El MIS-C: un peligroso síndrome inflamatorio en niños que tuvieron COVID-19
2021/02/2201:11H.
A Braden Wilson, de 15 años, le asustaba el coronavirus y solo salía, con las debidas medidas de bioseguridad, para revisiones con el ortodoncista y visitas con sus abuelos en California, EE.UU.
Sin embargo, la COVID lo alcanzó y provocó un daño terrible en forma de un síndrome inflamatorio que, por razones aún desconocidas, afecta a algunos jóvenes semanas después del contagio.
Los médicos del Hospital Infantil de Los Ángeles conectaron al adolescente a un respirador y a una máquina de derivación cardiopulmonar, pero no pudieron evitar que sus órganos principales se deterioraran.
El 5 de enero, “declararon oficialmente que tenía muerte cerebral”, relató su madre, Amanda Wilson, entre sollozos. “Mi hijo se había ido”. La noticia fue publicada por el New York Times
Los médicos de Estados Unidos observaron un sorprendente aumento en la cantidad de jóvenes que presentan la enfermedad que padecía Braden, denominada síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C, por su sigla en inglés). Aseguran que lo más preocupante es que ahora hay más pacientes muy enfermos que durante la primera oleada de casos, la cual alarmó a médicos y padres de todo el mundo la primavera pasada.
“Ahora estamos recibiendo más niños con MIS-C, pero en esta ocasión parece que un mayor porcentaje de ellos está bastante grave”, comentó Roberta DeBiasi, directora de enfermedades infecciosas del Hospital Nacional de Niños de Washington D. C. Señaló que, durante la primera oleada del hospital, aproximadamente la mitad de los pacientes necesitaban tratamiento en la unidad de cuidados intensivos, pero ahora lo necesita entre el 80 y el 90 por ciento.
Las razones de esto no son claras. La oleada se produce tras el pico general de casos de Covid-19 en Estados Unidos después de la temporada de vacaciones de invierno, y es posible que un mayor número de casos simplemente aumente las posibilidades de que se presente la enfermedad grave. Hasta ahora, no hay pruebas de que las variantes recientes del coronavirus sean las causantes, y los expertos dicen que es demasiado pronto para especular sobre cualquier efecto de las variantes en el síndrome.
El padecimiento sigue siendo inusual. Las últimas cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos muestran 2060 casos en 48 estados, Puerto Rico y el Distrito de Columbia, e incluyen 30 muertes. La media de edad fue de 9 años, pero afectó desde bebés hasta jóvenes de 20 años. Los datos, que estarán completos hasta mediados de diciembre, muestran que el índice de casos aumentó desde mediados de octubre.
Aunque la mayoría de los jóvenes, incluso los que enfermaron de gravedad, sobrevivieron y volvieron a casa en condiciones relativamente saludables, los médicos no saben si alguno presentará problemas cardiacos u otros problemas persistentes.
“En realidad no sabemos qué ocurrirá a largo plazo”, afirmó Jean Ballweg, directora médica de trasplantes cardiacos pediátricos e insuficiencia cardiaca avanzada en el Children’s Hospital & Medical Center de Omaha (Nebraska), donde de abril a octubre el hospital atendió unos dos casos al mes, un 30 por ciento de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos. La cifra aumentó a diez casos en diciembre y a doce en enero, y el 60% necesitó cuidados en la UCI, la mayoría de ellos con respiradores. “Claramente, parece que están más enfermos”, dijo.
¿Cuáles son los síntnomas?
Según el reportaje de New York Times, los síntomas del síndrome pueden incluir fiebre, sarpullido, ojos rojos o problemas gastrointestinales. Estos pueden evolucionar hacia una disfunción cardiaca, incluido el choque cardiogénico, en el que el corazón no puede comprimirse lo suficiente para bombear la sangre. Algunos pacientes desarrollan una cardiomiopatía, que endurece el músculo cardiaco, o arritmia.
Los hospitales afirman que la mayoría de los pacientes dan positivo en las pruebas de anticuerpos contra el Covid-19, lo que indica una infección previa, pero algunos pacientes también dan positivo en las pruebas de infección activa. Muchos niños estaban sanos antes y tenían pocos o ningún síntoma a causa su infección inicial por coronavirus.
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