Ecuador lidera el camino hacia los derechos de los animales con nueva legislación en debate
Por medio de una histórica sentencia, Ecuador se convirtió en el primer país del mundo en reconocer a los animales como titulares de derechos. Ahora, más de dos años después, la Asamblea Nacional analiza el proyecto de Ley que se está forjando para convertirse en la herramienta con la que se garantizará que la calidad de vida de estos seres mejore ampliamente.
La resolución judicial referida, que sentó un gran precedente en el accionar en pro del bienestar animal a nivel mundial, giró en torno a una mona chorongo llamada Estrellita, que vivió 18 años confinada ilegalmente en una casa de la ciudad de Ambato. Al resolverse el caso, en enero del 2022, se determinó que los derechos de la Naturaleza fueron vulnerados.
Al ordenarse posteriormente que hasta agosto de este año el Legislativo debata y apruebe una ley sobre los derechos de los animales, en el marco de la muerte de la primate, que vivió por siempre alejada de la Amazonía, donde sus congéneres enfrentan un alto riesgo de extinción, decenas de organizaciones de la sociedad civil y activismo se unieron para crearla.
La Ley Orgánica para la Protección, Promoción y Defensa de los Derechos de los Animales, conocida como “LOA”, tiene como objetivo asegurar que cada uno de estos, ya sea de compañía, como un perro, silvestre, como un ocelote, destinado al consumo, como puede serlo un cerdo, a la experimentación, como un conejo, o al servicio, como un caballo, vivan con dignidad y libertad.
Para alcanzar esta meta, que se reviste de suma importancia ante las estelas de destrucción que dejan sequías e inundaciones por el cambio climático, propiciado por el decrecimiento general de animales en libertad debido a la deforestación, y el incalculable sufrimiento de seres sintientes atrapados en estructuras que los obligan a vivir en condiciones que incluso los impulsan al canibalismo, la LOA propuso los derechos que los ampararían.
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De acuerdo a estos, todos los animales tienen derecho a existir, a que su integridad física y psicológica no sea violada, a no ser explotados, a vivir en su hábitat natural, a una muerte digna, que beneficiaría, por ejemplo, a seres destinados a consumo que son brutalmente golpeados, a no ser utilizados como entretenimiento, entre otros más mandatos.
“Este es un cambio moral de la sociedad ecuatoriana”
La abogada Inti Alvarado, quien forma parte del colectivo detrás de la LOA, hace énfasis en que la dignidad es la piedra angular del proyecto de Ley. Afirma que la sentencia que sirvió como punto de partida reconoce a los animales como seres que tienen un valor propio y, en distintas escalas, capaces de sentir emociones y dolor, percibir el mundo y tener experiencias.
“Eso implica que la sociedad tiene que cambiar. Implica que ya no podemos seguir viendo a los animales como objetos, como cosas que caminan en función del uso indiscriminado que podemos hacer de ellos”, comentó la letrada, agregando que deberán romperse paradigmas en Ecuador para que comience a haber una comprensión distinta en torno al tema.
Alvarado acota que dentro de las actividades que los humanos han llevado a cabo históricamente con los animales va a empezar a haber límites en función de la dignidad y capacidad de sintiencia, que destaca, no se limita solo a que su cuerpo reaccione a estímulos, sino a que, como los humanos, puedan formar lazos con sus pares y acumular recuerdos.
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“Este es un cambio moral de la sociedad ecuatoriana que ha sido legitimado”, concluye, destacando que adoptar de forma colectiva dicha mentalidad en torno al bienestar animal influirá en la propia convivencia humana y la hará menos violenta.
La ingeniera ambiental Cristina Alarcón, quien también forma parte del colectivo, reconoce que comprender lo que gira en torno a los derechos de los animales puede resultar complicado para la sociedad puesto que Ecuador fue el primer país en el mundo que dictó su creación. Para ilustrar el problema, se refiere a las gallinas destinadas al consumo y la industria.
De acuerdo a la organización Gallinas Libres Ecuador, al menos 13 millones de gallinas en el país permanecen confinadas en jaulas de batería, que tienen el largo y ancho de una hoja de papel A4, desde que nacen hasta que mueren, es decir, durante aproximadamente dos años.
“En ese espacio la gallina come. En ese espacio la gallina pone huevos. Básicamente hace toda su vida. Esta práctica es extremadamente cruel y no le permite expresar ninguno de sus comportamientos naturales”, declara Alarcón, y, alineada al concepto de dignidad que introdujo Alvarado, detalla que las gallinas tienen la capacidad plena de sufrir en esa estructura.
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Agrega, incluso, que el dolor físico y emocional llega a impulsarlas a atacar y cometer canibalismo en las jaulas, por lo que, generalmente, sus picos son cortados a temprana edad. Esto ocurre aún cuando existen métodos de producción que les permiten vivir sin experimentar dolor, como el que manejan las escasas granjas de gallinas libres.
Un largo periodo de transición
Alvarado reconoce que el cambio que traería consigo el acatamiento de los derechos de los animales sería amplio y profundo, no solo en el plano moral, sino estructural, referente a la manera en que opera la sociedad. Por ello, destaca que la LOA establecerá plazos que se extenderán hasta años para que ciudadanos y, principalmente, empresas, modifiquen sus prácticas.
En el sector de producción, estos periodos de tiempo varían en función del tamaño de la empresa. Además, se están estableciendo incentivos y subsidios para que pequeños y medianos productores puedan contar con apoyo del Estado para adaptar sus prácticas, explica la abogada.
La aprobación de la Ley no solo ocasionará que el sector industrial tenga que adaptarse progresivamente a una forma de operar que respete los derechos de los animales, sino también una reestructuración del sistema judicial en Ecuador para el eficaz abordaje de estos casos, y un reajuste de los planes de trabajo de entes de gobernanza, como municipios, entre otros cambios.
Por otro lado, Alarcón resalta que el proyecto de Ley sigue en construcción, y rechaza que se generen falsas narrativas en torno a este, como por ejemplo, que la LOA forzará a todos los ecuatorianos a dejar de consumir carne de origen animal. Sobre esto, aclara que los derechos sólo velarán por el bienestar y muerte digna de los animales en la cadena de producción.
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Con respecto al rechazo que produjo en la ciudadanía un literal de la LOA que proponía que la exhibición de cadáveres de animales cocinados o crudos en establecimientos como asaderos sea prohibida, la ingeniera ambiental explicó que este se planteó con miras a mejorar la sanidad pública, con el fin de prevenir la contaminación de la carne, y aclaró que el tema aún podía ser manejado, puesto que el cuerpo legal sigue en etapa de desarrollo.