes para que les vaya bien en el tiempo venidero.
ABUNDANTES ALIMENTOS
Como se podrá imaginar, las cenas navideñas del capo eran a lo grande, no escatimaba en gastos. Eso sí, nunca podían faltar las tradicionales natillas y los buñuelos.
Tampoco dejó pasar por alto estas festividades cuando estuvo en la cárcel de Itagüí, municipio de Envigado. Pese a estar encerrado, organizó con sus compinches una cena para su madre en la que hubo músicos y banquetes.
¿UNICORNIO?
Una de las leyendas urbanas que rodean a Pablo Escobar, tiene que ver con un regalo que le hizo a su hija Manuela. Se dice que mandó a poner un cuerno y alas de papel a un caballo que le obsequió a la pequeña en Navidad. Así simulaba que era un unicornio.
La extraña historia fue corroborada por John Jairo Velásquez Vásquez, conocido como ‘Popeye’, quien era la mano derecha del narco. No obstante, Victoria Henao, viuda de Escobar, desmintió el cuento en su libro ‘Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar’.
“Cuando Manuela cumplió cinco años, en 1989, le celebramos el cumpleaños en la Hacienda Nápoles. Ese día, Pablo asistió durante un rato y le regaló una yegua y su cría de color negro, pero la niña nunca los pudo disfrutar porque siempre había que correr a esconderse. De ese cumpleaños surgió una historia mentirosa que ha trascendido en el imaginario y al día de hoy muchos asumen que fue cierta”, manifestó sobre el supuesto unicornio.
EXORBITANTES REGALOS
Según el Tiempo de Colombia, en la década de los setenta, cuando inició su carrera criminal, dispuso construir un barrio de 200 viviendas sobre el basurero Moravia, una de las zonas más pobres de Antioquia.
Cuando la obra fue inaugurada, el narco regaló balones y juguetes e incluso a cada casa le proveyó de un árbol de Navidad. También se comenta que construyó 50 canchas de fútbol.
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