Acuarelas de ensueño, precisión y excelencia
Esta talentosa joven es una promesa de las artes plásticas, en especial de la acuarela, arte cuya difícil técnica ella domina, lo que la ha llevado a exponer y lograr aplausos locales y reconocimientos internacionales.
Desde pequeña, la novel artista se destacó por su pasión por la pintura. “Ya a los cinco años, pintaba y dibujaba detalles hermosos que ella veía en otros cuadros o eran parte de su imaginación”, asegura su madre, doña Viviana Icaza.
Estudió en casa, su colegio Home Life Academy, le permitió estar más tiempo concentrada en sus estudios y a la vez en las artes. “A los siete años tuve mi primer encuentro formal con el arte porque me inscribieron en un curso, pero de pintura acrílica, pero fue a los once en que descubrí las acuarelas y desde ahí que no he parado de pintar”, recuerda Martina.
Aunque no lo parece, por el fino acabado de sus trabajos y la gran calidad de detalles que conlleva el pintar con acuarela, ella asegura que es autodidacta.
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“Estuve en la Escuela de Arte de Quito, en un curso corto, y ahí me concentré en las acuarelas”, manifiesta Martina, cuyas hermosas obras hoy en día, muchas realizadas como comisiones internacionales, son enviadas al exterior.
“Me gusta mezclar acordemente muchos colores, pinto muchos rostros y animales exóticos de todo el mundo, también me gusta trabajar acerca de personas de etnias y culturas diferentes por la hermosa gama de colores con la que generalmente visten”, confiesa la pintora.
En febrero de 2024, el arte de Martina Icaza se impuso en el concurso ‘Pinta Guayaquil’, donde su trabajo inspirado en el monumento a la Rotonda, por el encuentro entre Simón Bolívar y José de San Martín, le valió el primer lugar.
En su obra ganadora, el rostro de los próceres parece hecho con lápiz y carboncillo, pero es puro pincel fino y acuarela, los rasgos de cada uno se reconocen ampliamente, por ello fue premiada. Todo un arte definitivamente.
Fauna de la Amazonía, piqueros patas azules y otras especies de las Islas Galápagos, son parte de su colección, donde además se destacan muchos animales del ártico y de la selva africana.
Su obra hacia el mundo
El maestro Oswaldo Guayasamín es uno de sus autores favoritos, habiendo emulado en acuarela su reconocida obra “Ternura”.
Martina reconoce que se ha sentido inspirada por los trabajos de grandes maestros de la acuarela, lo cual la ha ayudado a tratar de llevar a sus obras los detalles que son muy imperceptibles de la vida cotidiana.
“Me gusta ponerlos en una pieza para que la personas traten de fijarse en aquellas cosas simples que a veces por estar ocupados no nos damos cuenta”, resalta.
Actualmente, con el deseo de poder pulir su destreza innata y aprender nuevas técnicas, Martina espera poder estudiar en la Universidad de Arte de Barcelona, España, así como también a futuro acudir a The California Institute of the Arts (CalArts), desde donde también le han comisionado obras.
Anhela que estas sean sus puertas al mundo donde poder expresar su colorido y maravilloso arte a través de galerías y museos como el Thyssen de Madrid, el Denver Art Museum o Milwaukee Art Museum, ambos de Estados Unidos, y en Jehangir Art Gallery, en Mumbai.
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