Red de cuidado ambiental suma un nuevo aliado en Quito
Una hectárea de espacios verdes del colegio Sebastián de Benalcázar, de Quito, será destinada para realizar una intervención de cuidado ambiental, gracias a un compromiso firmado entre la unidad educativa, el Municipio de Quito y la compañía Bupa, con su programa ‘Huellas de Cambio’.
Este compromiso, que se implementa bajo la modalidad TiNi (Tierra de Niñas, Niños y Jóvenes), permitirá que 1.850 estudiantes del establecimiento educativo, aprendan acerca de la importancia de cuidar el planeta. El formato de esta modalidad involucra, además, a padres y docentes como promotores del desarrollo sostenible.
En un acto en el cual los estudiantes de primaria se llevaron el protagonismo con una representación teatral, el gerente general de Bupa Ecuador, Centro América y Caribe, Ricardo Arango, destacó que la asignación de este espacio es un ejemplo de la responsabilidad hacia el medio ambiente y la comunidad.
También anunció que para este año se prevé que se unan al programa ‘Huellas de Cambio’, dos unidades educativas más.
La representante de la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito, María José Moyano, subrayó que el Cabildo junto a la Secretaría de Educación, promueven un programa de educación ambiental.
El esquema tiene por objetivo impulsar la corresponsabilidad de los ciudadanos, frente a la gestión adecuada de los recursos naturales, entre otros aspectos; por lo que agradeció y felicitó a la comunidad educativa por unirse a esa iniciativa.
El rector del colegio Sebastián de Benalcázar, Patricio Recalde, destacó que la protección ambiental es fundamental para la institución, sobre todo por su ubicación en la zona comercial y habitacional de la ciudad, por lo que se realizan importantes esfuerzos para mantener espacios verdes.
El programa Huellas de Cambio impulsa a los estudiantes a tener conciencia ambiental, ser agentes que actúen directamente para tener un cambio positivo en el bienestar de las comunidades y cuenta con el apoyo de la Asociación para la Niñez y su Ambiente (ANIA) y la fundación MIWA Educación y Conciencia Ambiental.