Visión productiva comprometida con la sostenibilidad
2021/03/2510:35H.
Cambiar no es fácil. Las transformaciones requieren de tiempo y esfuerzo, y en las empresas, el reto es mayor. Entender cuáles son las prioridades de los usuarios y ajustar la oferta a esa expectativa, pese a que quizá lo que se hace ahora cumple con el objetivo del negocio.
En el Grupo Familia entendieron que necesitaban adaptarse a esos cambios. Desde hace varios años recorren la ruta de la sostenibilidad y hace poco llegó a un punto máximo con la creación de la Línea Familia Green. Allí, su producto estrella es un papel higiénico de cuatro hojas fabricado con fibras recicladas y con un empaque plástico que también tiene un proceso de ese tipo, es decir, 100 por ciento ecológico.
Margarita Chávez, gerenta de Marca Familia, explica que la marca cuenta con un portafolio de soluciones de higiene y aseo, con el que buscan soluciones prácticas, innovadoras y superiores de cuidado personal para los hogares. El objetivo es generar bienestar y salud de manera sostenible, a través de tres pilares: aliado confiable, compra inteligente y hacer la vida más fácil.
Poner a las familias en el centro de sus decisiones, dice Chávez, los convirtió en líderes, con un crecimiento en el segmento de papel higiénico de valor agregado. “Lo alcanzamos con la Línea Expert, que es un producto que tiene cuatro hojas, y con otro que es más popular como el Megarrollo”. Así, dice, se sostienen como la marca más recordada en el segmento de Papel Higiénico, según un estudio hecho por la empresa.
Ese posicionamiento nace, además, del alcance de la marca en el país: con sus productos llega a dos tercios de las tiendas. Por ende, la responsabilidad por la sostenibilidad, que es un tema relevante para el consumidor, los encamina hacia ese sendero. “Tenemos como uno de los lineamientos corporativos ser pioneros en esto”.
Con la Línea Green, el objetivo es dar una segunda vuelta a las fibras recicladas. “Captamos el 75 por ciento del papel reciclado a nivel nacional, casi 50 mil toneladas procesadas al año”.
Estas fibras provienen de papel archivo, periódico y cartón reciclado, que ya fueron usados o que quedan de algún proceso productivo (en las imprentas, por ejemplo). “Al darle nueva vida, evitamos que vayan directo a rellenos sanitarios. Prolongamos su vida útil y reducimos la cantidad de gases de efecto invernadero”.
Esta propuesta va acompañada de una alianza con la Red Nacional de Recicladores de Ecuador (Renarec), que inició actividades en 2008 y que agrupa a más de 20 mil recicladores. De estos, cerca del 60 por ciento son mujeres con una edad promedio de 45 años y que son cabezas de hogar. “Incluso de los productos de Línea Green, el cinco por ciento de las ventas se destinarán para mejorar las condiciones de vida de esos recicladores”.
Chávez resalta la importancia de trabajar con ellos en esta cadena productiva, porque de esa manera se contribuye eficientemente a la circularidad. Por eso prevén, a corto plazo, elaborar más productos de ese tipo, entre esos: servilletas, toallas de cocina y pañuelos faciales.
Para eso es clave ir de la mano con certificaciones que soporten ese plan. Además de mantener el Punto Verde que da el Ministerio del Ambiente, y que poseen desde hace cinco años, apuntan a la Certificación FSC, que promueve la conservación de bosques. Sí, una apuesta hacia la sostenibilidad que va en serio.