Julio Jaramillo y los zapatos que quedan por llenar

Desde los románticos pasillos de Julio Jaramillo hasta los actuales ritmos urbanos, casi cincuenta años después de su fallecimiento no hay quien llene su espacio, pero hay nuevos ídolos guayaquileños que se perfilan.
Alejandro Puga
El micrófono de Julio Jaramillo está en el pedestal de la memoria internacional.

Los días del Guayaquil de antaño sonaban a requintos y guitarras. Las noches de bohemia se llenaban de poemas y románticas - a veces nostálgicas- melodías. Las serenatas y lagarteros lograban la dedicatoria perfecta, lo que hace ahora un mensaje en Instagram.

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Hoy los instrumentos son muchos más variados y los hechos por computadora son mayoría. La producción, la tecnología y la forma de contar se han transformado pero la música sigue llegando de la misma forma a las personas. Brindando alegría en las fiestas, compañía en las tristezas o pensamientos reflexivos en las dudas.

JULIO JARAMILLO: EL RUISEÑOR DE AMÉRICA

Nombres como Fresia Saavedra, Olimpo Cárdenas y Carlos Rubira Infante, llenaban las marquesinas de La Perla del Pacífico y del país. Entre las décadas de 1940 a 1970 a la actualidad, han pasado cincuenta años y muchos nombres han aparecido en el firmamento de estrellas locales desde entonces. Aunque hasta ahora, nadie ha sido más internacional que Julio Jaramillo Laurido.

Bolero, pasillo, vals y tango dejaron de ser lo más sonado en la radio guayaquileña. Dándole paso a la música disco, el rock, el pop y más recientemente, los géneros urbanos, como el reguetón, el trap y el hip hop.

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EL PASILLO ES NUESTRA MÚSICA NACIONAL

Los estilos nacidos en el país perdieron terreno y esto tiene una explicación. “En Ecuador siempre hemos tenido una falta de identidad que viene desde lo musical. El pasillo es nuestra música nacional pero no la hemos asumido como tal”, asegura Gustavo Vargas, director de la carrera de Artes Musicales de la UCSG. Y agrega: “En los artistas musicales ecuatorianos hay proyectos de rescate de estos sonidos, como lo hizo Juan Fernando Velasco a principios del 2000, sin embargo, hay toda una subcultura global que fusiona los géneros urbanos con los latinos”.

El experto señala que casi en cada década hay ritmos que marcan y reflejan el estilo de vida de las personas y estos evolucionan.

La cambiante industria musical hoy tiene como principal influencia a la globalización, que aunque es una ventaja por la gran cantidad de conexiones con otras fronteras, estas ganan terreno ante una industria artística no fortalecida como la nuestra.

CADA ARTISTA MANEJA SU IDENTIDAD

“Sigue el gusto por la música local. Sí funciona. Hay festivales que se siguen llenando, pero con la situación económica del país ha mermado un poco lo que ocurre”, explica la promotora de artistas Gisella Heredia. Su experiencia la ha llevado a manejar la carrera de intérpretes guayaquileños desde su desarrollo hasta su auge, como Jorge Luis del Hierro y Daniel Betancourt.

Asegura que en el 2000 comenzó una nueva camada de artistas que lograron llenar coliseos completos con voces nuevas, a las que era fácil de reconocer. “Cada artista maneja su identidad y así busca su nicho. Lo importante es que sea fácil de identificarlo al cantar, y saber quién es. Eso marca la diferencia”, cuenta.

El locutor radial Gino Molineros, recuerda también el movimiento del rock y el rap que se gestó en Guayaquil entre los años 80 y 90. Tranzas, Clip, Gerardo Mejía y Au-D salen a flote en su conversación. “Son nombres que están arriba y ya no los toca nadie. Pueden vivir de sus éxitos, aunque ya no hagan mucha música nueva”, específica.

La figura de Julio Jaramillo vuelve a salir a flote. No hay artista más internacional que el Ruiseñor de América, quien aún fallecido (el 9 de febrero de 1978) puede presumir de casi 3 millones de oyentes mensuales en Spotify. Un número que ningún artista actual aún puede conseguir.

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La vigencia del ídolo es innegable. Aunque a los expertos consultados les queda la duda de quién puede llegar a estar a ese nivel. “El público es cada vez más diverso. No hay una sola línea de pensamiento. Es ahora el reguetón el que tiene más fuerza, pero el rock y pop tienen su público”, dice el académico Gustavo Vargas. Pero antes de hablar de nuevos artistas analiza lo que ha pasado con el pasillo y la pérdida en el gusto joven.

“El pasillo musicalmente es muy monótono y no se renovó. Es sonoramente trágico y hace que no sea tan fácil escucharlo en el día a día. Vivimos en una dinámica más rápida y compleja, y aunque a veces hay momentos de calma, este género tampoco se acopla a las nuevas rutinas”, reflexiona.

El género fue designado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 2021. La web del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural lo describe como “la música nacional de mayor convocatoria y forma parte del acervo de la identidad nacional”. Esto lo vuelve histórico pero en las listas radiales ya no es el más sonado.

LOS ARTISTAS GUAYAQUILEÑOS MÁS ESCUCHADOS DEL ÚLTIMO AÑO

Al resaltar los logros de la música actual en el extranjero, Gustavo señala a Douglas Bastidas y Troi Alvarado, por su composición y el éxito que lograron en países como México y Colombia. De hecho, Tranzas, grupo que integraron, tiene en Spotify casi millón y medio de oyentes mensuales. ”Hemos tenido contacto con estos artistas desde la academia, porque es importante su visión”.

En tiempos del streaming la radio sigue importando. Gino Molineros, locutor de Radio Disney, cree que falta identidad para crear al próximo ídolo nacional. “A los artistas ecuatorianos se les hace difícil tener éxito porque no se definen. Muchos artistas son buenos pero están buscando dónde meterse y la gente no los identifica con un sonido, con un patrón”.

Con esto coincide Giselle Heredia. “Los artistas van encontrando lo que son con el tiempo. A veces inician con lo que les parece más comercial y no lo más cómodo para ellos. Es importante que los artistas jóvenes defiendan lo que quieren hacer”, sentencia.

Pero esto parece ir cambiando. Mar Rendón, Dayanara, Dicapo y Tres Dedos, salen a flote con frecuencia en esta entrevista. Como también artistas un poco más alternativos como Chloé Silva, Luz Pinos y Ceci Juno. Los números importan pero no lo son todo, ya que entre los mencionados las reproducciones en las plataformas digitales son tan únicas como sus propuestas.

Los artistas guayaquileños más escuchados del último año.

La Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador recoge a los primeros mencionados en su ranking de los artistas más escuchados del último año, tanto en radio como en plataformas. México, Colombia, España y Estados Unidos son los países que comienzan a aceptar sus voces y a identificarlas con la tricolor.

Aunque ninguno de estos guayaquileños hace géneros tradicionales tienen a Ecuador como principal insignia. Es su identificación, y en ocasiones, como es el caso de Dayanara lo hacen su eslogan: Ecuador en la casa, dice con frecuencia. Rock, pop, pop urbano, jazz latino y hasta regional mexicano son como suenan sus canciones. Géneros que se fusionan con otros según disponga la creatividad.

El micrófono de Julio Jaramillo está en el pedestal de la memoria internacional, pero es momento de que otro paisano ponga en los ojos del mundo al talento de Guayaquil.