"El cuarto pasajero": una aventura a toda velocidad

Aquí conoce a Lorena, una joven que viaja a menudo a Madrid. Julián se enamora de ella y planea confesarle sus sentimientos al iniciar un nuevo viaje compartido, parece un buen plan; hasta que conocen a los dos nuevos pasajeros que los acompañarán en este trayecto.

La trama nos plantea una aparente road movie tradicional en la que durante el viaje se presentarán imprevistos, pero jamás una película de Álex de la Iglesia se puede calificar como tradicional. Él es uno de los cineastas que siempre recomiendo puesto que tiene excelentes películas entre las que destaco: ‘El día de la Bestia’, ‘La Comunidad’ o el ‘Crimen Ferpecto’ (parecería que está mal escrito, pero es así con F).

Su estilo se caracteriza por historias fuera de lo común, con giros de guión que pueden incluir elementos fantásticos, pero, principalmente, situaciones extremas donde las reacciones de los personajes constituyen el detonante de la acción. Es este último factor el que destaca en ‘El cuarto pasajero’, ya que poco a poco somos testigos del crecimiento de complejidad de las situaciones durante el viaje y cómo esto afecta de sobremanera a cada uno de los personajes.

Otro elemento que resaltar en sus películas es la construcción de personajes y casi siempre, gracias al particular humor que maneja, logra entrelazar adecuadamente las tramas y provocar que empaticemos con las historias. El cuarteto de protagonistas se encuentra muy bien desarrollado. Alberto San Juan, quien interpreta a Julián, muestra cómo las apariencias y exceso de control enmascaran un mar de insatisfacciones; de igual manera Blanca Suárez, en su rol de Lorena, pone en evidencia que, independientemente de la edad, reprimir los sentimientos y llenarse de frustraciones no trae más que infelicidad.

Los otros pasajeros constituyen polos opuestos. Por un lado tenemos a Rubén Cortada (Sergio), con el que se busca crear desconfianza al dotarlo de características cliché de joven desenfadado y misterioso, pero no se logra concretar bien sus acciones. En cambio, quien se roba el show es Ernesto Alterio (Juan Carlos), excelente actor quien ha participado en muy buenas películas como ‘Días de fútbol’ y ‘El método’, además ha sido nominado varias veces en los Premios Goya. Ernesto logra que el personaje de Juan Carlos que puede resultar a veces caricaturesco sea creíble y que, a pesar de ser el culpable de casi todas las desgracias durante el viaje, gracias a su caracterización logra que nos riamos de sus locuras y que nos interese saber su destino.

Son los tramos de interacción y manejo de secuencias dentro del auto, las que se complementan perfectamente, gracias a los sólidos diálogos creados por la ya tradicional dupla Álex de la Iglesia- Jorge Guerricaechevarría, expertos en lograr a través de situaciones ingeniosas que cada personaje retumbe en nuestra imaginación, esto no es para nada fácil; pero siempre consiguen superarse gracias a seguir creyendo en historias originales que merecen la pena ser contadas.

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El detalle de crear situaciones muy extremas suele originar un factor negativo en varias de las películas de Álex de la Iglesia y, lamentablemente, vuelve a ocurrir. En este caso, en el último tramo de la película, puesto que el desarrollo de los personajes se trunca abruptamente por el afán de buscar crear un máximo espectáculo, lo cual hace que la trama de disperse y en lugar de cerrar adecuadamente pierde un poco el rumbo.

Lo bueno es que en general, el balance es positivo debido a que el filme logra mantener la atención del espectador por conocer el destino de los protagonistas en este alocado viaje; por ello no solo les recomiendo ‘El cuarto pasajero’ sino que tengan siempre en cuenta todos los trabajos del gran Álex de la Iglesia.