Secuelas del COVID-19: ¿Cómo afecta el virus a los pulmones?
2020/09/2404:06H.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Pulmón que promueve cada 25 de septiembre el Foro de Sociedades Internacionales Respiratorias (FIRS), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) recuerda que el pulmón es el órgano más afectado por el COVID-19 y puede tener secuelas graves que afecten sus funciones.
Según una publicación de la ABC , los conocimientos científicos sobre las secuelas a medio y largo plazo de esta infección son limitados, aunque ya se ha ido reuniendo evidencia científica y experiencia sobre algunos aspectos. En la fase aguda, el Covid-19 presenta distintas manifestaciones en el aparato respiratorio, de las cuales la más evidente es la neumonía bilateral que puede conducir al ingreso hospitalario de los pacientes afectados por una insuficiencia respiratoria grave que, a su vez, puede abocar a una situación de distrés respiratorio agudo, por la que estos pacientes pueden requerir soporte ventilatorio: oxigenoterapia, ventilación no invasiva (VNI) o ventilación invasiva (VI).
Actualmente, se estima que un 10% de los pacientes de Covid-19 ingresan en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) durante este proceso agudo.
Las principales secuelas del Covid-19 que se han observado hasta ahora en el pulmón son las alteraciones de la función pulmonar y alteraciones intersticiales pulmonares que se presentan más allá del episodio agudo de la enfermedad.
El doctor Francisco García Río, neumólogo y miembro del Área de Técnicas y Trasplantes de SEPAR, afirma que “a medida que avanza la enfermedad, durante la fase aguda, se produce una tormenta de citocinas en el organismo, igualmente característica de otras enfermedades como los trasplantes infantiles, que se liberan en la circulación y producen complicaciones inflamatorias como la coagulabilidad sanguínea; esta hipercoagulabilidad puede tener como manifestación una embolia pulmonar”.
Además, el Covid-19 puede afectar a la microvasculatura pulmonar y sistémica y, más allá de la afectación pulmonar, generar complicaciones neurológicas, digestivas o renales.
“Hay pacientes que superan las complicaciones de la Covid, incluyendo la neumonía y el ingreso en UCI, de forma satisfactoria. Su función respiratoria y la morfología del pulmón son completamente normales y regresan a una situación normal, sin limitaciones. Pero en otros, a medio plazo, la enfermedad se manifiesta con alteraciones en las pruebas de imagen, que se caracterizan por patrones de atelectasias y vidrio deslustrado, sugestivas de afectación intersticial”, añade el Dr. García Río.
"Durante el seguimiento, que se ha podido realizar hasta ahora de los pacientes (entre cuatro y seis meses desde el inicio de la pandemia) se aprecia que la mayoría de los pacientes resuelven esas alteraciones radiológicas, aunque la recuperación de la afectación pulmonar sea más lenta que en otras neumonías. Alrededor de un 15% de estos pacientes pueden tener alteraciones intersticiales fibróticas o no fibróticas persistentes sobre todo si presentaron neumonía grave durante la hospitalización, estos pacientes requieren más tiempo de seguimiento para valorar la repercusión de estas lesiones, algunas se podrían resolver completamente y otras podrían persistir, y afectar a la función pulmonar", añade la doctora Claudia Valenzuela, neumóloga coordinadora del Área de EPID (Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas), de SEPAR.
El principal síntoma que notan los pacientes que desarrollan secuelas es la disnea o sensación de ahogo, que persiste después de la fase aguda, y que se manifiesta al realizar esfuerzos que no requieren de una intensidad alta, como caminar. También puede padecer otros síntomas como tos, dolor torácico u otros más inespecíficos, variables y de menor relevancia clínica.