Ruta de las Iglesias en Quito: estos son los siete templos imperdibles en la capital de Ecuador
El centro histórico de Quito, uno de los mayores y mejor preservados de América Latina, posee veinticuatro iglesias, seis capillas, siete conventos y seis monasterios.
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Este tesoro arquitectónico fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, consolidando a Quito como un destino clave en Sudamérica para el turismo religioso.
Las calles, plazas y áreas rurales de Quito con raíces coloniales, ofrecen una inmersión en la historia a través de sus impresionantes construcciones religiosas.
Te contamos los sitios más destacados se encuentran los siguientes:
Ubicada en la Plaza de la Independencia, al costado del Palacio de Carondelet, la Catedral Metropolitana de Quito es el principal templo religioso de Ecuador, y en una de sus capillas yacen los restos del libertador Antonio José de Sucre, así como otras personalidades ilustres como expresidentes del país andino.
Además de ser el escenario del Arrastre de Caudas, un ritual de la Semana Santa que ya solo se celebra en Quito, la catedral de la capital ecuatoriana permite también a sus visitantes subir a sus cúpulas donde se encuentra la veleta de hierro con forma de gallo, uno de los emblemas de la ciudad.
La iglesia más grande y visible desde distintas partes de la ciudad es la Basílica del Voto Nacional, un templo de estilo neogótico inspirado en la catedral de Notre Dame (París) que permite a sus visitantes caminar por encima de su bóveda y, mediante escalinatas de vértigo, subir al pináculo y a sus dos torres, de 115 metros de altura.
Desde lo alto de la Basílica se aprecia una amplia panorámica de la ciudad, mientras que en el subsuelo alberga un panteón y una cripta con algunas de las principales personalidades históricas del país.
Situada a pocos metros de la Plaza de la Independencia y de la Plaza de San Francisco, la Iglesia de la Compañía es el mayor exponente del barroco en Quito y uno de los templos más visitados por su suntuosidad y espectacularidad, gracias al pan de oro que recubre gran parte de su interior, con finas láminas de 23 quilates.
La fachada de la iglesia está labrada totalmente en piedra volcánica, mientras que en sus capillas laterales destacan seis majestuosos retablos atribuidos a la afamada Escuela Quiteña del siglo XVIII.
La Iglesia y el Convento de San Francisco forman parte de uno de los complejos religiosos más grandes de América en el que se conjugan diferentes estilos arquitectónicos a lo largo de los 150 años que tomó su construcción, lo que le llevó a ser conocido en su momento como el 'Escorial del Nuevo Mundo', en referencia al complejo español que reunía palacio real y monasterio.
En el interior de sus construcciones, que abarcan unos 35 mil metros cuadrados, se conservan más de 3 mil 500 obras de arte religiosas coloniales, la mayoría de la Escuela Quiteña, así como haber sido la cuna de la cerveza en Suramérica al haber elaborado en 1565 por primera vez esta bebida en la región.
Situada en la plaza del mismo nombre, una de las más conocidas de la ciudad, esta iglesia de estilo plateresco y mudéjar data del siglo XVI y en su interior se encuentran valiosas estructuras, como el altar mayor neogótico, que fue colocado a finales del siglo XIX por dominicos italianos.
Entre todas sus capillas la más importante es la Capilla del Rosario, una de las joyas del barroco colonial del siglo XVIII y baluarte de la arquitectura religiosa de Quito.
La orden agustina también erigió en otro importante exponente del barroco en su iglesia en Quito, una estructura con diferentes reconstrucciones que dieron lugar actualmente a una nave con bóvedas falsas que se asemejan a las originales, afectadas por un terremoto en 1868.
Su sala capital también es de gran importancia histórica por haber sido el escenario de la firma de la primera declaración de independencia en 1810.
En el centro de Quito también hay otras joyas de la arquitectura religiosa como las iglesias de La Merced y de Carmen Bajo, así como la iglesia y convento de la Inmaculada Concepción, pero en el área rural de la capital ecuatoriana también existen templos históricos como la iglesia de la localidad de Perucho.
Construida en el siglo XVII, mantiene un estilo popular vernáculo con la combinación de madera, adobe, ladrillo y teja, que dan como resultado una edificación de singulares características.