¡Quién dijo que el arte era aburrido!

Inmerso en la naturaleza, el Parque cultural Garza Roja ofrece arte, gastronomía y diversión al pie del río Daule. A tan solo media hora de Guayaquil no se pierdan el parque más ecuatoriano de todos.
Redacción Vistazo
La Garza Roja

Con 13 piscinas activas, incluida una para mascotas, este mágico espacio lleva 23 años atrayendo familias de Nobol y todo el país. En constante movimiento, el parque de 80 hectáreas reúne un sinnúmero de escultores, pintores, arquitectos e historiadores cuya única misión es dar a conocer la historia del Ecuador poniendo énfasis en la cultura montubia.

PISCINAS - Con 13 piscinas activas, incluida una para mascotas, este mágico espacio lleva 23 años atrayendo familias de Nobol y todo el país.

En el malecón del parque peces multicolores rivalizan con cascadas y toneladas de piedras mezcladas con teca, granito y basalto. Al levantar la mirada el público descubre una Virgen María negra, un Quijote, un Buda gigantesco y un megalito que parece cuidar una cueva con pintura rupestre. Cada obra tiene una historia y nace de la mano de artistas locales que manejan la ciencia del equilibrio y el imaginario de Ramón Sonnenholznser que está convirtiendo la Garza Roja en una inmensa obra de arte interactiva.

La Garza Roja sorprende por la originalidad de sus propuestas culturales donde el centro de huellas nativas del museo DAL expone obras precolombinas de hace 12000 años, “La casa de muñecas” presenta 600 juguetes y elfos en honor a la nieta de Ramón Sonnenholznser -el dueño de Garza Roja- y el museo FHI resalta el arte contemporáneo en un espacio donde converge la ciencia, la religión y la constante investigación.

CASA DE MUÑECAS - Por fuera tiene un particular color rosa salmón y contiene aproximadamente unos 600 ejemplares de muñecas provenientes de varias partes del mundo como España, Francia y Alemania.

TEATRO AL AIRE LIBRE

Otros atractivos del parque son sus obras de teatro a cargo de la escuela de Arte dramático de Garza Roja dirigidos por Peter García y su esposa Alba Cadena. Nueve actores del sector fueron formados por la pareja y todos han desarrollado talentos impresionantes desde caminar en sancos, bailar, cantar o improvisar amorfinos. “La mayoría de nuestras obras son comedias costumbristas y familiares”, resalta Peter quien escribe las obras y forma los actores mientras su esposa se encarga de la parte de danza y canto. La tropa ya presentó diez obras originales y desde inicios de septiembre se abrió una tercera temporada de creaciones con las obras “Federico mi gallo Guarico”, “el río de las garzas” y “las enfermeras de Monchito”.

La escuela de Arte dramático de Garza Roja – está dirigida por Peter García y su esposa Alba Cadena.

LOS SUEÑOS DE DON RAMÓN

Don Ramón vivió 15 años en la casa que ya se convirtió en “La casa de muñecas”. “Antes era el hogar de Emilio Estrada, el arqueólogo que descubrió la cultura Valdivia”, cuenta Sonnenholznser cuya nueva casa está rodeada por veintitrés búfalos que son su pasión. “En la Garza roja yo provoco y coordino inteligencia humana y corazones. Lo importante es trabajar en equipo, promover, ayudar y apoyar la cultura, el arte y la educación” explica el hombre que fundó el Colegio Alemán en Samborondón. “Soy empírico no académico pero he estudiado, leído y viví muchas experiencias. Para mi es importante que la gente que visite la Garza Roja comprenda que los montubios no son una etnia genética sino cultural. No hago folclorismo, trabajo en el crecimiento de esta cultura”, aclara Don Ramón que se considera un reformista permanente.“Me crié con la cultura montubia, mi padre se encargó de sumergirme en el río. A los seis años competía en Nobol en una carrera de caballos a pelo limpio”, recuerda el amante de la poesía contemporánea y de la orquesta sinfónica que invita a menudo en la Garza Roja.

Ramón Sonnenholznner - construyó sus utopías en el parque Garza Roja levantando su mundo más natural y personal en ese atractivo de naturaleza y cultura.

Don Ramón tiene tantos proyectos como amigos: “Me estimula la gente que tiene ideas y que me invita a participar. En navidad quiero tener un coro de Nobol, así que vamos a crear una escuela”, cuenta el hombre que considera la Garza Roja como un motivo existencial. “Es un espacio para darles lugar a las utopías. Por eso el parque se llama Garza Roja, porque esa ave no existe en esta zona, pero aquí se ha hecho realidad”