¿Por qué no debes tener tortugas amazónicas en casa? La historia de una tortuga motelo que llegó a Guayas

Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales si las consecuencias de su abuso no lo impiden.
Daniel Tristancho
Una tortuga motelo rescatada, que lleva a cabo su rehabilitación en el Parque Histórico de la Puntilla.

* Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales. Ecuador es el primer estado en reconocer los derechos de los animales de forma constitucional.

Un hombre se movilizaba en un auto por Durán cuando observó a un grupo de individuos llevando consigo a una tortuga, de la especie motelo. Al tratarse de un animal silvestre, considerado como una especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el hombre decidió bajarse y pedirles una explicación por su tenencia.

Vamos a cocinarla”, fue la respuesta casual de uno de los individuos ante la pregunta del conductor, quien inmediatamente detuvo el vehículo, sorprendido y preocupado por lo que se estaba desarrollando frente a él.

Se inició una discusión. El conductor les informó que lo que estaban haciendo era ilegal, y el hecho de que tenían en sus manos a una especie de tortuga vulnerable era un agravante para el delito que ya estaban cometiendo. En efecto, se estaba refiriendo al artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal, que prohibía la tenencia y el consumo de este animal o de cualquiera de sus partes constitutivas.

El hombre también les habló del daño que estaban infligiendo al medio ambiente, pues ya no quedan muchas tortugas de esa especie.

Todas las partes constitutivas de la tortuga, como su caparazón, están protegidas bajo el artículo 247 del COIP. Su tenencia o tráfico, así como el del animal vivo, acarrea una sentencia de entre 1 a 3 años de prisión.

Sin embargo, los argumentos fueron en vano. Tras no obtener una reacción positiva del grupo de sujetos, quienes cada vez se acercaban más a la vivienda en donde asarían a la tortuga, el hombre decidió pagarles para que vayan a comer a otro sitio. Eso los convenció.

Poco después sonó el teléfono de la doctora Grecia Robles, jefa del equipo médico del Parque Histórico de la Puntilla, el 21 de enero de 2022. Era el hombre que salvó a la torgua motelo.

Cuando llegó al parque, la Dra. Robles observó que se trataba de una tortuga adulta, de aproximadamente 5 años, con manchas de pintura en su caparazón.

El hábitat natural de esta especie es la Amazonía, lo más probable es que haya sido traficada para convertirla en mascota, como sucede con frecuencia con esta especie, pese a su estado de conservación.

Por suerte se encontraba en buenas condiciones, asegura la veterinaria. “Inicialmente hicimos una valoración y confirmamos que tenía un peso adecuado. También tiene un buen apetito y la hemos colocado en el área de cuarentena, con todos los cuidados, tratamientos y exámenes”.

A pesar de que tener a pequeñas tortugas como mascotas solía ser considerado algo normal hace más de una década, ahora es un delito, y quien las posea dentro de su hogar está expuesto a ser procesado legalmente por su afrente a los derechos de los animales.

Una vez que todas las revisiones se hayan realizado y constaten de manera definitiva su buena salud, la tortuga rescatada se unirá al grupo general de motelos del Parque Histórico de la Puntilla, en el que convivirá con otros 19 animales de su especie en un recinto adaptado para emular su hábitat natural amazónico y creado para cubrir todas las necesidades de este tipo de animales. Todos con historias similares a la suya. Extraídos de su hábitat natural, a cientos de kilómetros de su hogar.

Mientras pase el tiempo y dependiendo de una evaluación de casos individuales, porque en algunos animales las consecuencias del maltrato son tan grandes que pierden la capacidad de sobrevivir en su hábitat natural, se identifica cuales animales pueden volver a re insertarse en la selva amazónica donde nacieron.

“En muchas de las ocasiones se les alimenta de mala manera con comida comercial, se les mantiene en cualquier lugar sin un espacio amplio ni las condiciones adecuadas de temperatura ni humedad, y esto les causa problemas metabólicos y nutricionales, que en muchos casos ya no tienen solución”, explica la Dra. Robles.

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Más allá de las implicaciones legales y éticas, es casi imposible para un ciudadano común darle una vida digna a una tortuga amazónica en su hogar.

Así como las motelos, las tortugas charapas, también provenientes de la amazonia, son de las especies que más se trafican y abandonan posteriormente, en lugares como el Parque Seminario de Guayaquil, a cientos de kilometros de su hábitat natural.

Además, las tortugas motelos extraídas de su hábitat pueden transmitir una gran cantidad de enfermedades virales, bacterianas y parasitarias a humanos. Las familias que las mantienen cautivas están predispuestas a esto. Estos reptiles tienden a contagiar Salmonelosis, algo que muchas veces es ignorado por quienes las adquieren. No solo se expone al animal en peligro, sino a uno mismo.

En un futuro, según Robles, se espera que la tortuga vuelva a la Amazonía y pueda vivir en paz, en el lugar donde ha existido por siglos.

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¿CÓMO AYUDAR?

Al igual que las tortugas motelos, hay muchos más animales silvestres que pertenecen a especies en riesgo de conservación y sin embargo, siguen siendo objetivos de tráfico y tenencia ilegal.

Hoy en Ecuador hay 125 especies en peligro crítico, 283 especies que se encuentran en peligro y 344 especies vulnerables, según indica el Director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Byron Lagla. Estos números asegura, aumentan progresivamente con el pasar de los años.

Cualquier ciudadano puede denunciar un caso a las autoridades o notificar el avistamiento de un animal silvestre dentro del entorno urbano.

Mónica Cabrera, directora de comunicación de Rescate Animal, explica que “el protocolo a seguir es comunicarse con el ECU 911, quienes están relacionados con la Policía del Medio ambiente y el Ministerio”.

Cabrera hace énfasis en no comprar animales silvestres, aunque se lo haga con el afán de ayudar al animal, porque se beneficia a las redes de tráfico. Además recomienda, solo en casos que no representen un riesgo, grabar videos y tomar fotos cuando uno sea testigo de algún acto de tráfico y tenencia ilegal de fauna, para que al notificar a las autoridades se pueda presentar evidencias del delito.

Durante el 2021, se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. Con los nuevos instrumentos normativos se espera fortalecer el marco jurídico que protege a la fauna silvestre, con el fin de que los casos de tráfico y tenencia ilegal sean cada vez menos.

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